miércoles, 21 de diciembre de 2016

Carta a los Reyes Magos












  Un año más me dirijo a vuestras majestades, no sin recelos y temores. Porque ya no sé si dudar de vosotros o pensar que no dais abasto con vuestro trabajo. Sabéis que yo nunca os he pedido algo material ni tan siquiera unos guantes para este frio tan terrible que hace, pero os ruego que me entendáis, me duele que nunca se cumplan los deseos que os pido.

  Este año os pediré por orden y muy clarito, a ver si esta vez podéis enteraros bien de lo que os pido.

  Primero me dirigiré a ti rey Baltasar, tu color caoba me instiga a pedirte una cosa muy simple, quiero que convenzas de una cosa a todo los seres humano, si no nos importa el color de nuestras mascotas ni el país de donde proceden, porque entre los hombres hay tantas disputas por su color de piel y el país de donde vienen. Te pido querido Baltasar que intermedies para que nos miremos con igualdad unos a los otros.

  A ti rey Melchor que eres el más ilustrado de los tres, te pediré  que nos enseñes a limpiar nuestro corazón de odios y rencores. Porque será pura libertad el saber perdonar.

  Y a ti querido rey Gaspar, te pediré lo más lúdico. Haz que la gente comprenda que la vida se nos va en un soplo, que aprendamos a vivirla saboreándola sorbo a sorbo y que sonriamos divirtiéndonos en cada instante.

  Os doy encarecidamente las gracias por vuestro aplomo al vivir, por vuestra sabiduría al hablar y por vuestra desinteresada forma de dar amor.
 
PD.

  Perdonarme si por una vez soy egoísta y pido algo para mí, el regalo que os pido es que me besen y abracen todas las personas, con las que me encuentre esta Navidad.

  Gratitud eterna para los tres.





   Nadavepo.




miércoles, 30 de noviembre de 2016

¿Dónde?












  Yo sudé, pataleé y vagué por todos lados. No me sonrió la vida para nada… o si, no sé.

  Creo que pase años duros, tirado sobre la tierra, envuelto en fango, clavado en el lodo, bajo la lluvia, a muy altas temperaturas casi asado por el sol, comiendo arena del desierto, bebiendo agua sucia.

  Estaba a veces cansado de vivir, al borde del abismo más de una vez. Es  jodido todo lo que nos rodea y a veces no lo vemos.

  Tú me decías que no te importaba nada, que seguirías a mi lado por siempre… hubiera sido duro para tí, yo no tenia buen carácter, no era alegre, no tenia fé, no entendí muchas cosas que aún sigo sin entender.

  Te amo, me replicas. Ya lo sé, pero ahí están los recuerdos que yo dejé lejos para no contaminar mi alma ni mi mente.

  Es el sino de una esperanza,  jamás alcanzada pero siempre idealizada, comandada por un corazón mecánico no por el corazón humano.

  Amado sin amar, amando sin desear, querido sin querer, queriendo sin respirar. Te he contado mi vida en pocas lineas, ha sido genial  compartir sin que te compartan y que te compartan sin tu querer.

  Pedir  sin necesidad, es como decirte que me ames cuando ya sé que me amas. Pero necesitar y no pedir, es como perderme tu amor por no pedírtelo.





Nadavepo.




lunes, 21 de noviembre de 2016

El recuerdo












  Llegan malas fechas, le doy vueltas a mi mente y me digo apesadumbrado: necesito a mi padre, lo necesito aunque sólo sea una vez más.

¿Dónde estás?

  Quiero recoger el musgo, ese musgo que recogíamos juntos para montar nuestro Belén.

  Quiero sentir su mano en mi hombro, mientras con su dedo me señala la dirección, hacia donde tiene que mirar la estrella de oriente.

  Quiero que me trace el curso de los ríos que bajan de Jerusalén, que levante las verdes montañas donde pastorean las ovejas, que asiente esas palmeras, que sólo él sabe dónde colocar.

  Quiero que me indique donde arrojar el serrín, para crear el desierto que rodea al oasis, donde todos los años sacio mi sed junto a él.

