martes, 23 de agosto de 2016

Nostalgia











  He vuelto a los rincones de ese pueblo, donde de pequeño fuí tan feliz.

  Donde por primera vez, el rostro de una virgen se me apareció… esa virgen eras tú, de rostro cándido, vestido inmaculado y aurea virginal.

  Todos los días me sentaba a la misma hora, en los escalones de la iglesia, sólo para verte pasar… abonabas mi cuerpo con la serenidad, que era imposible que pudiera tener un adolescente de mi edad.

  Fluía de mí,  un amor tan sumamente especial… que jamás, ni en una montaña, ni en los rincones del más bonito pueblo, ni en la más enorme de las ciudades, pude encontrar.

  Nostalgia, de ver tu cara por cada rincón, por cada acera, por cada fuente, por cada plaza por donde tu solías pasear… nostalgia, por haber sido tan cobarde, por no haberte abordado para decirte que mi amor por tí, sólo Romeo y Julieta lo pudieron igualar.

  Ahora sólo me conformo, con volver a nuestro municipio para poder soñar… que me besan tus labios, cuando bebo agua de la fuente, donde tú como Ángel solías libar.

  Perdido por las calles deambulo, buscando a alguien que me pueda informar, de cual es tu paradero, de donde puedes estar… pero me toman por el loco, que todos los años vuelve al pueblo, para por un fantasma preguntar. Dicen que no existes, que eres una fantasía en mi cabeza, que soy un Quijote que choca con los molinos una y otra vez.

  Pero mi locura es, buscarte detrás de las estrellas, en cualquier cráter de la luna, en lo más profundo del mar… porque tú vives, porque tú estás, porque seguro que te encontraré, aunque seas un espíritu desvanecido en las profundidades de la eternidad.





Nadavepo.




jueves, 18 de agosto de 2016

Hospital












   Me sentía tan invencible, que jamás pude imaginar que pisaría un hospital… de sopetón me veo sólo en un rincón, entre batas blancas y sombras negras.

  Crucifijo inverso, que no me produce ningún consuelo… hojas de papel, donde se supone que está escrito mi nombre, adornado con  otros nombres de diagnósticos medicamentados y por epílogo, lo que los cirujanos me van a hacer.

  De creerme un superhéroe, me vuelvo un ser indefenso y vulnerable…  acobardado ante lo que no entiendo, sobre todo por no sentir la brisa del viento en mi rostro y sobre mi piel.

  Enjaulado estoy como pájaro asustado, ¿dónde está el benefactor que me pueda liberar?... quizás no está aquí, tampoco allá, sólo me queda aprender a resignar.

  ¡Qué triste estoy!

  Nadie me visitó en el hospital, ni un beso de cariño, ni una mano de amistad… una lágrima recorre mi mejilla, pues dudo que un alma caritativa llegue, para consuelo poderme dar.

  Y tengo ganas de gritar ¡No hay vacaciones, ni fiesta, ni carnaval! tampoco paseos a la orilla del mar… sólo tengo la triste y monótona rutina, dentro de un habitáculo que lo llaman hospital.



  Dedicado a los que pasan, a los que sufren, a los que les duele… sobre todo a los niños, porque ellos que culpa tienen.




Nadavepo.




  

jueves, 4 de agosto de 2016

Enfermé











 ¡Enfermé!

  Enfermé como el poeta cuando escribe su carta de desamor… enfermé, por ese minuto tan valioso que perdí junto a vos.

  Enfermé sobre la roca de vuestro corazón, entre sus cañerías negras… me envenené con sus malignos jugos, preparados con minuciosa atención.

  Taimada debería haber sido vuestro nombre, oscura, opaca, oculta entre telas de araña… rocías con ácido mi garganta, no deseáis oír lo que para vos son palabras vanas.

  Insistente suena el tic tac del reloj, lo que ya no hace el tic tac de mi corazón… me dejáis crucificado a las agujas de vuestro reloj, en el limbo del tiempo, sin rumbo, sin puerto, sin salvavidas, al antojo de la oscuridad perpetua.

  ¿Amor mío dónde estás? vuelve que pensando en vos siempre estoy… que si vuestro sentimiento hacia mi ha desaparecido, quíteme el corazón del pecho y despréndalo de sus latidos.

 Prefiero enfermar y morir, antes que estar preso de vos… de rodillas le pido no me deje así, deme la puntilla y lánzame al rio de la esperanza.

  A ver si en alguna de sus orillas, me recoge un Ángel azul, que me devuelva la luz... de lo que supongo es lo que llaman vida.




Nadavepo.





  

Brisa