Antes de nacer, ya sabía que serías el molino
que acompasaría el viento, para mecer mi cuna. El engranaje de madera noble,
que me cubriría las noches sin luna.
El gigante blanco, que de los ardientes rayos
de sol me protegería. La pequeña ventana, por donde yo el mundo vería… Antes de
nacer, cuantas cosas de tí ya sabía.
Serias mi cúpula de pizarra, que de las
inclemencias del tiempo me apartarías. Mi escalera de caracol, que hasta el
infinito me llevaría… Antes de venir al mundo, ya tenía conocimiento de que los
girasoles, eran tus flores preferidas.
Pertenecerías a mi vida, como pertenece aquel
antojo en mi piel, que hasta la muerte me acompañaría. Antes de nacer, yo ya
sabía que te querría… Lo que no imaginé, hasta qué punto te adoraría.
Cuántas cosas supe de ti, mi molino, mi estandarte, mi bastilla. Cuantas cosas supe de tí, pero cuantas cosas más
descubriría… Descubrí, aparte de que eras honesta, sincera y honrada, que
serías la estrella que guiaría mi vida.
Alúmbrame, abrázame, déjame que siga
aprendiendo como y cuanto tú ya de mi sabias… Es la única duda que me queda,
saber si eras espíritu, quizás hada, o simplemente la esencia de la vida.
Nadavepo.
Un poema lleno de ternura , donde al molino con sus aspas hace que tu mente vuele al ritmo del viento en él encuentres respuestas a esas preguntas que te haces y sus respuestas te lleven a recordar lo que siempre habías soñado y tal vez encontraste ..las metáforas de tus versos están llenas de un amor puro , limpio y mágico .. simplemente un cuento hecho poema ...Un abrazo y feliz semana.
ResponderEliminarEnriqueces mis poemas, añadiendo una prolongación de un comentario en forma de poema. Siempre quedo agradecido contigo, por tu manera de añadir más poesía. Gracias querida Campirela, permíteme en esta ocasión mandarte un beso... muakkkk
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