  Coloca padre a los personajes dándoles vida, apaga a los que no pueden ser en esta historia, como lo es Herodes y sus secuaces.

  Condiméntalo, con tu amor, tu cariño y nuestra complicidad, tres ingredientes necesarios para volver a tierra santa una vez más.

  Pero ya ves que injusta es la vida, en ese último año perdí las tres figuras más importantes de mi Belén, perdí a mi padre Rey, perdí a mi padre Ángel y perdí mi rumbo, al perder a mi padre estrella.

  Por eso padre, desde donde estés, mándame tu luz esta Navidad, para poder juntos, nuestro Nacimiento volver a montar.





Nadavepo. 




miércoles, 16 de noviembre de 2016

Tu beneplácito











  Una idea o un lapsus, algo de lo que hablar o algo que omitir, quiero contar una historia o quizás escribir un poema.

  Dos líneas, tres borrones, cuatro palabras, tres tachones, un borrador encogido y arrojado a la papelera.

  Musas que vuelan sin dejarse cazar, para ser plasmadas en un papel.

  Memoria que llega tarde, fragmentada en trozos que arrugan los recuerdos.

  Café, horas de desvelo, madrugadas sin cuartel y cuando por fin creo que he acabado algo, cuando pienso que puede haber palabras que transmitan sentimientos o ideas, no me siento satisfecho, tal vez frustrado.

  Ni yo mismo me entiendo.

  De todos modos me da igual, nunca creo haber acabado nada. Tú sabes, que sólo tengo una forma de averiguar que he acabado un relato, que he escrito un poema, que ya está listo para lanzarlo al aire.

  Comienzas a leerlo, tu voz vibra de emoción, haces pausas interminables, analizas cada frase, ahíncas en las palabras que te calan. Es entonces y solo entonces, cuando tú has acabado de leerlo, cuando yo sé que está acabado, es el momento en el que el poema merece la pena.

  Tú eres el visto bueno, para que a mis obras le crezcan alas y echen a volar. Ahí quedo tranquilo, es en ese final cuando suelto el papel y lápiz, dejando descansar a mi corazón emocionado.

  Me miras, me apremias y yo sonrió.




Nadavepo.



lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi último viaje












  Tengo miedo, mucho miedo. Todo se debe a este último viaje que voy a realizar en mi vida.

  Un viaje sin  trayectos, sin paradas, ni tan siquiera estaciones. Un último camino que he de recorrer sin la compañía de familiares o amigos, sin gentes que deambulen a mí alrededor, ni tan siquiera tú puedes acompañarme.

  Te escribo estas líneas, antes de entrar en la oscuridad de este desconocido y macabro viaje, debo darme prisa antes de que la tinta se diluya o se pulverice el papel… así que escúchame atentamente antes de que se apaguen mis recuerdos, antes de que se quiebre mi ilusión al ver como tu cara se va difuminando.

  Pierdo los sentidos lentamente, pero aún en el estertor de mi pecho ante la caída del telón negro, tengo que decirte que nací en tí… que brille bajo tu luz, que fuiste el diccionario que me desvelo el significado de la palabra amor, que descubrí que el azúcar no es la dulzura que la dulzura eres tú. Derramo unas lágrimas, impotente por no poder grabar mi voz, voz con la que te diría… que fácil fue amarte, que dulce me has hecho la vida, alárgame por ultima vez tu mano y traspasaré esta oscuridad sin temor.

  Y si no regreso.

  Y si no te llega mi eco.

  Recuerda que estaré, en todo aquello que toquen tus manos.





Nadavepo.




miércoles, 19 de octubre de 2016

Cataratas de algodón













  Juego con las palabras, y no puedo decir porque la tormenta está sobre mí.

  Nubes que descargan la lluvia en forma de aguacero, mojándome el pelo, calándome la ropa y deslizándose entre mis botas.

  Naturaleza verde y gris, que lustráis en brillo cuando el agua os acaricia, sin prisa pero sin pausa.

  Cobijos cálidos de animales, protegidos en sus madrigueras mientras esperan, la salida del cálido sol.

  Capullos de algodón, que dejan que el torrencial descuelgue sus hebras blancas, como cataratas creadas por un sólo Dios.

