jueves, 25 de junio de 2015

El Druida











    Soy el Druida que trepa por el árbol de tus pensamientos.

El que retira la mandrágora de tu corazón enfermo.

El que teje tu manto virginal con estrellas del cielo.
    
    Soy el que tapiza con musgo tu trono para que te sientes.

El que te extiende su alfombra de pétalos de flor, para que tus pies descalzos caminen sobre polen reluciente.

El que cose tú vestido, con jazmines multicolores de la primavera naciente. 
    
    Soy el que hace tus trenzas, con los hilos de gusanos de seda.

El que te protege de la lluvia con hojas de palmera.

El que como lobo defiende tu mágica parcela.
  
    Soy el que te instruye en las leyes de la naturaleza.

El que tu religión abraza, porque tú altar esta hecho de eternas piedras.

El que busca tu descanso, entre encinas milenarias y helecho de acanto.
    
    Yo simplemente soy, el druida que de ocres rojos se pinta la nariz para como payaso hacerte reír.





Nadavepo.






miércoles, 24 de junio de 2015

La partida de ajedrez










  No sé cómo sucedió.

  Pero para cuando quise darme cuenta, ya estaba metido en tu tablero de ajedrez.

  Vestías de riguroso negro de la cabeza a los pies,  me observabas como a presa fácil.

   Pues me veías cándido y transparente, tan blanco como a las presas que tú te solías comer.


  Me hipnotizaste mientras te desplazabas por tus cuadriculas negras, y yo avanzaba hacia tus dos torres sin apenas darme cuenta.

  Me arponeaste con tus ojos como alfiles brillantes, y como mantis religiosa entre tus garras me atrapaste.

  Para entonces yo estaba atrapado entre los corceles de tus piernas, tú ya me habías puesto los estribos y me manejabas a tu antojo, con tus doradas riendas.

  Ardua se hacia la partida, que hasta entonces tu dominabas de una u otra manera.

  Cuando era entre tus manos no un rey si no una marioneta, pude abrir los ojos y darme de tu estrategia cuenta.

Para cuando quise salirme del tablero, los peones a tu servicio no dejaban  que me fuera.

  Ahora empezaba la verdadera partida, como salir de tu encuadre sin que te percatases de mi ausencia.

  Dura fue la contienda, pues a ti no te importaba destrozar mis sentimientos al precio que fuera.

  Casi acorralado y sin armas para mi defensa, tuve que cambiar mi amable estrategia.

  Saque tus alfileres negros de mi dúctil corazón…

  ¡Y di jaque mate a la reina!





Nadavepo.






lunes, 22 de junio de 2015

Mi Doncella











  La magia de vuestros ojos, es como la luz del faro que guía a mi caballo.

  Que como sonámbulo cabalga hacia vos.

  Montura inteligente que se detiene cuando os tiene enfrente, porque os profesa el mismo respeto que os tiene su señor.

  Doncella tallada en marfil y porcelana, con dos perlas negras como ojos en vuestra cara.

  Y que reflejáis los rayos de sol en vuestra sonrisa, atrayéndome hacia vos a toda prisa.

  Para ofreceros sin límite de tiempo ni condiciones, el acero reluciente de mi espada y mi pobre y noble corazón.

  Y aunque no os pudiera ofrecer castillo, no dudéis que del frio os protegeré con mis brazos y el calor de mi amor.

Y  por vos, saltare de estado y aunque yo soy cristiano abrazare a vuestros hermanos sin reparos y con honor.

  Porque el azul de vuestra estela tiene que parar esta guerra, que enfrenta a nuestros dos pueblos sin motivo ni razón.

  Y os amare por encima de tierras, de contiendas y de religión.

  Y luchare por la paz entre nuestras gentes, lo mismo que lucho por ganar vuestro puro corazón.

  Yo no tendré fronteras y aunque vos seáis una princesa sarracena y yo un caballero teutón.

  Por encima de nuestra raza, credo o religión juro amaros eternamente a caballo entre occidente y Jerusalén.




Nadavepo.





Amaros











  Amaros a vos es como acariciar el agua al borde de la playa, acariciar el agua al borde de la playa es como cubrir de terciopelo vuestra alma.

  Amaros a vos es como amar al viento, amar al viento es como sentir la brisa de vuestro aliento sobre mi nuca.

  Amaros a vos es como amar la llama de la vela, amar la llama de la vela es como sentir vuestros labios sobre mi piel, derretirse como la cera.

  Amaros es como conjugar todos los tiempos del verbo amar, conjugar todos los tiempos del verbo amar, es como oír el eco de su voz y confundirlo con el canto de una sirena.

  Amaros en fin, es acariciar la luna desde la tierra, es rebasar el horizonte hacia las estrellas…

  Es abrazaros y que nada ni nadie pueda arrancarme de vuestra presencia.




Nadavepo.
 




miércoles, 17 de junio de 2015

Molino de viento




                                                         





   ¿Dime molino de viento?

 ¿Dónde queda la honradez de los Quijotes de antaño?

 ¿Dónde ha quedado la bondad de tantos Sanchos? 


  Que pocos caminos de tierra quedan, que tristeza de sus vidas al ver tantas blasfemias.

  Rocambolesca historia sin pecados, la que el señor hidalgo ha llevado.

  Impertérrita inteligencia la del noble Sancho, que se mueve como la rana de salto en salto.

  Dulce inocencia la de nuestros tiernos y maltrechos personajes, que desgarran sus ropas intentando mejorar su mundo tan miserable.

  Sus cabalgaduras son el espejo de la fidelidad enconada, de un jamelgo famélico y un asno siempre enfadado.

