martes, 29 de octubre de 2013

Requiebros









  Dedicatoria:

  A las mujeres de paso firme y dulce fragilidad. A las mujeres luchadoras y de un infinito sentido maternal. A las mujeres que con sus caricias nos hacen olvidar. A las mujeres que aunque maltratadas luchan por su igualdad. A todas esas mujeres que día a día en los ojos de mi madre veo reflejar, a todas ellas dedico este libro, con gran amor, respeto y humanidad.

 Quiero en estos tiempos que me ha tocado vivir, donde el maltrato de las mujeres pasa tan desapercibido que incluso se las deja morir.

 Quiero y aunque con este libro no lo pueda conseguir, que mañana cuando amanezca algún hombre pueda decir, con uno de estos piropos a mi mujer conseguí, madre de mis hijos como antes una madre lo fue de mí. Y en estas líneas yo aprendí, a tratar a las mujeres con dulzura, dándome cuenta de que por este camino con ellas, todo se puede conseguir.

 Se trata de hacer renacer lo que era de uso cotidiano para nuestros antepasados, crear unos requiebros, dichos con tal galantería que ninguna mujer a ellos se podía resistir.

 Ellos utilizaban el piropo como exaltación a la belleza de la mujer y como valoración de sus virtudes.

 A lo largo de este libro nos encontraremos con lisonjas de todas las épocas, yo he tratado de encuadrarlas según mi punto de vista, creando una introducción  al comienzo de cada bloque. Podemos encontrar piropos de toda índole, graciosos, románticos, picantes e incluso según sus profesiones. Aunque esta recopilación no se ha podido sacar de nuestra literatura, no debemos olvidar que mucha de nuestra poesía es puro piropo, sus fuentes, el pueblo llano, gentes sencillas que aún no han olvidado el piropo como arma de seducción.


 Para escribir este libro, tuve que hacer que nuestros mayores abrieran el baúl de su pasado y de ahí recopilar esas bellas historias, esto fue una tarea muy grata, pues por unos momentos los hice rejuvenecer. Al narrarme sus historias se les plasmaban un brillo tal en su rostro que llegue a preguntarme si se habían invertido los términos, “juventud divino tesoro” por el de “divina joya la de la madurez”.

 Fue una experiencia indescriptible, con sus mil aventuras me transportaban a cualquier punto de nuestra geografía, donde me narraban sus mil historias de amor, historias que yo he tenido el placer de vivir tan intensamente como ellos la vivieron, entre sus huertos de naranjos, sus tapias medio derruidas por el paso del tiempo, esos patios con olor a azahar y como no sus famosas rejas, testigos de sus amores y desvaríos.

 Piropear: lisonjear, alabar, elogiar, galantear, agasajar, requiebro, flor, cumplido, halago, adular, loar, ensalzar, encarecer, enaltecer, exaltar, encomiar.

 Estas y muchas más fueron las palabras que estas personas aportaron a través del tiempo al arte de la poesía, solo hay que leerlas para darse cuenta de que tan solo con su sonido nos enseña a amar y a apreciar lo bello de la seducción, pero sobre todo a acariciar los oídos aterciopelados de una bella mujer. 

 Estas líneas, son un proyecto de un libro que quise escribir y que me quede a la mitad, sin saber si algún día lo volvería a retomar. 

 El libro lo comencé a escribir con quince años, me quede a la mitad con dieciocho, espero que no me pase como a forges y llegue a ser demasiado mayor para retomarlo y poder acabarlo.






 Fdo. Nadavepo




domingo, 27 de octubre de 2013

Podría llover

     




  Podría llover dentro de cien años, pero seguiría siendo lluvia ácida  tan ácida como nuestros corazones.
 La humanidad recogerá en el futuro lo que ya está recogiendo en el presente, deshielo, contaminación, cambio climático y muchas guerras, guerras que se forjaran en el seno de nuestras propias casas, desde donde muchas veces saldrá el odio y la animadversión asía los de nuestra propia raza, batallaremos por simplemente unas gotas de agua, por un refugio aunque sea de cartón y mataremos sin piedad, por eso o por no estar de acuerdo de cómo alguien te mira al comerte unas migas de pan.