  Yo ando entre todas las formas, mientras los chasquidos de mis botas desentonan, entre tan lindo rumor.

  Gotas de cristal sobre mis pestañas, ejército de  figuras geométricas que recorren mi cara… darme un indicio de porqué yo estoy aquí, decirme porqué he de morir, confesarme quien es el que  tiene ese poder sobre mí.  

  Y si mudas quedáis, y si por protocolo no lo podéis decir… quiero pediros un pequeño favor, decidle a quien está detrás de todo esto, que si he de subir al cielo o bajar al infierno…

  Ruego me ponga como ascensor, unas cataratas blancas, forjadas con cristales de lluvia y hebras de algodón.




Nadavepo.

  



domingo, 16 de octubre de 2016

Colores del Arco Iris + dos












  La libertad que nos profesamos, ante lluvias, vientos y tormentas… será los cimientos de nuestra unión.

  El naranja de tus cabellos… será mi pura y transparente inspiración.

  El rojo de tus labios… mi infinita y desmesurada pasión.

  El amarillo de tus senos… la picardía, del sabor ácido que desprende el limón.

  El verde de tu corazón… la esperanza, de que perdure durante miles de siglos, nuestro amor.

  El color cian de tu alma… es la fuerza con la que unes a nuestra familia, emplazándola a ser feliz en cualquier situación.

  El azul de tus manos… es el que moldeará cada día de nuestra vida, para hacerlo, diferente, divertido y más acogedor.

  El violeta de tu sexo… es el que yo te reclamo todos los días, para subir al cielo sin motor.

  El negro de tus ojos… la paz de mi alterado corazón.

  El blanco de tu pecho… la luz que me ilumina en cada rincón.

  Por eso…

  El conjunto de tus colores… es el arco iris, que nos lleva a otra dimensión. 




Nadavepo.   


                                                                                             
 


domingo, 2 de octubre de 2016

Es mi forma de quererte












  Yo te quiero en la oscuridad… Amarte a plena luz, es lo más apasionado.

  Te deseo bajo la lluvia… Necesito adorarte, sobre el granizo descargado.

  Quiero venerarte al despertar… Ruego la necesidad, de tenerte al atardecer para seguir  a tí abrazado.

  Déjame acurrucarme en tu ombligo al anochecer… Para que me protejas del demonio más malvado.

  Tú eres mi capricho más preciado…  Fuiste el antojo de mi niñez, la pasión de todos los veranos.

  Coronas toda la ambición a la que yo aspiro… Eres el ansia que me lleva, a querer estar en tu senos cuando estoy abatido.

  Yo jamás me sacio de tí… Eres el afán, por el que me despierto  cada día.

  Tú eres mi anhelo en las horas vacías… Por eso te aprecio, como a la joya más divina.

  Quedo prendado de tí, cada vez que suspiras… Te estimo por ser la mujer de este mundo, más sencilla.

  Nací para idolatrarte, como se idolatra al eterno tejo… Aquí  en nuestro ahora y en mil mundos que hubiera paralelos.

  Por todo esto, he de decirte, que:

  “Reverenciarte, es toda la fortuna que poseo en esta vida”




Nadavepo.




lunes, 12 de septiembre de 2016

Amarte es esperarte












  Amarte fué esperarte por primera vez, en mi mente, en mis pensamientos, en mis sueños… ya sabía que eras tú la que aparecería en mi vida, no preguntes porqué, yo ya lo sabía.

  Amarte fué esperarte de niño, en la fuente donde jugábamos… cuántas emociones, cuánta adrenalina para dos cuerpos tan enanos.

  Amarte fué esperarte a la puerta del instituto… yo te entregaba las golosinas que a ti tanto te gustaban, mientras observaba como te ruborizabas. Mejillas rosas, ojos puros, olor a juventud.

  Amarte fué esperarte al pie del altar… deseoso de verte de blanco impoluto, corazones alterados, anillos entrelazados. Sí quiero, una y otra vez más hasta que se desgaste el metal.

  Amarte fué esperarte en la sala de maternidad… soñando con rociarnos los tres, con las gotas de la felicidad. Te amo, me has dado a otro corazón al que esperar.

