Amarte fué esperarte por primera vez, en mi
mente, en mis pensamientos, en mis sueños… ya sabía que eras tú la que
aparecería en mi vida, no preguntes porqué, yo ya lo sabía.
Amarte fué esperarte de niño, en la fuente
donde jugábamos… cuántas emociones, cuánta adrenalina para dos cuerpos tan
enanos.
Amarte fué esperarte a la puerta del
instituto… yo te entregaba las golosinas que a ti tanto te gustaban, mientras
observaba como te ruborizabas. Mejillas rosas, ojos puros, olor a juventud.
Amarte fué esperarte al pie del altar…
deseoso de verte de blanco impoluto, corazones alterados, anillos entrelazados.
Sí quiero, una y otra vez más hasta que se desgaste el metal.
Amarte fué esperarte en la sala de
maternidad… soñando con rociarnos los tres, con las gotas de la felicidad. Te
amo, me has dado a otro corazón al que esperar.
Amarte fué esperarte, cuando con tus pasos
cansados tardabas en llegar… cual hermoso fué junto a ti, llegar a la tercera
edad. Arrugas que me parecen los surcos dorados que forman tu sonrisa, al
reflejarse en las aguas del mar.
Ahora ya no estas, ahora no te puedo esperar…
pero te seguiré amando hasta que te pueda en ese viaje acompañar. Entonces, entonces
tú serás la que me esperaras al pié de nuestro altar.
¡Amarte es esperarte! lo mismo que lo hice
aquí lo haré en el más allá.
Nadavepo.