miércoles, 13 de diciembre de 2017

Mis pensamientos










 Eres mariposa de alas grises, que escribes los renglones de tu historia, con pluma negra… Permite que te dedique  estas palabras, escritas con tinta de color, para que vueles a pleno sol, saliendo de la desesperación de no encontrar calor. Porque yo te aportare ese valor, gritándote una y otra vez… ¡Te quiero amor!

  Tuve que utilizar como filtro un pétalo de flor, para que al mirarte no me cegara tu belleza…No perdí los ojos al contemplarte, pero si perdí el corazón, al no poder filtrar aquel hermoso pétalo de flor, tu egoísmo de falsa princesa.

  A tu lado me siento un diminuto David, a los pies del gigante Goliat… En un principio fue, por tu belleza, por tu elegancia, y no sé por cuantas cosas más. Ahora me siento aún más pequeño a tu lado, porque no sé cómo de ti poderme separar, para no acompañarte en tu carrera, hacia ser de lo más interesada, despiadada, y no sé cuántas cosas más.

  Exponerme a ti, al equilibrio que representas, a la estabilidad que me das, a tu forma de pensar… Es como exponerme al sol, que me da vida, que me reconforta con su calor, y que me ilumina con su candor.

  No malgastes tu tiempo, escribiéndome una extensa carta. Solo dime, que ya has empezado a volar… Con esa pequeña frase, todo se entenderá.




  Sin palabras quedo, ante tus escritos bandoleros… que me roban los sentidos, desnudando hasta mis sentimientos.

  Gloria al bienestar que me das, a la efigie que no paro de acariciar. Gloria es donde tu estas, en la tierra o en la mar... Gloria es en fin, todo aquello que tú puedas tocar.

  Un pensamiento impuro… todas las delicias que provocan en mis noches, las imágenes de tu cuerpo desnudo.

  Te conocí una tarde, al borde de la primavera. No en una ciudad, si no en la rivera de una pradera.  Allí sellamos nuestro amor, y como testigos… Un ejército de espigas, cuatro amapolas, y una solitaria encina.

  A través de la cortina, que forman las gotas de lluvia sobre el cristal,.. Veo pasar un ángel, hermosa criatura, forjada de porcelana, marfil y cristal. Que como esponja, absorbe todos los colores al caminar, dejándonos a oscuras, sin luz y sin belleza a la que contemplar. Desde ese momento, supe el significado de la palabra ¡Amar!





  Acuérdate de mí.  De aquellas tardes cogidos de la mano, aunque paradójicamente ahora para ti, yo sea un extraño. Acuérdate de cuando enfermabas, quien te reconfortaba en su regazo. Recuerda, las ilusiones que teníamos, las mismas que compartes en el día de hoy, con otro ser humano. Dedícame un pensamiento; a mí, al niño, al poeta, al que ahora te resulta tan extraño. Recuerda que yo seguiré apostando por ti, por tu felicidad, por tu bienestar, aunque ahora te encuentres en otros brazos.

  Marcas silueta, marcas tacones, marcas de Afrodita la fachada… Que sensual es verte venir hacia mí, contoneando tus caderas con la majestuosidad de una gacela.

  Anoche, mirando por la ventana, observe como la luna y el mar se besaban. Sabía que tú desde muy lejos, también los contemplabas… Que rabia, no poder atravesar la luna, y aparecer sobre tus labios. Y que fuesen la luna y el mar los que nos miraran.

  No existe un acoplamiento más perfecto, que el de dos enamorados cuerpos. Rozan la perfecta armonía, cuando danzan por el día. Tienen la máxima compenetración, cuando pasean bajo el sol. Y rozan la divinidad, cuando besos se dan… Pero su mayor logro, es la sincronización, cuando hacen el amor.

  Maravillado quedo ante el espejo… Sabiendo que mi reflejo eres tú.




  Quede sorprendido, al descubrir… Que siempre eres adorable, aun bajo la oscuridad de una enfermedad.

  Una dulce rosa, una copa de champan, dos entradas de amor…  Cine que forjamos, cuando respiramos, porque los espectadores saben, que locamente nos amamos.