  Amarte fué esperarte, cuando con tus pasos cansados tardabas en llegar… cual hermoso fué junto a ti, llegar a la tercera edad. Arrugas que me parecen los surcos dorados que forman tu sonrisa, al reflejarse en las aguas del mar.

  Ahora ya no estas, ahora no te puedo esperar… pero te seguiré amando hasta que te pueda en ese viaje acompañar. Entonces, entonces tú serás la que me esperaras al pié de nuestro altar.

  ¡Amarte es esperarte! lo mismo que lo hice aquí lo haré en el más allá.





Nadavepo.





jueves, 8 de septiembre de 2016

Volveré en Abril












  Sincronizaré con tus desvelos, para calmarte y que todo a tu alrededor sea sereno… y me inspiraré en tus sueños, para quererte y verter sobre tus labios el beso más sagrado.

  Mándame tus cartas, que con tu escritura te delatas… en ella puedo ver tu alma y hasta oigo los latidos de tu corazón.

  Con cada palabra, entras en mi como soplo de aire fresco… el cual mantendré eternamente, en las ramas de mi árbol protector.

  Te extraño toda, como verso, como amapola, como viento que enmarca la aurora… y al igual que las golondrinas volveré en Abril, a tu nido, al oasis de tu ombligo, donde podré calmar mi sed.

  Volveré en Abril, cuando crece el jazmín… me vestiré de arlequín, y con una nariz de payaso volveré a hacerte reír.

  Quiero llegar en Abril, para llevarte a la catedral… y en su patio de naranjos, dejar que nos envuelva el olor  azahar.

  Jugaremos en la fuente de tu barrio, donde por primera vez nos besamos… al cobijo del murmullo de sus caños, que con su ancestral magia nos harán rejuvenecer.

  Cógeme de la mano, llévame de paseo… llévame a todos los recovecos, donde de niños jugábamos y soñábamos con crecer.

  Paséame por todos los rincones de tu cuerpo, esos en los que durante horas nos perdíamos… esos rincones donde yo perdía la cabeza, y también el pulso de mi corazón.

  Te amaré aquí en la sombra, te desearé donde calienta el sol… te querré en noviembre, en diciembre, pero cuando llegue abril adherido a ti quedaré, para que ni el quebranto de nuestro mundo, ¡me pueda separar de ti!





Nadavepo.




martes, 23 de agosto de 2016

Nostalgia











  He vuelto a los rincones de ese pueblo, donde de pequeño fuí tan feliz.

  Donde por primera vez, el rostro de una virgen se me apareció… esa virgen eras tú, de rostro cándido, vestido inmaculado y aurea virginal.

  Todos los días me sentaba a la misma hora, en los escalones de la iglesia, sólo para verte pasar… abonabas mi cuerpo con la serenidad, que era imposible que pudiera tener un adolescente de mi edad.

  Fluía de mí,  un amor tan sumamente especial… que jamás, ni en una montaña, ni en los rincones del más bonito pueblo, ni en la más enorme de las ciudades, pude encontrar.

  Nostalgia, de ver tu cara por cada rincón, por cada acera, por cada fuente, por cada plaza por donde tu solías pasear… nostalgia, por haber sido tan cobarde, por no haberte abordado para decirte que mi amor por tí, sólo Romeo y Julieta lo pudieron igualar.

  Ahora sólo me conformo, con volver a nuestro municipio para poder soñar… que me besan tus labios, cuando bebo agua de la fuente, donde tú como Ángel solías libar.

  Perdido por las calles deambulo, buscando a alguien que me pueda informar, de cual es tu paradero, de donde puedes estar… pero me toman por el loco, que todos los años vuelve al pueblo, para por un fantasma preguntar. Dicen que no existes, que eres una fantasía en mi cabeza, que soy un Quijote que choca con los molinos una y otra vez.

  Pero mi locura es, buscarte detrás de las estrellas, en cualquier cráter de la luna, en lo más profundo del mar… porque tú vives, porque tú estás, porque seguro que te encontraré, aunque seas un espíritu desvanecido en las profundidades de la eternidad.





