miércoles, 31 de mayo de 2023

La calzada

 




 Una calzada me llevo hacia ti, una calzada romana en su pleno apogeo, pues tú eras el centro de todo lo que los seres humanos conocemos como bello.

 Diente de león, eucalipto, cola de caballo o ginkgo biloba… tú lo mezclas todo explotando como una ola, salpicando de amor cada rincón del verde corazón de la naturaleza.

 Pues sólo puedo acreditar que de ella eres su realeza, mariposa, abeja,  y miles de esporas que por el aire flotan fecundándolo todo para mantener tú corona.

 Me has ofrecido un lugar a tu lado, y como paladín lo defenderé… pues proteger tu corazón es protegerme a mí y al bienestar del saber vivir.

 Globo, cirro o nube, cabe cualquier emblema en tu escudo pues eres aire puro, que al respirarte todo lo conviertes en paz y armonía… y no tengo que correr la cortina para que se vaya la melancolía.

 Déjame besar el caño de tu fuente, quiero que me hagas un ser diferente… y sé que como en un cuento, si me besas podré ver las estrellas más recónditas y los planetas más relucientes.

 Habitaremos en el coral más desconocido y para mi descanso me acunaras en el lecho marino… pues todo es extremadamente diferente  cuando estoy contigo.

 La danza de apareamiento será el emblema de nuestro sueño, pues me haces perder  la cabeza cuando giro bailando contigo… es el último recurso que le queda a este mundo para romper con la maldad que nos quieren impostar.

 Y como vikingos quemaremos en las piras funerarias… a esas hojas que después de cien años se desprendieron dejando la huella de sus vidas en cada árbol. 

 No dejare de encalar las paredes con el sudor que en los momentos de pura pasión se desprendieron de nuestros caldeados cuerpos… haciéndolos cristalinos como espejos pulidos en lo más fino, para ver tu rostro una vez hayas desaparecido.

 ¡Te amo joder!

 

 Alejandro Maginot

 

domingo, 21 de mayo de 2023

Limón y sal

 




 Cada vez que utilizas una palabra mal sonante dirigiéndote a mí,  rompes un hueso de mi cuerpo.

 Llevas meses rompiendo huesos de mi cuerpo, ya mismo no me quedará ninguno para ofrecerte, pues todos los tendré quebrados.

 ¡Pero no me importa!, el dolor es llevadero cuando tú me miras a los ojos.

 Me estiras como a un chicle sin pensar que puedes partirme en dos pedazos, uno que te súplica y otro el que se humilla.

 ¡Dime que el amor no es eso!, dime que se puede vivir sin estar callado, sin arrodillarse ante ti, sin desear sólo lo que tu deseas.

 Dime que puedo elegir cualquier color sin disgustarte, que comer carne no es pecado, si entre tus deseos esta que yo sea vegano. 

 Nunca imagine que el amor fuese sueños oscuros, telas de araña que te despojan del alma, amarraderos en un puerto abandonado.   Arráncame el corazón de una vez… y no lentamente mientras se nubla mi mente sin recordar quien era ayer.

 No me lleves al centro del laberinto y me abandones, pues sin la guía de tu aroma no sabré salir de él.

 Échame limón en los ojos y sal en las heridas… para calmar esa ausencia tuya que me sumerge en la basura.

 Por eso encarecidamente te pido, que acabes con mi vida con un puñal de hielo… para poder ver por última vez volar a esos vencejos, que fueron testigos de ese amor que nos juramos eterno.

 

Alejandro Maginot


domingo, 7 de mayo de 2023

Ruptura

 


 No hay fórmulas, diálogos, malabares… ni tan siquiera magia que pueda evitar una ruptura definitiva e irreversible, ante un destino siempre cambiante.

 Cuantas veces sude, temblé y acelere mi corazón … intentando hacerte comprender cuando de sobra sabía que tú no querías entender.

 De nada sirvió llorar a escondidas para no demostrar fragilidad, tampoco pedir consejo a alguien ajeno a nuestra relación… lo nuestro estaba perdido de antemano cuando tú empezaste a rechazar mi mano.

 Juro que lo intente, intente doblegarme, adaptarme a todo lo que tu decidías… incluso darte la razón en todo de nada sirvió.

 Tú ya lo tenías claro, pero yo quería agarrarme a una rama que ya estaba en el aire… no entendí lo que sucedía porque estaba ciego por ti.

 Tuvo que pasar mucho tiempo separado de tu sentir, para darme cuenta que insistir, volverme sumiso ante ti… de nada sirvió cuando tú ya habías tomado la decisión de huir. 

 Ahora sólo puedo desear que seas feliz ya que no estas junto a mí… porque fue duro aprender a palos que de un fracaso surge la esperanza… de unirme al destino de otra persona que sepa valorar cuanta entrega puedo dar.





          Alejandro Maginot



Brisa