  Gracias siempre, un día detrás de otro. Por tus bonitas letras, por tu forma de detectar mi tristeza, por saber darme desde la distancia cobijo en tu alma… aunque tú, tengas destrozadas las entrañas.

  No profundices en el dolor… o te volverás parte de él, esparciéndolo en los que tienes a tú alrededor, y no tienen culpa.

  Sonidos musicales, que me despertaron esta mañana. Son cantos de bellos pájaros, que alimentan mi alma… pero lo más dulce ha sido el colofón, que era oír tu voz adornada con la clave de sol.




  Difuminada veo tu cara, en la distancia del tiempo… Pero aunque llegue a borrarse, lo que jamás se borrara, son aquellos tan bellos recuerdos.

  Eres la ola más perfecta, la que me sube a su cresta, la que hace que pierda la cabeza… Eres la espuma que rompe, que eclipsa el horizonte, la que me despierta, haciendo que tenga los pies sobre la esponjosa tierra… Eres la diosa eterna, que baña toda la tierra, creadora de sueños inagotables;  por eso consigues que ame, hasta el más pequeño ápice de tu carne.

  No se puede ahogar, a quien amor te da. No puedes ajar, con quien retoños germinaras. No se puede maltratar, a la que a tu lado esta. No se puede asfixiar, a quien de sus entrañas oxigeno te aportara… Si eres violento, y la belleza no la sabes respetar, abandona a esa flor, dejándola respirar.

  Danza desaforada, que mi cuerpo sacude, como el látigo de las bestias cuando cruje. Remolinos sin tregua, que hacen que tiemble, perdiendo el sentido de mis piernas… Fragancia azul, es lo que cuando bailamos abrazados, desprende tu cuerpo, desprendes tú.

  El reloj me hace aullar, cuando la luna llena esta… Sera por su ring, será por su despertar, o será porque mi cara entre tus piernas esta.


Nadavepo.







jueves, 7 de diciembre de 2017

Corazón Roto












    Que quedan de aquellos recuerdos rotos, de amores tiernos que te dejaban sin aliento, de relaciones sinceras que no sabías cuidar, y desaparecían cuando subía la marea. ¿Que queda?

    Cuanto amor roto, cuanta desolación en un sólo rostro. Qué manera de quemar la vida, por supuestos amores que contaminan, que negra se te torna la edad  después de tanto desesperar.

   Cariños depravados, que sólo han sido simulados, rompedores de sueños, siempre con la ilusión de que fueran eternos.

    Corazón machacado, por no haber sido amado, por no tener alguien a su lado, que sepa sincronizar su compás descompasado.

   Amor que creías infinito, que sólo te llevo a un laberinto, de oscuridad y simbolismos, y en el centro un cadalso donde te troceaban el alma a pedazos, rompiendo cristales ya rotos por el fracaso.

   Una rosa llevo en mi pecho, intentando que me de color, para intentar borrar el negro que llevo en mi corazón. Fragancia voladora, que se posa en quien correspondido en el amor percibe, no te detengas en mí y perfuma a quien en el querer sea libre.
  




Nadavepo.



domingo, 19 de noviembre de 2017

El vidrio de color












    Vidrio blando, vidrio fuerte… no sostengas el color de la muerte.

  Vidrio opaco, vidrio transparente… no delires como el que tienes enfrente.

  Vidrio blanco, vidrio oscuro… no pretendas predecir el futuro.

  Vidrio fundido, vidrio pegado… no imites al que tienes a tu lado.

  Vidrio de escaparate, vidrio de espejo… aguanta, hasta que no tengas pellejo.

  Vidrio rosa, vidrio azul… haz siempre lo que quieras tú.

    Ya lo dice el dicho: nada es verdad, ni nada es mentira, todo es según del color del cristal con que se mira.

    Así, que yo pondré en mi vida un vidrio de color… Y partir de ahí, hasta que mis ojos dejen de ver el sol.





Nadavepo.




lunes, 16 de octubre de 2017

Sin piedad













   Que puedo decirte, que puedo escribirte, que puedo dibujarte. Indícame el camino para llevarte a la felicidad. Estas ausente, casi no me conoces, sólo te agarras a mi mano para que te ayude a caminar.