  Como estandarte el alma de un galgo demacrado, que vaticina cada capítulo en este libro narrado.

  A su manera ambos luchan por salir airosos de cada aventura, y aunque el fracaso está siempre presente, ellos avanzan sin detenerse.

  A uno lo motiva el olor a azahar de su amada y al otro una familia pobre pero honrada.

  Resumir esta historia narrada entre castillos palacios y zonas encantadas, es tan difícil como contar su largo viaje entre dehesas, montañas, valles y vaguadas.

  Y aun como hoy nos cuenta tan bella historia, que hay gente que se preocupa por tu bienestar ante cualquier problema o adversidad.

  Que lastima que la locura por amor o por amar no solo a una persona también a la humanidad, te pueda llevar a hundirte en el fondo de tu mar y mueras por no poder respirar.




Nadavepo.





lunes, 15 de junio de 2015

El Búho










  Mi aventajado y plumífero amigo.

  Tu majestuosidad infunde el más honorable respeto.

  Ojos grandes como platos, observan todos los secretos de las noches de ahora y del pasado.

  Orejas puntiagudas como antenas, para oír y aprender lo que aún no han aprendido los mejores letrados.

  Te observo y me quedo prendado, de ese pico que se posa en tu cara curvado, dándote un aire de profesor respetado.

  Tus garras son raíces a la tierra ancladas, que sostienen el dogma de la sabiduría encuadernada.

  Por eso para mí siempre serás un alumno aventajado, porque nos relataras historias del presente y de nuestros antepasados.





Nadavepo.






viernes, 12 de junio de 2015

Y tú no estas











Un nuevo año está pasando.

¡Y tú no estás!

Y no estarás en la nueva primavera…

Para que me rocíes con tus perfumes.

Y pasare el caluroso verano…

Hambrienta y sedienta de ti.

Y me abrazare a las hojas de otoño…

Para sentir tu más presente calor, aunque tú ya no estés.

Y se cerrara el círculo con el invierno…

Y yo sin ti, moriré de frio y dolor.




Nadavepo.





domingo, 7 de junio de 2015

Quisiera ser











 Quisiera ser, el cabello que mientras duermes se posa en tu cara.

El sorbo de café que bebes cada mañana.

La harina que amasas entre tus palmas.

Quisiera ser, la arena por donde andas.

El pecho que en mis sueños te amamanta.

La estela del barco que rocía tu cara.

Quisiera ser, el agua de la fuente que besa tus labios.

El flujo de amor que viaja por tus entrañas.

La sombra que al andar te acompaña.

Quisiera ser, el sueño más feliz que te despierta.

El pecado que nunca confiesas.

La golosina que hace que pierdas la cabeza.

Quisiera ser en fin, tu edad y el tiempo que te queda…

Y el espacio que ocupas aquí en la tierra.





Nadavepo.





viernes, 5 de junio de 2015

Mi Dama












Mi Dama habla a través de sus poemas.

Con tan gráciles palabras, que su eco ondea sobre las aguas de todos los mares del planeta.

Transmitiendo luz y esperanza a todos los náufragos desorientados de la tierra.

Las mariposas a su paso le rinden pleitesía.

Y las amapolas son sus damas de compañía.

Sus cabellos dorados, son los rayos del sol que dan color al día.

El trino de los pájaros es el himno de su reino de fantasía.

Trono de polen acolchado de margaritas, sostienen la gratitud de mi dulce dama desconocida.

Y yo me arrodillo ante ella como paladín plateado, y le ofrezco mi espada para velar por sus sueños encantados.

¡Ama mi Dama! ama como nos ama la luz del día.

Porque tu amor es como la divina lluvia, que fertiliza los corazones yelmos.

 Llenándolos de brotes frescos, que los hacen florecer cada día.





Nadavepo.








miércoles, 3 de junio de 2015

Déjame idolatrarte









Mujer déjame idolatrarte como si fueras una santa.

Mujer déjame amarte porque estas llena de bondad no condicionada.

Mujer déjame acurrucarme constantemente entre tus faldas.

Y aunque nada de estas tres cosas pasara, no dudes que yo te amara.

Porque para mí más que una mujer eres una diosa encantada.

¡Gracias madre por ser en mi vida un halo de luz y esperanza!





Nadavepo.




lunes, 1 de junio de 2015

Una vez más










Una vez más, me siento ante el ordenador.

Abro la última conversación que tuvimos.

Son palabras que he sido incapaz de borrar aún.

De ellas se deduce, que se ha acabado nuestra historia de amor.

Una historia que por lo menos para mí, era hermosa y yo pensaba que inacabable.

De repente sentí la necesidad de añadir algunas letras, suplicándote, rogándote, implorándote.

¡Pero no fui capaz!

Lo único que conseguí fue derramar unas lágrimas.

Una de ellas cayó en el teclado sobre la letra D.

Aquello me pareció una premonición, D de desamor, desazón, dolor.


Lo que jamás entenderé fue tu punto y final, lo vi abstracto, surrealista.

Seguramente tú como autora de ese final lo entendías perfectamente, en definitiva era tu obra.

Pero yo neófito en arte surrealista y absurdo, no entendí nada de nada.

Quede anclado al vapor de la desesperanza y navegando sin rumbo.

Hasta que un día, una buena amiga me dijo que visitara el museo de la vida, un museo según ella lleno de cuadros realistas con toques de frescura y coherencia.

Y tenía toda la razón, los cuadros que allí se pintaban tenían una gama de colores interminable.

Aquel día borre la última conversación que tuve con una artista, absurda en sus formas y con finales abstractos.




Nadavepo.





Brisa