Te he deseado, te he
querido, te he amado; desde la sombra, desde lo más apartado, desde donde los
sentimientos afloran…o en un suspiro quedan apagados.
Poesía mordida entre los labios, memoria que
se pierde, como se pierden los granos de arroz derramados… me odio por haber
deseado odiar o haber cometido el más atroz de los pecados.
Ahora mi memoria se ha olvidado de olvidar, y
olvido lo que ya estaba olvidado… ¡Como añoro tu amor! el que me calentaba por
dentro en esos duros inviernos, que helado me he quedado.
Curtido por el paso del tiempo, así me
siento, así dejo mi piel la luz del sol; y sobre mi pecho un reloj, que dejo
marcadas las horas de dolor. Cuánto desamor y que poco amor, trabajo sobre el
llanto, que va dejando mi hundido corazón.
Amor que ayuda a borrar el destino, que
desequilibra mis sentidos; como puedo seguir el camino, que seguramente me
designó Dios…Si jamás te encuentro, y cuando te encuentro, eres amor de papel.
Pero que ilusiones te depara la noria de los
sentimientos, ahora aparece lo que me dará vida, un amor que la naturaleza ilumina,
por eso no tengo más remedio que decirte…
Que tu quedaste para ser creada el último día,
pues después de ti, nada mejor se crearía. Diseño único, tacto exquisito,
deslumbramiento a todo ser vivo que te rodea; porque eres efervescente como la
marea, porque surges como el oasis de la arena, por eso te amo mi mariposa,
porque sabes que te nombro así, por llamarte de la forma más bella.
Sobrenatural me
parece tu aletear, que me hipnotiza y paraliza. Alfombra roja tiene el campo
por donde tú revoloteas, porque tu belleza a todos los demás seres eclipsa;
colores interminables, polen que hechiza, toda tú eres el cuento que se
materializa. Aquí estoy para darte eternos días de vida, cúbreme con tus alas… e
introdúceme en el interior de tu sonrisa
Nadavepo.