 Años crueles, tan crueles como la vida que nos hemos forjado, nunca hemos pensado en progresar para proteger nuestro entorno y colaborar unos con los otros, solo nos parapetamos en el progreso para crear cualquier arma 
bélica que nos mantenga protegidos de nuestros vecinos, algo que pueda persuadirlos de que tú eres más fuerte que ellos.
 La historia nos da la razón, desde el tiempo de los tiempos el hombre se comporta de igual manera, asolando y destruyendo todo lo que huele a unidad, hermandad o fraternidad, no sabe que eso es un arma de doble filo que cuando menos se lo esperan se volverá contra ellos.
 Los que antes destruyeron, ahora son destruidos, pero no se dan cuenta que todo esto no conlleva solo a una destrucción de razas o de ideales o de religiones, eso nos está llevando a acabar con nuestro planeta el que nos acogió hace millones de años y al cual estamos pagando con una moneda tan negra como el carbón, no atisbamos que si destrozamos el continente a donde irá a parar el contenido, seguramente eso es una cuestión que no le ha importado a nadie durante toda la evolución de nuestra especie.
 Hombres buenos los hubo y los habrá que intentaron e intentaran mejora nuestro mundo, pero por cada uno de estos que salga saldrán miles que les cortaran las alas para que no puedan inspirar seguridad, paz ni tranquilidad, y esto lo harán a cualquier precio, incluso asesinando a los que ven la vida desde un prisma con horizonte para todos nosotros, que lastima que siempre sea una minoría la que quiera mejorar a una mayoría.

 




 Fdo: Nadavepo.





viernes, 25 de octubre de 2013

Los que siempre velaron por nuestros sueños







  Hoy día lluvioso, viene a mi mente recuerdos de la infancia, cuando paseaba junto a mi padre por aquel angosto camino adosado a la rivera del Guadalquivir, la lluvia caía sobre mi pelo, resbalando por mis pestañas, dejándome entre ver como el gris del cielo envolvía hasta las pisadas encharcadas que íbamos dejando a nuestro paso.
 La atmosfera era mágica, todo lo que nos rodeaba estaba impregnado con aromas cálidos, el olor atierra mojada era el que más resaltaba. Los cinco sentidos los teníamos a flor de piel, el tacto tan sensible al roce de nuestras manos con la hierba mojada, nos iba dejando recuerdos de otoños pasados, en los que siempre practicábamos el ritual de pasear bajo la lluvia, tuviese la intensidad que tuviese. La música acompasaba nuestros oídos, el son de la lluvia golpeando sobre las hojas de los árboles y nuestras pisadas sobre los charcos iban dejando un son que solo surge en días como estos, el revolotear de los pájaros buscando refugio entre las ramas nos deleitaba y todo nos enmarcaba en un cuadro de leyendas fantásticas que acrecentaban nuestro regocijo al contemplar la magia de la naturaleza.
 Podría volver a la infancia mil veces, pero no volvería a vivir esos días con la intensidad que los viví junto a mi padre. Como recuerdo la figura de mi padre andando entre tarajes y hierbas mojadas, yo lo seguía embelesado, como el guerrero que iba tras el Cid en silencio hacia la batalla, con la misma fe y el mismo ahínco de saber que estando junto a él todo estaba ganado.

