martes, 6 de julio de 2021

Óleo

 






  Me dijeron que el deseo lo representaba una paleta de pintor con óleos de mil colores.

 

  Busqué, experimenté y deseé pero sólo encontré simples acuarelas de dos colores, el blanco de la ignorancia y el negro del fracaso.

 

  Como buen explorador seguí buscando esos óleos de colores de los que tanto me habían hablado, pero no los encontraba y aunque desierto tras desierto atravesé  al no encontrarlos me desespere.

 

 Y cuando ya desolado y a punto de tirar la toalla estaba, como en un espejismo... me vi sumergido en el oasis más frondoso que jamás había visto.

 

  Como una diosa árabe sentada en el brocal del pozo estaba, al levantarse y venir hacia mí su cuerpo como el tronco marrón de una palmera se cimbreaba, sus manos se extendían verdes como las hojas de la hiedra que por mi cuerpo escalaban, en la punta de sus dedos un racimo de amarillos dátiles brillaba, sus ojos celestes  me hipnotizaban y su pelo negro enredado en el viento y jugaba.

 

  Fue al verla cuando recupere la fe en la paleta de colores, en los tonos más profundos que te ofrece...  y al untarte con ellos, desgraciadamente te desvaneces.

 

  Por eso a ti me entregue y de tus colores me impregne, quedando enmarcados en un cuadro pintado al óleo para siempre.                



Alejandro Maginot



Brisa