¿Cuánta, cuándo, cómo, quienes somos, quien
nos da el beneplácito de acabar con algo que no nos pertenece, algo que se
oscurece nada más pisarlo? Que poder tenemos sobre lo que nos han prestado,
para deteriorarlo, estropearlo, o ajarlo.
No somos propietarios ni de nuestra propia
muerte, como nos aferramos entonces a quemar lo que nos da vida ¿Quién nos ha
coronado para sentirnos tan malvados? y querer arrasar algo que nos ha sido
donado.
Quien determina que en la tierra hay
fronteras, que yo tengo que vivir forzado en un sólo punto de nuestro planeta…
yo quiero ver las estrellas desde donde quiera.
No quiero alambradas ni cancelas, quiero
moverme por cualquier lugar, ya que esté es mí, tú, nuestro planeta. No quiero vivir con el miedo de que alguien me
corte la cabeza, por defender lo que a todos nos sustenta.
Quiero nadar desnudo en cualquier parte del
mundo, pues desnudos venimos y nos vamos de la tierra. Nada de zapatos, quiero
andar descalzo sin cortarme con cualquier germen que el malvado hombre haya
puesto sobre la tierra.
Si descuido este amor hacía lo que nos
mantiene vivo, es como darle la espalda al amor de una madre o de la mujer que
siempre te espera. No quiero odiar al que nos hace mal pues esa no es mi
identidad, pero si quiero volar sin que me puedan disparar, y al caer no dejarme en tus
brazos aterrizar.
Quiero desde lo más profundo del mar mirar
hacia la superficie, eclipsándome con ese transparente halo de luz… sin que nadie me lo enturbie.
Nadavepo.