 Su imagen dibujaba la silueta del Quijote, y yo me sentía su humilde servidor Sancho, que nunca lo abandonaba en ningunas de sus aventuras, lo seguía por los sitios más inverosímiles, subiendo por la falda de nuestro castillo mágico, atravesando casqueros sobre el rio, explorando cuevas donde pensábamos encontraríamos la espada de Abderramán y buscando ruinas de ciudades encantadas.
 Fui tan feliz acompañándolo y viendo como envejecía día a día, sin perder un ápice de su fuerza, que hasta el último día de su vida pensé que mi padre no podría morir nunca, pero murió, murió como un héroe de nuestras batallas, sin dar una queja, sin desplomarse, lucido y valiente hasta el final, esa fue la última lección que me dio en vida, la más importante como afrontar a la muerte sin miedo y pensando que hasta esa última guerra la tenía vencida.
 Infinidad de veces intente hacer un retrato de mi padre, pero fue imposible, como retratar al David de Miguel Ángel, o como desglosar la música de Mozart, o como contar la historia de la humanidad, por eso me limite solamente a contemplarlo, pensé que era el mejor retrato que le podía hacer.
 Nada más tengo que decir que todo lo que soy, se lo debo a él y a sus enseñanzas, con el aprendí a crecerme ante las adversidades, a encontrar refugio, a entender a los animales, a respetar nuestro entorno natural, y a estar aprendiendo cada día, sobre todo ha como ser mejor persona.
 Me enseño muchas cosas, pero nos faltó tiempo para haber aprendido muchas más, como a hablar con los animales, a leer en la pizarra de la naturaleza, o tratar la madera con la misma delicadeza con que se acaricia las manos de una mujer, y sobre todo a como navegar entre las personas, el las entendía dándole a cada una lo que necesitaba, no tengo más que decir que la gente se la acercaba buscando su amistad, todo el que lo conocía se hacía su amigo, tuvo un poder de atracción hacia las personas que yo nunca llegare a tener.
 En realidad mi padre no fue solo mi padre, fue el padre de todos, de mis amigos, de los pobres, de los enfermos de los animales, incluso de las planta, el savia como tratarlos a todos y siempre tenía una palabra amable para cada uno de ellos.
 Cerrare las alabanzas hacia mi padre, diciendo, que si todos hubiéramos llevado la vida que llevo mi padre y hubiésemos tenido la mitad de su corazón, con seguridad, no padeceríamos ni guerras, ni hambre, ni tendríamos tanta si razón con la política, las religiones y el odio entre razas, viviríamos con seguridad en un mundo mejor, más afable y más llano donde todo podríamos vivir en paz.



                                         

 Fdo: Nadavepo.







A la única que le importas







                           



¿Me quieres? Me pregunto un día mi madre.
 Y yo le conteste.
 Te quiero en el presente como te quise en el pasado y te querré en el futuro, aunque no estés a mi lado.
 Te querré siempre, aunque mi corazón sea devorado.
 Te querré, aunque arda en el infierno o en el cielo sea adorado.
 Te querré, aunque la luna y el sol se hayan apagado.
 Te querré, en lo alto de la cima o en lo más profundo del acantilado.
 Te querré eternamente, aunque el último juicio se haya acabado.
 Por eso escúchame madre mía, el vinculo de nuestro amor se forjo de acero en el pasado.
Y no habrá fuerza en el mundo que pueda destruir lo que Dios en su fragua a forjado.
 Por eso no tengo más que decirte que te quiero vida mía, tenlo siempre presente en el futuro o en el pasado, que siempre te querré aunque yo no pueda estar a tu lado.



                     

 Fd: Nadavepo.







jueves, 24 de octubre de 2013

Funeral






  Cuando estéis en mi funeral, no vengáis a darme el último a dios, venir a darme la penúltima despedida.
 Porque no existe el último a dios, pues todos nos veremos antes o después en el otro lado, por eso mejor digamos hasta más tarde, creo que sería lo más acertado.
Tened en cuenta que tendréis que cruzar el río en la barca de Caronte, no se os olvide, que alguien de la familia o un buen amigo, os deje cuando ya estéis tumbados unas monedas en el bolsillo, para sobornar al barquero, haréis más grato vuestro viaje.
 Si estáis aquí es porque alguna vez pase por vuestras vidas, no si me apreciasteis como yo os aprecie, pero tampoco importa mucho, ya sabemos que muchos van a los funerales a ver si estás muerto de verdad.
 Solo deciros, que a aquel que me dio un soplo de ánimo cuando lo necesite, le mando desde aquí toda mi gratitud, si no se la di en vida.
 Y a aquellos que quisieron joderme, o se alegraron de mis desgracias, decirles que no se preocupen, que volé tan alto que no me salpico nada de la mierda que soltaron.