  Tus palabras son bucles, de donde yo no te puedo sacar. Te canto para hacerte recordar, y tú no recuerdas sólo sabes cantar. Acomódate en mi hombro, que yo ya lo hice en el tuyo ayer, quiero que me digas, lo único que sabes decirme una y otra vez…

   “Te quiero”.

  Si no lo puedes en tu memoria retener, olvídate de mi nombre, olvídate de mí ser, pero no dejes de usar nunca la palabra querer.

  Siempre has sido golondrina abierta, al raso del amanecer, cumbre anieblada al medio día, y bosque profundo al anochecer. Como se olvida la esencia, como te olvidas de tu propio ser.

  Pululante tu cuerpo, lleno de heridas provocadas por el no saber, porque tus neuronas te han abandonado, porque el rio se secó ayer. Diré tu nombre una y otra vez, por si llego hasta la oscuridad de tu cueva, poder dibujarlo en la pared.

  Que gris se queda mi alma, cuanto te veo apagada mirar por la ventana, sin saber lo que fuera ves. Con Dios quiero hablar, de esta sin piedad, y hacerle un último ruego por ti mamá.

  Clávame en tu cruz, rómpeme los huesos, tritúrame en cenizas… pero por favor, no dejes que se vaya sin una mirada con luz, sin esbozar una mágica sonrisa.





Nadavepo.




lunes, 2 de octubre de 2017

Sin Tierra












  Conforme me acercaba, el aroma a muerte se respiraba más intenso. Veintitrés pasos más, y cuando por fin llegué a la altura,  el olor a tierra quemada era insoportable.

  Estaría él allí, o unos cientos de metros más adelante, donde el perfume a destrucción había desaparecido, y las chispas del sol se reflejaban en el plácido río.

  Qué triste es tener que elegir, de qué manera morir… si quemado o ahogado en el ancho río. ¿Quién perdió más, el pirómano o el que contempló de negro, el bosque teñido?

  Nos quedamos sin tierra, por comportarnos como alimañas sin seso concebido, que difícil parece ser… entender que sin tierra no nos quedarán suspiros, ni lágrimas de regadío, ni tan siquiera cuatro pontos para poder cruzar el rio.

  Apóyate en un tronco, que de dolor se presenta retorcido. Pero ten cuidado, que ya no es madera, es carbón entumecido… y si te descuidas, se desmoronará y caerás al indignado rio.

   Y ya no podrás elegir, entre morir quemado o ahogado en el río. Estarás olvidado,  como el que se arrodilló a la orilla del río, que no pudo beber, y ni tan siquiera refrescar su nuca, porque el fango todo lo había invadido.

  No lo encontré, había desaparecido,  que rabia, que cruel fue el destino… pues con mis manos lo hubiera asfixiado, ni quemado, ni en el rio. 




Nadavepo






viernes, 29 de septiembre de 2017

El Tesoro











  Hace mucho tiempo, me encontré un tesoro. Y no estaba dentro de una cueva, ni tampoco en las profundidades del mar, en un galeón atrapado.

  Un maravilloso día descubrí un tesoro. Y no estaba enterrado,  ni tan siquiera en un pozo guardado.

  Un hermoso día, encontré mi tesoro paseando por las calles de la ciudad. Relucía como el sol más radiante, aunque la oscuridad estuviese delante.

  Como brillabas amor, tanto como la punta de un diamante. Rozabas la luna y la apagabas al instante, que pétalo, que flor, que tesoro más alucinante.

  Acaricias las estrellas, y las llevas adornando tu cuello, como si fueran perlas, del nácar más apasionante. Ojos de rubí, pestañas de jade, que preciosidad verte y poder tocarte.

  Que afortunado fui, al encontrar un tesoro que todos contemplasen, pero que yo fuese el único que pudiera besarte.  Y sin ser esmeralda, ni oro, ni plata, ni flor de cristal… eres para mí lo más adorable.
 


Nadavepo. 




lunes, 11 de septiembre de 2017

Pensamientos












  Me arrastro dentro de la oscura noche, entre tus pensamientos dorados y mis deseos nacarados. Ni tan siquiera puedo susurrarte, para no despertarte  estropeando tu plácido sueño. Me conformo con verte dormida, porque contemplar tu cara me ilumina el alma, y tu respiración el ritmo de mi corazón determina.

