miércoles, 12 de febrero de 2025

El escondite

 




 Te busqué bajo la cama y no estabas.

 Te busqué detrás de la cortina y no aparecías.

 Te busqué bajo la mesa de té y no te encontré.

 Te busqué en el balcón y solo aire apareció.

 Te busqué en el armario y ya me estaba desesperando.

 Pues nunca me ha gustado jugar a ese juego, por miedo a que en un mal sueño no aparecieras.

  Y sólo jugaba a él porque a ti te encantaba… pues cuando te encontraba temblaban hasta los cimientos de la cama.

 Te busqué en la terraza y ya perdía la esperanza.

 Te busqué detrás del sofá y ni tu aroma pude detectar.

 Ya no sabía dónde buscar, así que salí al jardín y te busque entre las plantas para no perder la esperanza… ¡pero nada!

 Estaba en tal estado de nerviosismo inusitado que grite para estar a tu lado… no hubo respuesta, en ese momento casi pierdo la cabeza.

 Por fin mire hacia el fondo del jardín, y en una corazonada de lo más acertada hacia las flores corrí… y como una más entre ellas te encontré.

 Las lágrimas se me saltaron y te pegue el mayor de los abrazos, como no queriéndote perder ni en ese momento ni en el tiempo.

 Te besé, te abracé y te mimé como si no hubiera un mañana, mientras tú te preocupabas… pues notabas de qué forma tan amarga temblaba, como un niño que al llegar a la vida no respira hasta que le dan dos palmadas.

 

 Alejandro Maginot   

 


martes, 4 de febrero de 2025

Fotografía


 

 


 Fotografié una playa, fotografié un pájaro carpintero,  fotografié un girasol y lo más importante… fotografié tu sombra bajo el sol.

 Y yo necesito muy poco para excitarme contigo, con sólo fotografiar tu sombra me pongo loco perdido… y si por mi nariz entra tu olor corporal ¡ni te digo!

 Mi imaginación te tiene en todo momento presente, aunque no estés conmigo… por eso al piano me siento sólo y acompañado sólo contigo.

 Vuelo a ras del suelo, porque para mí estar tumbado a tu lado es como estar en el cielo… vertiendo néctar sobre tu cuerpo.

 Somos diferentes a toda la gente, no porque seamos mejores ni especiales… es porque somos naturales.

 El gato maúlla, el perro ladra, yo grito de asombro porque me encantas… que bonito es junto a ti, no perder la esperanza.

 Te doy mi desvelo para que duermas plácidamente en nuestra cama, mientras yo velo por tus sueños de hada, quiero que cuando despiertes… me des ese beso que me convierte de rana en príncipe o de príncipe en rana, me da igual siempre que duermas en nuestra cama.

 Alucino al ver tu reflejo en el cristal de la ventana, imagina cuando te miro a los ojos cual loca se vuelve mi alma… me da igual ser tu príncipe que tu fantasma, o tal vez de tu cuento esa bonita rana.

 Arranca mi corazón como si de tu scooter se tratara, para varear tu sexo y dejar que todas tus fresas caigan… mientras las embadurnamos con mi dulce nata blanca.

 Y terminare dejado sobre la almohada una carta, ya que salgo a trabajar y no quiero perturbar tu lindo sueño. Así cuando despiertes leerás del día mis primeras palabras, y estas dirán: no te preocupes amor, no se me olvidara traerte lo que anoche me dijiste… la botella de aceite y el kilo de patatas.

 

  

 Alejandro Maginot

 


El escondite