 Y por ultimo deciros que ni mucho menos, fui la mejor persona del mundo, pero sí puedo deciros que estuve siempre aprendiendo a ser más humano y más solidario si cabe con los demás, pero se necesitaría más de una vida para llegar a entender el sentido de la vida.
 Espero que esto os sirva de reflexión, y miréis en vuestro interior, a ver si encontráis a ese alumno que quiere aprender a ser mejor persona, y si no lo lográis no desesperéis, yo tampoco llegue a ser un santo, pero si llegue a encontrarme a gusto conmigo mismo, lo que si os digo que no deje de asistir a clase hasta el día de mi muerte, espero que el profesor Dios nuestro señor me haya aprobado con un suficiente, eso me honraría a la vez que me haría muy feliz.
 Desearos que nuestro reencuentro sea lo más tarde posible, y nada de lloros y llantos, ni comentarios amables, que ya no me van a levantar de mi tumba. Tomaros unas cervecitas y borrón y cuenta nueva.



 


 Fdo; Nadavepo.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Mi tierra y la de todos





  Nací en tierra mora, Albaicín de campo margarita en flor, fuentes de oro donde brillaba el sol.
 Esparrago triguero, alto y trepador, que despunta en la sombra y se camufla bajo el sol.
 Atardeceres de mil lucernas, donde resuella el ruiseñor, esperando que caiga la noche y desaparezca el sol.
Sombra de primavera, que alivia al perro cazador, dándole refugio del calenturiento sol.

Roca impertérrita siempre bañada por los rayos de sol, que agradece el paso de las nubes, que durante segundos la protege del fragmentario sol.
Cornisa de invierno, donde se posa el gorrión, buscando el cálido manto de un rayo de sol.
Escultura de Dante, ironía del destino, igual que en su divina comedia en el infierno se ha metido, pues no hay sombra alguna que lo proteja del tórrido sol destructivo.
Agua cálida de mayo, que da vida al renacuajo de la rana parido, que si no fuese por los rayos de sol este milagro no se hubiera cumplido.
Abuelos que de años lleváis acumulado frío, buscar en los rayos de sol un poco de alivio, él os traerá recuerdos de años cálidos y rejuvenecidos.
Querido sol a ti todo esto va referido, para lo bueno o lo malo Dios te ha concebido, sin ti el universo no guardaría su difícil equilibrio. Por eso amigo sol te pido, cobíjanos en tu cálido abrazo y acompáñanos en nuestro destino.

 


 

Fdo: Nadavepo.




Tenemos que pensar mas





 Ayer, pensaba lo que podía hacer hoy, hoy no me acuerdo de lo que pensaba ayer.
Hoy puede ser un gran día, mañana también, pero ayer me salió todo mal.
Hoy a muerto una persona mientras yo escribía esta carta, algún día yo moriré mientras otro la escribe.
Hoy han nacido tres niños, mientras morían tres ancianos, intento dilucidarlo, pero no me salen las cuentas.
Hace tiempo lloraba por querer tener un amigo, hoy soy muy feliz porque tengo un perro.

Un sastre murió y un escritor ocupo su espacio, a la muerte de este fue un militar el que ocupo su lugar, cuando este cayó en la guerra cedió su mundo a un pescador. Yo que no tuve oficio ni beneficio ni sabiduría ni conocimiento, pobre de mí quien me sucederá un corto de entendederas o un subnormal.
La naranja nació verde, el tiempo le dio el color, yo nací sin pañales y cuando los tuve el tiempo los descolorió.
Tú conoces los mandamientos de Dios, en piedra los forjo, tanto tiempo ha pasado que el viento y la lluvia los erosiono, ahora ya nadie sabe respetar a sus padres y tampoco pedir perdón.
Una madre lloraba, viendo el futuro que le quedaría a su hijo, tan negro como el carbón, nadie supo contentarla pues sabían que tenía razón.
Leer da sabiduría y entendimiento, pero yo me quedo con la templanza y la paz que te deja por dentro.
Hay personas que no saben vivir sin criticar, ciérrale las ventanas y los ahogaras, si no pueden ver lo que hay al otro lado morirán de rabia y celo, y aun así no aprenderán que para ser feliz, hay que dejar a las persona respirar.
En este puto país, la envidia es el deporte nacional, yo solo me conformo con tener unas alpargatas para andar.



 

 Fdo: Nadavepo.



Brisa