  Pobre de mí si algún día pierdo tu luz, porque me hundiré en la oscura ciénaga… donde ningún color pinta y la ilusión pierde toda su tinta. Ya soy yo, el que es arrastrado por la oscura noche, entre los pensamientos más aterrados y descarnados, que mente humana pueda sostener.

  Necesito la luz de uno de tus pensamientos, para que de esas arenas movedizas me ayudes a salir. Por eso te pido un último esfuerzo, y como faro que alumbra el camino, enciendas un recuerdo dedicado hacia mí, para poder guiarme y de las penumbras poder resurgir.

  Y no quiero destrozar mi vida, por eso te prometo que si me llevas hasta el amanecer del día… expresaré mis sentimientos lanzándolos al viento, para todo el que los quiera oír.

  En ellos contaré la historia de lo que fué nuestra vida, entre el mar y la colina donde me hiciste tan feliz. Y como epílogo, la descripción de la mágica morada donde te conocí.

  Lino dorado, gasa marfil, tul azul,  esa es la vaporosa casa donde habitas tú.





Nadavepo.




sábado, 19 de agosto de 2017

El Autómata












  Acuérdate de mi cuando estés pensativa. Recuerda que no puedo esbozar ningún llanto, ninguna sonrisa, que tampoco puedo sentir el frescor de la brisa.

  Labios desdibujados me has dejado, hasta una mirada distante y fría, que poco me quejé cuando me maltratabas y yo pensando que me querías.

  Frio y gris he quedado, como el acero mal tratado. Inocuo para tu salud, veneno para la mía. Como quiero poder levantarme, pero el pesar del dolor es tan pesado como mi armadura.

  Ni entrañas me quedan, quedé vacío como el interior de una cueva. No puedo sentir ni rabia, ni impotencia, me conformo con poder mirar el brillo de las estrellas.

  Mundos lejanos me esperan, donde todos giran hacia la izquierda. Por locos los toman, pero sólo son almas que deambulan perdidos entre las tinieblas.

  Que será de mí… quedaré mudo, quedaré sordo, o me convertiré en el retrato de un corazón en pena. No siento, no padezco, sólo soy burbuja que con el vaivén de las olas tiembla.

  Acuérdate de mí cuando yo desaparezca… porque sentirás frio, no tendrás consuelo, y tu corazón se volverá de piedra. Porque jamás encontrarás a nadie que con mi desinterés te quiera.

  Te caerás muchas veces y cuando te levantes, pensarás que vuelas. Pero tus vuelos serán tan cortos, que no podrás salir, del pantano de la tristeza.

  Y aún así y cuando más desamparada te veas… yo estaré aquí como robot, que aun sin corazón, velará por ti todo cuánto pueda.




Nadavepo.






lunes, 31 de julio de 2017

Espejismo













  Que terror recorre mi piel, erizando mi vello y provocándome inmensos escalofríos. Terror a lo desconocido, terror a atravesar el desierto candente y vacío.

  Que pequeño me siento, soy un grano de arena en este profundo espejismo. Busco amor y sólo encuentro cataclismos, camino descalzo entre espinas de rosas… que no son rojas, sólo están teñidas de mi sangre sudada en el camino.

  Paso a través de una puerta sin dintel… y al otro lado, ningún oasis, ningún riachuelo, ni tan siquiera unas gotas de rocio; yo cada vez estoy más perdido.

  Déjame paso, tremenda roca que bloqueas mi caminar… déjame paso, o sólo me quedará tirarme al vacío, apiádate de mí, que no tengo techo, ni comida, ni abrigo. Que sólo busco un poco de calor de hogar, donde está ese amor que tanto ansío.

  Sol achicharrador, viento abrasador, espada afilada del destino… acaba con mi vida, que estoy débil, cansado y abatido. Quiero desaparecer antes que llegue la noche, pues no quiero soñar ni una vez más, con ese amor prometido.

  ¡Amor que juró, amor que se desapareció por el camino!




