viernes, 8 de noviembre de 2024

La oscuridad

 




 Nos sé, de dónde habíamos salido y porque estábamos de madrugada en aquella calle empedrada. La oscuridad nos devoraba, gracias a dios que una farola nos alumbraba mientras nuestros rostros se difuminaban.

 Tú balbuceabas mientras mi memoria en otro lado estaba, aunque en un momento de flujo mental volví a aquella escena que me resultaba muy seria a la vez que imaginaba que sería fatal.

 Las gotas de lluvia eran muy finas y caían del cielo como huevas de caviar. Tus labios brillaban con la humedad y tus cejas parecían hierbas verdes bañadas por el roció del alba, yo escuchaba sin saber que hacer mientras tu no parabas de gesticular.

 Entre la semioscuridad y el flujo de la lluvia que no dejaba de borbotear, el frio de mí se apoderaba y no era por los elementos ni por aquella noche tan fría, era por las palabras que como dagas me lanzabas, las oía sin poder dar crédito a lo que me decías.

 Sin tener la más remota idea, entre insultos me maldecías y te alejabas, a cada paso que dabas el dolor en mi corazón aumentaba, llego un momento que cuando te perdí en la oscuridad casi un infarto me dio.

 No pude ni reaccionar, ¡me suicido o trato de pensar en lo que la he podido fallar!

 ¿Verdad o mentira? todo lo que verbalmente me arrojabas seguro que en tu mente tan real lo veías como la luz del día, pero si conmigo lo hubieras dialogado de muchas cosas cuenta te habrías dado, y quizás no me hubieras visto tan malo, pues yo he llegado a pensar que fue todo un montaje o una de tus actuaciones para separarte de mí vida sin dar explicaciones.

 Y lo que a continuación te contare lo hare en presente… pues ya hablara de nuevo en pasado el o la que mañana me encuentre:

 Pero en este momento en el que me dejas, no puedo mover ni un solo musculo de mi cuerpo, por eso estoy seguro que mañana cuando alguien me encuentre bajo esta farola, sin dudarlo dirá “Este chico ha muerto por la mordedura de una vampiresa”.

 

Alejandro.


domingo, 21 de julio de 2024

Tragedia


 


 No podemos permitir ni un día más, este grado de terrorismo social. Y para eso hay que aislar a las personas que supuran maldad, y entre otros me refiero a los que asesinan sin piedad por creerse dueños de una propiedad.


 Porque estos depredadores tratan a las mujeres como si fuesen de su propiedad, no entienden que la mujer es libre de querer o dejar de amar. No quiero que reflejen más a las mujeres con nombres y apellidos en una estadística como si fuese un objeto de usar y desechar.


 Soy un hombre que ha navegado mucho en la sociedad, y jamás he pensado que ninguna mujer de las que conocí eran de mi propiedad, siempre respete su libertad y que repartieran su cariño a su libre albedrio pues cada una tiene su forma de querer y amar.


 Miro a esta maldita sociedad y ni leyes ni políticos protegen a las indefensas féminas que solo quieren vivir en paz, por eso como el sabio dijo… como tú te proteges nadie te protegerá.


 Por eso mujer, cuando estés en peligro huye a toda velocidad que yo implorare al viento para que vele por tu seguridad, haciendo que una roca se desprenda y aplaste a ese malnacido, para que no vuelva a desangrar a ninguna mujer más.

 


 Alejandro



sábado, 13 de julio de 2024

El Camino

 



 Era interminable, pero de piso compacto y nada polvoriento. Cada paso que daba marcaba un segundo de mi vida, acentuar cada pisada era un intento de vivir con toda la intensidad esos momentos tan volubles pero a la vez sentidos.

 

 A la derecha del camino, una ladera plagada de amapolas rojas de textura aterciopelada y que envolvían el aire en una fragancia difícil de definir, contemplarlas daba un sentimiento de seguridad y una paz interior que calmarían el corazón más alterado en cualquier situación.

 

 En el lado izquierdo del sereno camino, una torrontera enjambrada de zarzas espinosas que aterrorizaban nada más mirarlas, por eso inconscientemente miraba hacia el lado derecho buscando la calma del largo viaje que me esperaba.

 

 Después de varios minutos mirando hacia mi derecha, buscando la calma que da contemplar el manto colorido que dan las flores, me di cuenta que mirar solo hacia ese lado me podría llevar a caer por la torrontera, con la fatalidad de salir bastante mal parado.

 

 Fueron pocos kilómetros los que llevaba, cuando ya el camino me había dado una lección de vida… no puedes mirar siempre hacia un solo lado buscando el sueño imposible de que todo vaya bien o según tu interés, pues el infortunio te puede caer de golpe por querer eludir la realidad.

 


 Continuara. 

 

 

 


viernes, 5 de julio de 2024

Boya



 

 

  Como boya sin sedal, mi corazón a la deriva va. No es culpa de la lluvia o el viento ni tan siquiera del amor, porque de amor estoy lleno.

 ¿A qué se debe tanto desasosiego? Lo analizo y no lo veo, pero creo que puede ser a la velocidad que en nuestros días corre el tiempo.

