viernes, 26 de octubre de 2018

Algo Prestado












  ¿Cuánta, cuándo, cómo, quienes somos, quien nos da el beneplácito de acabar con algo que no nos pertenece, algo que se oscurece nada más pisarlo? Que poder tenemos sobre lo que nos han prestado, para deteriorarlo, estropearlo, o ajarlo.

  No somos propietarios ni de nuestra propia muerte, como nos aferramos entonces a quemar lo que nos da vida ¿Quién nos ha coronado para sentirnos tan malvados?  y querer arrasar algo que nos ha sido donado.

  Quien determina que en la tierra hay fronteras, que yo tengo que vivir forzado en un sólo punto de nuestro planeta… yo quiero ver las estrellas desde donde quiera.

   No quiero alambradas ni cancelas, quiero moverme por cualquier lugar,  ya que esté es mí, tú, nuestro planeta. No quiero vivir con el miedo de que alguien me corte la cabeza, por defender lo que a todos nos sustenta.

  Quiero nadar desnudo en cualquier parte del mundo, pues desnudos venimos y nos vamos de la tierra. Nada de zapatos, quiero andar descalzo sin cortarme con cualquier germen que el malvado hombre haya puesto sobre la tierra.

  Si descuido este amor hacía lo que nos mantiene vivo, es como darle la espalda al amor de una madre o de la mujer que siempre te espera. No quiero odiar al que nos hace mal pues esa no es mi identidad, pero si quiero volar sin que me puedan disparar,  y al caer no dejarme en tus brazos aterrizar.

  Quiero desde lo más profundo del mar mirar hacia la superficie, eclipsándome con ese transparente halo de luz…  sin que nadie me lo enturbie.


Nadavepo.

 

miércoles, 17 de octubre de 2018

Tu Savia













  Sólo quiero alimentarme de ti, de tú savia, esa que cultivan en tu caverna las hadas. Esa savia que rejuvenece los atardeceres del ayer,  esas tardes llenas de dicha, dónde nos jurábamos amor eterno bajo los cedros; dónde las hojas al caer nos coronaban, dónde el rocío en nuestros rostros con la luz del sol brillaba.

  Mágica hierba, que ante nuestra exultante felicidad bailaba, trinos de Ángeles que en pájaros se encarnaban, peces que desde el arroyo con una pícara sonrisa nos miraban… ¡Cuánto de ti cada tarde me llevaba, que necesidad de danzar al son del aire para que tú me contemplaras!

  Mariposas que salían de mi estómago cada vez que me mirabas, cuanta necesidad de ti, de besar cada una de tus palabras. Que ilusión nos hacía leer los nombres  de amores que por allí pasaban… y que quedaron tallados en los árboles a golpe de navaja.

  Camino detrás de ti, observando como tus caderas con la naturaleza se acompasan, burbujas que se desprenden de  tu cuello, que de frescor me llenan al romperse en mi cara… aún estamos juntos y ya quiero verte mañana.

  Movimientos lentos, manos que se entrelazan, ojos que sin pestañear  al mirarnos se dilatan…me embriago de ti,  de tu voz, de tu calma.  


Nadavepo




domingo, 7 de octubre de 2018

Carta mal escrita












  Anoche tuve un sueño, en el me decías que yo era lo más importante para ti, que sin mí no podrías vivir. Hoy despierto seco como álamo rociado con gasolina, como una flor ahogada en mentiras de promesas no cumplidas, de palabras mal estructuradas, de palabras no entendidas, de cartas mal escritas.

  Yo que quise gritar al mundo, que tenía guardada una cosa muy bella, una persona sensible y tierna. Junto a ti quise recorrer el mundo, el espacio, el universo; luchar contra el tiempo para llegar a lo finito y rebasarlo contigo hasta llegar al más allá, a lo desconocido, donde todos piensan que sólo existe frío y oscuridad, pero que contigo para mí sólo habrá calor y claridad, de qué manera te amo, de qué manera te puedo amar.

  Mi niñez a ti ligada esta, pues aunque te conocí a los cuarenta, en el recreo de mi cole tú siempre estas. Pules mi alma, esmerilas mi corazón, para sacar de mí toda la bondad que en la humanidad se puede encontrar… como te amo, como siempre te desee amar.

  Cuídame, mímame, déjame llorar, no encuentro el camino… me falta tu mirada y las lágrimas no me dejan caminar. Cuanta poesía escribí, pues me impulsaba tanto el amor, que como musa te escogí. Nado entre arenas movedizas  intentando mantenerme a flote, me hundo sin el soporte de tus manos, lo único que me queda tras el fracaso.

  Nos enconamos al creernos en posesión de la verdad, todo lo que hacemos es recriminar, no nos paramos a pensar que lo que hoy es un pedestal, mañana tras la soledad se puede derrumbar. Cuantas flores hay en mi jardín cuando tú estas, si desapareces todo lo que es belleza se convierte en un lodazal.

  Pero si el destino por algo nos quiere separar, que sepas que te amé como jamás nadie te amara, que rompería todos los eslabones de las cadenas del mundo, para que te pudieras sentir en libertad… como el fuego ardiente te amo, como el agua transparente te amé.


Nadavepo.


Brisa