martes, 19 de julio de 2016

Desposada












  Sabía que estabas desposada, pero aun así me enamoré de tí.

  Yo era como el sediento que va por el desierto, caminando entre gotas de agua para calmar su sed.

  Y aunque tu matrimonio hacia aguas, eras una mujer responsable que tenía miedo, a dejar de a tu marido serle fiel.

  Pero poco a poco y sin apenas darte cuenta, con tus sutiles palabras me dabas esperanza, de que nuestro amor podía ser.

  Una cosa nos llevó a la otra, y para cuando quisimos acordar, ya era imposible aquel deseo detener.

  Qué hermoso fue aquel día, en que hablando de poesía nuestros labios se juntaron sin querer. Todas mis cartas de amor fueron selladas, por un tímido beso casi por mi robado, necesario para calmar el ansia de los latidos de nuestros corazones que desbocados, pedían de la fuente del amor beber.

  Cuéntame cómo sucedió, pues yo arrastrado por la impureza del deseo, me deje perder y ahora que tú te escondes no sé cómo retroceder.

  Dimos al unísono el primer paso, muy tímidamente para entrar en la gloria del placer. Tan solo fue una vez, pero fueron múltiples orgasmos que la cabeza nos hizo perder.

  Y ahora no entiendo porque evades mis intentos, de a tu cuerpo volver a darle placer. Creo que te invade la duda, de si lo hiciste mal o quizás te de miedo no poder retroceder.

  Pero yo te rogaría, que recuerdes como de la poesía pasamos al placer, envueltos en una burbuja que aislándonos del mundo, hizo que perdiéramos el norte y entráramos en un viaje estelar donde todo lo pudimos alcanzar, aunque ahora tú de nuestra nave te quieras bajar.

  Pero aún así, te gritaré que te amo y me arrodillaré ante tu imagen, que aunque parece delicada y frágil… tiene las garras afiladas del deseo y las condecoraciones ganadas por dar suculento y puro placer.

  No pido más, que si quieres seguir con tu vida, por favor no dejes de leer mi poesía. Y aunque no quieras ser mi amante, por favor te pido…  déjame tu amistad sincera, porque sin ella puedo fenecer.





Nadavepo.




6 comentarios:

  1. Creo que si se deja de ser amantes no se puede ser amigos. Pura experiencia.

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  2. El amor nace, no se hace y llega cuando menos te lo esperas, sin avisar. Tu manera de contar este increíble poema va mucho más allá de la razón, porque con tus sutiles palabras describes una fragilidad desmedida y un sentimiento que te traspasa el corazón. Nunca dejes de sentir mi querido Alejandro porque no existe nada más hermoso en la vida que amar. Muakkk.

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  3. Muchas gracias Marta por tan sensible comentario. Hablar del corazón es difícil, pero si hay personas a las que consigo llegar, esa es mi mayor satisfacción. Un beso querida amiga.

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Brisa