 No me adapto a la multitud, ¿lo haces tú?  Pues antes donde estábamos tres ahora somos treinta y tres y miedo me da que ni sombra dan.

 Huy de las masificaciones y me perdí en los callejones, ahora me cuesta retomar lo que hace tres años deje atrás… risas, saludos y socializar. 

 Déjame beber agua, pero que no sea la que circula por tuberías debajo del suelo, quiero beber la que si tienes algo de fortuna cae del cielo.

 Y sigo buscando sentido a mi vida, pero tengo lapsus de memoria que no me dejan recordar mi larga o corta historia.

 Así que animo a vivir cada segundo, como si en el próximo se fuese a acabar el mundo.


Alex Maginot


domingo, 11 de junio de 2023

Brisa




 


 Te acariciaré con la delicadeza que la vela es acariciada por el viento… por eso cuando me alejo de ti en zozobra me encuentro.

 Me siento como hoja de almendro… que se mueve al ritmo que le marca las ondas que genera tu cuerpo.

 La palabra rutina no existe en nuestros encuentros… pues en ellos fluye el agua, el fuego, la tierra y el viento.

 No conozco el miedo, pues contigo vuelo… sintiendo la brisa en mi cuerpo sin red de seguridad en el suelo.

 Y ahora que tu mirada me abre las puertas del universo… recorreré todos los planetas abrazado a tu cuerpo.

 Bordarás mi pecho con la figura de un Ángel… pues en el cielo me siento, cuando con un beso calmas el más desquiciado de mis pensamientos.

 Me alagas cuando me llamas el gran chef… pues dices que amaso con mis manos un amor, que al saborearlo se convierte en pecado.

 Con sólo dos palabras me embriagas… sin necesidad de llenar la copa, con un rioja que al entrar en mi garganta se apaga.

 Mi golondrina, mi reina del cielo, que con sólo levantar un dedo haces que todo se pare a mi alrededor…

¡Hasta mi puto reloj!

 

 Alejandro Maginot.

 


domingo, 4 de junio de 2023

Roto

 




 Quebrado y desmadejado… como una marioneta que por el odio contemplado se ha roto. 

 Niños que la observan y al verla carcajadas sueltan… porque son parte del odio que en nuestro tiempo se genera.

 Rota queda la marioneta por ver como desde la infancia… la crueldad a los niños rodea, unos se salvan y otros de ella se impregnan.

 Mientras agoniza trata de digerir como el salvaje al débil apaliza… con odio y saña, sin pensar en el daño irreparable que a ese niño hace para toda la vida.

 Tan fácil es romper un cristal… como quebrar la voluntad de alguien que quizás haya nacido para dar un amor especial.

 Y la marioneta piensa…

 ¿Romperme las piernas? Para que no haya niños que sufran en nuestro planeta.

  ¿Partirme las manos? Para que dejen de existir los malvados y crueles villanos.

 ¿Abrirme la cabeza? Para que la paz y el amor proliferen sobre la tierra.

 ¿Pisotear mi corazón de madera? Con la esperanza que el odio se desvanezca.

 Yo me sacrificare como hace muchos siglos lo hizo un profeta… con la convicción de que merecerá la pena, dando ejemplo a los hombres de cromañón que todavía inundan nuestro planeta.

 

Alejandro Maginot

 


miércoles, 31 de mayo de 2023

La calzada

 




 Una calzada me llevo hacia ti, una calzada romana en su pleno apogeo, pues tú eras el centro de todo lo que los seres humanos conocemos como bello.

 Diente de león, eucalipto, cola de caballo o ginkgo biloba… tú lo mezclas todo explotando como una ola, salpicando de amor cada rincón del verde corazón de la naturaleza.

 Pues sólo puedo acreditar que de ella eres su realeza, mariposa, abeja,  y miles de esporas que por el aire flotan fecundándolo todo para mantener tú corona.

 Me has ofrecido un lugar a tu lado, y como paladín lo defenderé… pues proteger tu corazón es protegerme a mí y al bienestar del saber vivir.

 Globo, cirro o nube, cabe cualquier emblema en tu escudo pues eres aire puro, que al respirarte todo lo conviertes en paz y armonía… y no tengo que correr la cortina para que se vaya la melancolía.

 Déjame besar el caño de tu fuente, quiero que me hagas un ser diferente… y sé que como en un cuento, si me besas podré ver las estrellas más recónditas y los planetas más relucientes.

 Habitaremos en el coral más desconocido y para mi descanso me acunaras en el lecho marino… pues todo es extremadamente diferente  cuando estoy contigo.

 La danza de apareamiento será el emblema de nuestro sueño, pues me haces perder  la cabeza cuando giro bailando contigo… es el último recurso que le queda a este mundo para romper con la maldad que nos quieren impostar.

 Y como vikingos quemaremos en las piras funerarias… a esas hojas que después de cien años se desprendieron dejando la huella de sus vidas en cada árbol. 

 No dejare de encalar las paredes con el sudor que en los momentos de pura pasión se desprendieron de nuestros caldeados cuerpos… haciéndolos cristalinos como espejos pulidos en lo más fino, para ver tu rostro una vez hayas desaparecido.

 ¡Te amo joder!

 

 Alejandro Maginot

 

La oscuridad