Nadavepo.




jueves, 18 de agosto de 2016

Hospital












   Me sentía tan invencible, que jamás pude imaginar que pisaría un hospital… de sopetón me veo sólo en un rincón, entre batas blancas y sombras negras.

  Crucifijo inverso, que no me produce ningún consuelo… hojas de papel, donde se supone que está escrito mi nombre, adornado con  otros nombres de diagnósticos medicamentados y por epílogo, lo que los cirujanos me van a hacer.

  De creerme un superhéroe, me vuelvo un ser indefenso y vulnerable…  acobardado ante lo que no entiendo, sobre todo por no sentir la brisa del viento en mi rostro y sobre mi piel.

  Enjaulado estoy como pájaro asustado, ¿dónde está el benefactor que me pueda liberar?... quizás no está aquí, tampoco allá, sólo me queda aprender a resignar.

  ¡Qué triste estoy!

  Nadie me visitó en el hospital, ni un beso de cariño, ni una mano de amistad… una lágrima recorre mi mejilla, pues dudo que un alma caritativa llegue, para consuelo poderme dar.

  Y tengo ganas de gritar ¡No hay vacaciones, ni fiesta, ni carnaval! tampoco paseos a la orilla del mar… sólo tengo la triste y monótona rutina, dentro de un habitáculo que lo llaman hospital.



  Dedicado a los que pasan, a los que sufren, a los que les duele… sobre todo a los niños, porque ellos que culpa tienen.




Nadavepo.




  

jueves, 4 de agosto de 2016

Enfermé











 ¡Enfermé!

  Enfermé como el poeta cuando escribe su carta de desamor… enfermé, por ese minuto tan valioso que perdí junto a vos.

  Enfermé sobre la roca de vuestro corazón, entre sus cañerías negras… me envenené con sus malignos jugos, preparados con minuciosa atención.

  Taimada debería haber sido vuestro nombre, oscura, opaca, oculta entre telas de araña… rocías con ácido mi garganta, no deseáis oír lo que para vos son palabras vanas.

  Insistente suena el tic tac del reloj, lo que ya no hace el tic tac de mi corazón… me dejáis crucificado a las agujas de vuestro reloj, en el limbo del tiempo, sin rumbo, sin puerto, sin salvavidas, al antojo de la oscuridad perpetua.

  ¿Amor mío dónde estás? vuelve que pensando en vos siempre estoy… que si vuestro sentimiento hacia mi ha desaparecido, quíteme el corazón del pecho y despréndalo de sus latidos.

 Prefiero enfermar y morir, antes que estar preso de vos… de rodillas le pido no me deje así, deme la puntilla y lánzame al rio de la esperanza.

  A ver si en alguna de sus orillas, me recoge un Ángel azul, que me devuelva la luz... de lo que supongo es lo que llaman vida.




Nadavepo.





  

miércoles, 27 de julio de 2016

Apenas te conozco












  Que lujo fue, sin buscarte te encontré… sobre los canales de Venecia, en una góndola de terciopelo y marfil.

  Me escribías con el mismo respeto, que le profesa el majestuoso sol al cimbreante abeto… pura cortesía, que se acrecienta día a día.

  Desde mi ventana contemplo, el canal de color azul que me lleva hacia tu luz… y tú al otro lado sin apenas divisarme, hablas pero no con el corazón y dices que apenas me conoces.

  Acaso, hay que conocerse para ver la misma luz del sol… no es verdad, que sin conocernos vemos el mismo cielo estrellado y que la luna es el espejo donde tú y yo nos reflejamos.

  Quizás, no tiene esto más fuerza que un amor maltratado… no puede ser tan puro, como el que jamás cometió pecado.

  Dime, si no se ensancha tu corazón al saber que me tienes a tu lado… que la oscuridad de mis ojos, se vuelve brillo cuando te ríes de mis vocablos.

  Para amar no hay que hablar, ni estar descalzo en el fango de un pantano… para mí, amar es sentir una brisa tuya y ponerse mi corazón a palpitar.




Nadavepo.





  

domingo, 24 de julio de 2016

Veinticuatro












  Que memoria la mía, no acordarme de este día…. el veinticuatro en tu vida, que siempre te porfía.