Nadavepo.
 





lunes, 29 de mayo de 2017

Rézame la palabra Amor












   Con doce años, en una clase de religión. El señor sacerdote me pregunta…
¿Qué es el infierno Alex?
   Yo respondo.
Estar lejos de ella.
  El sacerdote queda extrañado, parece no entender. Por lo que vuelve a preguntarme.
¿Y la gloria?
  Seguro de mí le respondo.
Estar en sus brazos.
  Cuando alcanza a comprender de lo que le estoy hablando, me contesta muy aireado.
Sal de clase, quiero que vayas al despacho del director. Y por supuesto hasta que no rectifiques, tendrás suspensa la religión.
  Antes de salir del aula, me vuelvo dirigiendo mi mirada hacia sus ojos, y le fulmino con unas palabras.
Ustedes predican el amor hacia tus semejantes, predican la unión entre dos personas. Pero ahora que usted ve el amor puro entre dos adolescente, en su cabeza y en sus retorcidas entrañas sólo ve perversión y lujuria. Probablemente será por la represión a la que usted ha estado sometido. O no, puede que usted lleve en sus genes el sabor a la envidia de ver a los demás felices. O quizás su amargura no tiene precedentes… sea lo que sea, le diré que jamás podrá empañar un amor inocente, con sus amenazas manidas por los años. Y si considera suspenderme, suspéndame aquí y ahora, porque también me tendrá que suspender en la otra vida. Porque ni usted ni nadie, impedirá que la ame tan limpiamente como sus ojos no son capaces de ver. La amaré por encima de todo, hasta por encima de Dios, y si eso me condena al infierno, sepa usted que hace tiempo que estoy ardiendo… pero de frenesí, de gozo en el alma, de mariposas aladas atravesando mi estómago.
  Sé que mi suerte, es no vivir en la época de Torquemada. Porque seguro que me hubiese mandado a la hoguera, pero le recalcare que ni trescientas hogueras me harían desistir, de conjugar el verbo amar por ella, querer por ella, desear por ella, y una cosa que usted jamás podrá sentir… sufrir por ella.
  Acabado queda mi discurso, y si por un atisbo de esperanza algo le llego al corazón, me sentiré orgulloso de haber sembrado la semilla de la compasión en su persona.



Nadavepo.




martes, 23 de mayo de 2017

Mi Barca











  Quiero una barca que no esté amarrada, que no tenga dueño, con la cual poder surcar los océanos en inocente libertad.

  Quiero una hermosa barca, en la que su proa se pose sobre la arena y su popa descanse sobre la mar.

  Quiero una preciosa barca, que no tenga nombre, y ni tan siquiera se pueda bautizar.

  La quiero, con la atracción con la que el acero es atraído por el imán. La quiero sin velas, desnuda como nació, que yo pondré los remos en los que se pueda apoyar.

  Guíame barca mía, sobre una estela que nos lleve a un apreciado final, donde las tortugas nos saluden alegremente y los flamencos no nos dejen de reverenciar.

  No quiero pisar tierra, sólo quiero contigo en alta mar estar. Por techo  tendremos las estrellas y por suelo el infinito mar.

  Quiero descansar sobre tus cuadernas, mientras el rumor de las olas con sus nanas nos adormecerá. Y cuando llegue el amanecer, un horizonte nuevo me dibujarás... Para recordarme, que en esta vida sin ti no quiero estar.  





Nadavepo.





lunes, 27 de marzo de 2017

El Piano












  Este cuento comienza en un dorado desierto, donde el sol calienta hasta su punto más extremo.

   Anda sonámbulo  el superviviente de un avión perdido, sólo algunas zonas de su piel son tapadas por andrajosas ropas, quemadas carnes que parecen estar sacadas del asado de unas brasas. Rojeces de dolor insufrible, labios quemados por la desesperación de la sed que padecen, piernas cansadas por los cortos pasos que va dando, clavándose sobre las dunas. Manos irreconocibles, de treinta años que  se confunden con los setenta y tres. Barba enredada como zarza, de corona de un suplicio ya escrito. Ojos que aunque nubios, no están adaptados al desierto.

  Sus pensamientos son lo único que le queda intacto en tan duros momentos. Sus piernas andan sobre abrasadora arena, pero sus sueños caminan sobre cartulinas de colores.

