Cinco sensaciones recorren mi mente y piel, cuando tú me desbrozas como hoja de papel. De rodillas ante ti, pidiéndote como esclavo me des tu elixir, porque sin él no puedo vivir.
¿Cómo puede un ser humano, hacerse tan
dependiente de una flor de oriente? que entre sus fauces mastica lo poco que
tienes de tu vida, porque lo siguiente será anular mi mente y poseerme como la
droga posee al pez que no tiene necesidad de beber.
Algunos dicen que me arruinarías, yo al
contrario digo que me das vida… porque no puedo digerir una vida sin tu sombra,
un mundo sin ti. Párteme en mil pedazos, pues como cristal cada trozo reflejará tu encanto.
Dime un nombre, me da igual que lleve sólo
consonantes sin ninguna vocal, el timbre de tu voz bello lo hará. Recorreré tu
garganta con un sigilo inusitado, que para cuando te des cuenta en tus entrañas
me habré instalado.
Roca
del norte fría pero caliente, y tu roca del sur siempre tan diferente, que
entre la gente nos camuflamos con el musgo que os envuelve. Tris tras no daré
jamás la vuelta atrás, porque como ensalada tú me devoraras.
Alejandro
Maginot