miércoles, 30 de diciembre de 2015

Eco de Navidad













  Somos tres amigos, intrépidos, deportistas y aventureros. En nuestra juventud, siempre apostábamos quien pagaría la cena de navidad, para ello, todos los inviernos nos poníamos algún reto para cumplir, el que no llegaba al objetivo pagaba dicha cena.

  Este año será muy especial, pues llevamos cinco sin vernos. Ansío hablar con ellos, tengo tantas cosas que contarles, además espero anhelante para saber el reto que imponen para estas fiestas.

  Ayer quedamos para tomar unas cervezas, me alegró enormemente verlos tan estupendos, después de varias horas de charla, hemos quedado para mañana con un reto muy especial por cumplir. Cuando me dijeron de lo que se trataba, me quedé estupefacto y ahora os explicaré por qué.

  Quedamos en buscar el más bello eco, creo que ellos jugaban con ventaja, pero no me importó, como economista me gustan los retos difíciles.

  Llego el gran día, después de desayunar, Daniel que es actor, nos llevó en busca del mejor eco. Para ello nos invitó al teatro donde representaba su última obra, nos sentó a mitad del graderío, mientras él desde el escenario recitaba un poema precioso, cierto es que su voz retumbaba en toda la sala dejándonos entusiasmados a la vez que preocupados, de cómo superar aquel reto.

  Javier que es músico, fue el segundo en querer afrontar tan difícil prueba. Nos llevó al auditorio donde ensayaba sus partituras, la verdad es que aquel recinto tenía una acústica preciosa, lo que hizo retumbar las notas de su piano con tan bella melodía, que nos dejó impresionados.

  Te toca, dijeron mis amigos algo presumidos, en el fondo pensaban que yo pagaría dicha cena.

  Sin más dilación los lleve a casa, quedaron sorprendidos al ver mi decisión, pensaban como podría ganar la apuesta de esa forma, seguro que habían imaginado que los llevaría a algún valle y pegaría un grito.

  Los senté en el salón, tomábamos unos refrescos y ellos me miraban atónitos mientras charlábamos, yo no hacía nada mientras ellos estaban como esperando. De repente, se oyeron unas llaves meterse en la cerradura de la puerta de casa, yo me lleve el dedo índice a los labios, haciendo el gesto de silencio, mis amigos quedaron callados como estatuas.

  Al abrirse la puerta, se oyó el eco del más bello poema jamás escrito “Alex estas en casa”, su timbre invadió las estancias de toda la casa, Javier y Daniel quedaron absortos, su voz embriagaba.

  Volví a señalarles con el dedo que siguieran callados, de nuevo sonó la más impresionante de las melodías “Alex estas en casa”, sus notas musicales envolvían nuestros oídos, su eco rebotaba en todas las paredes dejándonos extasiados. En ese momento fui a contestarle, pero fueron esta vez mis amigos los que mandaron guardar silencio.

  Ella pensando que no había nadie en casa, empezó a cantar una canción “Te quiero, ven corriendo a mi”

  Roxan, había multiplicado por tres los ecos que habían ofrecido mis amigos.

   Ni deciros tengo, que esa navidad no pague la cena, pues tenía el más preciado eco del mundo, en mi propia casa.




Nadavepo.
 




lunes, 21 de diciembre de 2015

Símbolos de Navidad













  Buenos son los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar… Pues nos reparten ilusión y regalos, en un día muy especial.

  Encantador es nuestro querido Papá Noel, tan bonachón… que con su sonrisa angelical, nos visita dejando golosinas por navidad.                     

  Pero para mí, el más especial es el árbol de navidad… pues con sus luces tan coloridas, nos alumbra estas fechas tan conmemorativas.

  Bolas que brillan, dándole a nuestra cena un toque magistral… que además guarda nuestros regalos al pie de su altar.

  Este sí que es de verdad, porque después de estas fechas… lo podemos replantar, dejando que en sus ramas a los pájaros pueda cobijar.

  Su resina el campo aromatizará y sus piñas frutos nos darán… pero lo más extraordinario será, que uno de sus hijos en las próximas fiestas nos acompañará.

  Y como lo hizo su padre, y una vez más… hará que nos regocijemos en otra Navidad.






Nadavepo.




miércoles, 16 de diciembre de 2015

Me planto













  Me planto, ya no puedo más… no puedo dejar que se me escape, otra navidad.

  No quiero que mi corazón guarde rescoldos… por no saber perdonar.

  Amar como sumar es más… no quiero restar abrazos, esta festividad.

  Acorde a mis sentimientos, como abeto sus ramas mis brazos extenderé… para abrazar a los que por nimiedades, el año pasado no abracé.

  Me planto, ni un paso hacia atrás… este veinticuatro, tendremos una cena muy particular…

  Y no será por los ricos manjares, será por un brindis muy especial… no dejemos que se nos escapen los años, sin perdonar.

  Ahora que me rodea el cariño y la tranquilidad, un nuevo año para mí comenzará… atrás quedaron abetos, reyes y un rojo san Nicolás…

  Pero lo que nunca quedará atrás, será el cariño que le profeso a mi familia y tu bonita amistad.





Nadavepo.
 



  

jueves, 3 de diciembre de 2015

Carta a los Reyes Magos












 Queridos reyes magos, sabéis que ningún año os fallo.

 Que dentro de mí, estáis siempre presentes.

 Que me porto bien, incluso cuando las espinas del camino inflaman mis pies.

 Que intento aprender año tras año a ser mejor persona, aunque me pongan a prueba los peores profesores.

 Que desde que os escribo, nunca os he pedido algo material ni tan siquiera algo banal.

 De antemano os pido perdón, por tener la osadía de volver a pediros lo mismo una vez más.

 A veces pienso, que no leéis mis cartas por lo pesado que soy. Pero es un pensamiento que se esfuma rápidamente, porque sé que vuestro amor por los niños va más allá de que haya buenos o malos, altos y bajos e incluso pesados como yo.

 De sobra sabéis lo que escribiré a continuación, pues me conocéis y volveré a pediros exactamente lo que os pido todos los años, aunque desconozco porque aún no me lo habéis concedido…

 Pero no me importa, volveré a la carga una vez más. Así que retomo lo que mi corazón me dicta.

 Queridos reyes magos:

 Quiero que como yo, las personas le cedan el asiento en los transportes públicos a embarazadas y ancianos.

 Que no se le regalen mascotas, a los que crean que son objetos de usar y tirar.

 Que dejemos respirar al vecino, como él nos deja respirar a nosotros.

 Que el que ensucia nuestro entorno, encuentre su propia basura cuando llegue a casa.

 Que sobre cada cabeza haya un techo, y bajo éste una mesa con comida.

 Que haya abrigos para el frío y amor que caliente a los que tienen frío el corazón.

 Y por pedir pediré, aunque sé que esto es más difícil…

 Que haya menos guerras y más entendimiento entre los hombres.

 Menos intereses y más proyectos.

 Más alegría y menos celos.

 Seguramente que algo se me ha quedado en el tintero, pero eso os lo dejo a vosotros queridos reyes.

 Ah, se me olvidaba, solo una cosa más, siempre he creído en vosotros y aunque nunca habéis respondido a mis cartas, quiero que sepáis que cuando paséis por mi casa este año, tendréis la paja para vuestros camellos y un tentempié para vosotros. Pero por favor no paséis de largo una vez más, pues este niño que os escribe tiene ochenta años ya, y no sabe si el año que viene podrá estar.

 Y quiero por si es el último año, regalaros una sonrisa y quedar en paz.




Nadavepo.






Brisa