  Una nube, seguramente perdida por tan crudos lares, tapa como paraguas su endeble y ya frágil cuerpo. El levanta muy despacio su cabeza y mirando hacia el horizonte vislumbra un punto negro, cree creer lo increíble al oír una música que le es muy familiar, es una melodía que compuso a los quince años.

  El, nota en sus extremidades una fuerza que hace días lo habían abandonado. Anda casi erguido, la cabeza avizora intentando no perder de vista aquel punto negro, de donde sale tan conocida música.

  Siente que camina deprisa, aunque la realidad es otra. Avanza a un ritmo de diapasón cansado, pero seguro. Su firmeza lo lleva casi en volandas por el deseo de llegar al punto de donde parte la música.

  Siente como la ilusión lo abraza y casi lo hace flotar, cada vez está más cerca del objeto. Ya no le parece un espejismo, ya va tomando forma.

  A unos tres metros queda paralizado, está ante un piano de cola al frente del cual hay una dama, vestida con una túnica de tul blanco. Desde su posición, sólo puede ver sus largos cabellos negros y unas blancas manos. Colores que identifica las teclas de un piano, pero que él está viendo con una claridad absoluta.

 Queda maravillado de la acústica que tiene, allí en aquella llanura interminable, donde sería casi imposible oír una nota musical. Ve como aquellas manos de ángel acarician unas teclas de marfil, que presionan sólo con pasar su calor corporal. Gratos recuerdos llegan a su mente, mientras contempla como dicha dama danza sobre la música, creando magia acústico-visual.

  Entra en trance oyendo su propia composición, la primera de tantas bellezas que salió de su mente y de sus manos. Los movimientos de aquel ángel tocando el piano, lo evaden del dolor, del cansancio, del hambre, de la sed. Partitura casi inacabable, aunque como todo tiene su fin.

  Cuando acaba, se dirige a la dama para agradecer lo que él cree será la última visión de este mundo, al tocarle el hombro se gira la mujer y al verle la cara entra en shock desmallándose.

  Cuartel avanzado, de las tropas españolas en Afganistán:

  Dos soldados de la operación de rescate, comentan lo sucedido: 

 Javier- Que suerte ha tenido este hombre, lo hemos rescatado en sus últimos instantes.

  José- Desde luego, unos minutos más y lo hubiéramos perdido.

  Javier- Es curioso, lo que balbuceaba mientras veníamos en el helicóptero, me impacto bastante. ¿Tú oíste lo mismo que yo? 

  José- Claro, no paraba de repetirlo. Vino  todo el tiempo diciendo: Gracias mama, gracias por enseñarme música y volar a través de ella para salvarme.

  Javier- Creo que aquí se cumple el dicho” la fuerza de voluntad mueve montañas”

  José- Creo que en este caso, no ha habido dichos ni fuerzas sobre naturales, solo un amor de madre, que ha vuelto desde el cielo para darle una segunda oportunidad.





Nadavepo. 




sábado, 4 de marzo de 2017

Pequeño














 Que pequeño me siento, y aún más diminuto me hago, cuando te veo tumbada en la cama del hospital. Acorralada por los miedos, débil por la enfermedad, hundida en la tristeza de una lucha que no sabes si ganarás.

  Imploro, ruego y me devano los sesos sin poder pensar… que triste y sola en tu interior estás, ni incluso yo con las palabras más relucientes te puedo consolar.

  Aún así, sin fuerzas, sin ganas, con toda la debilidad del mundo, no eres capaz de dejarme de amar… como te miro intentando, mi pena disimular.

  Cuántas lágrimas derramo, por un milagro que pudiera suceder… como te quiero en la tristeza, como te quería en la alegría de ayer.

  Rompe mi corazón señor, que no es el que se forjó de roca a los veintitrés… con el tiempo se pulió en cristal, y que ahora late entre el dolor y la pena, esperando que llegue el momento en que se pueda fragmentar.

  No te digo adiós, porque algo bueno sucederá… estarás a mi lado, aunque sea al otro lado del cristal. Tú te iras por la noche y cada mañana regresarás a nuestro hogar.

  En esta vida, se pueden romper todos los vínculos, menos el de amar… que clara veo ahora nuestra vida ¡aquí o detrás del cristal!