  Des amamantado quedo, por no aprender el credo de ese calendario perpetuo… donde brilla la magia de tu hermoso día.

  Arrástrame arena caliente, hacia donde sale el sol de poniente… para que jamás me olvide de su día. Ese que determinó su destino y me puso en su camino.

  Veinticuatro horas de azar, para que se engendrase una vida… que casualidad, el día veinticuatro se ha gestado y tú al paraíso has llegado.

  Déjame que te contemple, amor de números pares… que para sopesar tu calidad humana, todo el oro del mundo no vale.





Nadavepo.




martes, 19 de julio de 2016

Desposada












  Sabía que estabas desposada, pero aun así me enamoré de tí.

  Yo era como el sediento que va por el desierto, caminando entre gotas de agua para calmar su sed.

  Y aunque tu matrimonio hacia aguas, eras una mujer responsable que tenía miedo, a dejar de a tu marido serle fiel.

  Pero poco a poco y sin apenas darte cuenta, con tus sutiles palabras me dabas esperanza, de que nuestro amor podía ser.

  Una cosa nos llevó a la otra, y para cuando quisimos acordar, ya era imposible aquel deseo detener.

  Qué hermoso fue aquel día, en que hablando de poesía nuestros labios se juntaron sin querer. Todas mis cartas de amor fueron selladas, por un tímido beso casi por mi robado, necesario para calmar el ansia de los latidos de nuestros corazones que desbocados, pedían de la fuente del amor beber.

  Cuéntame cómo sucedió, pues yo arrastrado por la impureza del deseo, me deje perder y ahora que tú te escondes no sé cómo retroceder.

  Dimos al unísono el primer paso, muy tímidamente para entrar en la gloria del placer. Tan solo fue una vez, pero fueron múltiples orgasmos que la cabeza nos hizo perder.

  Y ahora no entiendo porque evades mis intentos, de a tu cuerpo volver a darle placer. Creo que te invade la duda, de si lo hiciste mal o quizás te de miedo no poder retroceder.

  Pero yo te rogaría, que recuerdes como de la poesía pasamos al placer, envueltos en una burbuja que aislándonos del mundo, hizo que perdiéramos el norte y entráramos en un viaje estelar donde todo lo pudimos alcanzar, aunque ahora tú de nuestra nave te quieras bajar.

  Pero aún así, te gritaré que te amo y me arrodillaré ante tu imagen, que aunque parece delicada y frágil… tiene las garras afiladas del deseo y las condecoraciones ganadas por dar suculento y puro placer.

  No pido más, que si quieres seguir con tu vida, por favor no dejes de leer mi poesía. Y aunque no quieras ser mi amante, por favor te pido…  déjame tu amistad sincera, porque sin ella puedo fenecer.





Nadavepo.




jueves, 14 de julio de 2016

Andé












  Andé y no pare de andar, buscando una playa donde en la arena un corazón poder dibujar.

  Andé en línea recta, ande en zigzag, pero sólo alcancé un acantilado de duras rocas donde un corazón no se podía dibujar.

  El mar en lo más profundo y nuestro amor en alta mar. Miro a lo lejos y ni tan siquiera diviso sirenas que te puedan avisar, que nuestro amor naufraga sin remedio. Y yo me pregunto.

  ¿Por qué razón será?

  Como en cofre hermético e insondable, la respuesta en tu corazón esta. Pero tú callas y callas, prolongando en mí una amarga incertidumbre, que como la carcoma devorándome las entrañas esta.

  Yo pido, lo que tú no me quieres dar. Una respuesta que me saque de la duda, porque esta compañía en soledad.

  Amargan mi garganta, mis monólogos hablando de piedad. Piedad que no me ofreces y que sólo en la escultura de Miguel Ángel veo reflejar.

  Si te acuerdas de algo, recuerda que te amé con respeto y sinceridad. Si eso no sirve para ablandarte, desata la cuerda de este bote y déjalo navegar en libertad.

  No seas egoísta, no me ancles en un puerto sin mar. No dejes que me oxide, abandonado sobre un cúmulo de sal.





Nadavepo.




Brisa