domingo, 24 de junio de 2018

Sueños












  No podría imaginar, que después de soñar miles de noches con una misteriosa cortina, al correrla no aparecieras tú. No puedo en lo más intenso del color de la nieve, obviar tus ojos rojos de loba… que dolor para mi cuerpo si no me mordieras, amamántame con tu leche de canina salvaje, dueña de Roma.

  Cuánto desvelo sobre la imagen de tu sombra, azul es el color de tus alas de mariposa. Arde mi cuerpo, cuando mi deseo sobre tí llueve, droga que me encarcela a tu voluntad… polen de amapola, donde te bañas para darle color a tus alas de mariposa.

  Iluminas dentro de la luz, mi silueta de sombras chinescas ¡cómo adoro tu indecoro dentro de tu esencia! Todos los pasajes de tu vida, ni en el mayor de los tomos se pueden recoger, ni tan siquiera en un libro de magia se pueden meter… pues el aire, la purpurina de oro no la puede sostener, sólo la puede elevar para como aguacero dejarla caer.

  Corro, no sé porqué, pero no paro de correr… desavío de mi mente que no sabe nada más que hacerme correr, para ir a verte como en un sueño, una y otra vez. Quiero apagar en tí el dolor de antaño, refugiándote en el centro de mi ser, cobijando tu mente para que el dolor en ella no se pueda establecer.

  Me llaman loco, por creer en mundos paralelos, pero es porque no saben que tú y yo, ya nos amábamos en el medievo. Mi preciosa dama, diosa de mis sueños, préstame tus cabellos de hiedra para escalar a tus aposentos… donde como mariposas del arco iris, nos apareemos.

  Vos mi princesa sarracena, volemos alto y lejos en vuestra alfombra voladora, tejida con nuestros sueños. Hagamos que sobre la tierra lluevan pétalos, para cambiar el curso de los ríos y dar magia al ser humano… y pintar lo que nunca se ha pintado, volcanes vomitando corazones, para que el mundo pueda abrazarlos, transformando en amor el odio más despiadado.



Nadavepo.
   




martes, 12 de junio de 2018

Eres de Cristal












  Me parecías tan frágil, que pensaba si te abrazaba que te podrías fragmentar como el cristal. Pensaba que tu melancolía sólo te dejaba sufrir, pero tú seguías esperando…esperando a tener cuerpo de ola, a tener sed en tu vientre, a cortejar a quien te corteja. Dibujas tus besos, ahora si a tu antojo, dejas entrar en tu cuerpo a quien te da la gana, por eso has esperado a que crean que estabas sóla.

  Qué pesado el equipaje, que lastre has soltado que casi sales volando, sólo tú puedes ser ese indescriptible amanecer, que no se puede describir, tampoco escribir, sólo la música lo sabe dibujar. Yo vuelvo la vista atrás, me parece un milagro que tu hayas cambiado, aunque no te crea tú dices que es por estar a mi lado. Cuánta fortuna la mía y la de mi extinta soledad, seguir enamorado de tu luz, que se enciende en mi corazón cuando a mi lado tú estás.  

  Tu cuerpo es abrevadero de dulzura y emoción, das calor sin pedir y pides amor sin necesidad, pues sólo el invierno en verano eres tú. Rodeo tu vientre bajo el techo de cristal, la luna nos observa calmando nuestra sed… jugamos siempre a ganar, aunque tú sabes que yo suelo siempre perder, pero ahí estás tú, la meta del que gana, del que nunca pierde ¡Que fortuna la mía por haber llegado a conocerte! Tú me haces relucir, cual estrella fugaz, cuando yo solo era sombra y oscuridad… por eso desde ahora juego a perder, porque a tu lado siempre voy a ganar.

  Pienso encontrar la manera de decirte, pero no alcanzo a encontrar como plantearte sin flores, sin joyas, sin colores, que… eres tú y sólo tú, la que ocupas mi mente. Amapolas florecen sobre tus cabellos, mariposas te cortejan como si fueras su reina, y yo te ofrezco mis manos para que las llenes de agua, para la sed saciada en mil y pico noches de amor.

  Me siento bien, como si volviéramos al instituto otra vez. Y es que estoy de plenitud absoluta, porque es un nuevo día que me da la vida, el despertar con tu luz especial, es como un sueño pero real… pero cuando no tengo nada que me haga sonreír, ahí estas tu cerca de mí. Ahora tengo a alguien a quien escribir, si no te tuviese a ti, no tendría con quien bailar, a donde ir, por quien llorar, si no estás cerca de mí, si no te tengo a ti… ¡para que quiero vivir!

 ¡Dame tu mano y abrázate a mí!




Nadavepo






Brisa