Nadavepo. 






martes, 21 de febrero de 2017

No se explicarme mejor













 Como se me encoje el corazón, de verte tan pequeña, tan frágil, tan desvalida. Cuanto quiero, más no puedo estar en tu lugar, para padecer lo que tú padeces, para protegerte de tus miedos, para mimarte de una forma desmesurada.

  Quiero abstraerte de este mundo duro y cruel, más me es imposible. Como quisiera que esta vida fuese un cuento, donde el bueno vence al malo, donde todo acaba felizmente, donde tú y yo podríamos vivir en el lugar más idílico del mundo.

  Quiero alumbrarte, de esta oscuridad tan cruel que nos ciega, más impotente me siento. Como quisiera ser el descafeinado que besa tus labios y siempre te sienta bien.

  Quiero calentar tus frágiles venas, de este frio y crudo amanecer, más indefenso quedo ante tanta nieve que no deja de caer. Pido ser leña del más cálido árbol, para calentar tu ser.

  Te amo, de una forma casi invisible, casi imperceptible, casi abstracta… por eso nadie lo nota, solo tú sabes que te amo con toda la fuerza de Urano, con la infinidad de nuestra galaxia,  con la pasión del rojo Marte, con la dulzura del principito y con la armonía del vuelo de las mariposas.

  Déjame cuidarte, hasta que los siglos se acaben, hasta que el universo desaparezca, hasta que la última luna, se derrita sobre el último ocaso de la tierra.

  Déjame amarte sin florituras, quererte sin aspavientos, desearte sin babear… déjame en fin, morir a tu lado simplemente abrazados y cogidos de las manos.



Pd:

  Para el amor que no nace, para el amor que se forja y crece, para el amor que no desaparece, para ti mujer de corazón amable.




Nadavepo.





    

martes, 14 de febrero de 2017

Vivir en ti











  
  Deseo vivir en ti, que mi corazón se llene de tus sensaciones. Deseo vivir en ti, me da igual tu credo, tu color o tus condiciones.

  Deseo morar en ti, que mis ojos traduzcan tus colores. Deseo morar en ti, no me importa tu valor, tu fuerza o tus temores.

  Deseo anclarme a ti, que mis riñones filtren tus emociones. Deseo anclarme a ti, no me importa si corres, si saltas o si vuelas.

  Deseo ver la luz del sol cada día, me da igual que sea a través de ti, de tu vecino o de tu amiga. Quiero vivir dentro de muchas personas, quiero andar descalzo, correr desnudo o danzar sobre la lluvia.

  Quiero vivir después de la muerte, de tu mano, de la de él o de la de ella. Quiero vivir, haciéndoos la vida más placentera.

  Y después de muerto, solo encontré esta manera de volver… por eso soy donante de mi cuerpo, de mi tiempo y de tu espera.






Nadavepo. 




sábado, 28 de enero de 2017

Árbol












   Árbol, que con tu savia me amamantas, que con tu corteza me abrazas, que con tus raíces forjas en mí, el credo de la constancia. Nazco ciego en tus entrañas, y hasta que vuelo tu eres mi fortaleza, mi esperanza.

   Árbol, que con tus brazos das curso a los ríos, y con tus pulmones oxigenas mi alma. Confortado en tu sien estoy, mientras tú la roca abrazas.

  Querido árbol, que con tus tentáculos profundizas hasta donde no hay quebrar, ni maldad, ni se asoma la desesperanza. Es ahí,  hasta donde tus raíces alcanzan, es ahí donde quiero tener mi última morada.

  Brama mi quejido, mi aliento te aclama, y rezo por que no desaparezcas, porque los hombres vuelvan a su cordura, y no te claven el hacha. Dejad que crezca, contemplar como ama, y dejar que la vida vuele por sus ramas.

  Episodio amargo, cuando talan tus piernas y  mueres entre la oscuridad y el fango. Tu muerte arrastra a mil muertes más, y estos imbéciles todavía no se acaban de enterar.

  Y si tú mueres, yo quiero morir a ti abrazado, dejando que mi corazón se apague mientras tus hojas se van secando…  y los dos abrazados en nuestro últimos suspiros, demostraremos a los seres humanos, que al perderte a ti, perderán la esperanza de dejarle a su progenie, un mundo más sano.





Nadavepo





Brisa