He vuelto a los rincones de ese pueblo, donde
de pequeño fuí tan feliz.
Donde por primera vez, el rostro de una
virgen se me apareció… esa virgen eras tú, de rostro cándido, vestido
inmaculado y aurea virginal.
Todos los días me sentaba a la misma hora, en
los escalones de la iglesia, sólo para verte pasar… abonabas mi cuerpo con la
serenidad, que era imposible que pudiera tener un adolescente de mi edad.
Fluía de mí, un amor tan sumamente especial… que jamás, ni
en una montaña, ni en los rincones del más bonito pueblo, ni en la más enorme
de las ciudades, pude encontrar.
Nostalgia, de ver tu cara por cada rincón,
por cada acera, por cada fuente, por cada plaza por donde tu solías pasear…
nostalgia, por haber sido tan cobarde, por no haberte abordado para decirte que
mi amor por tí, sólo Romeo y Julieta lo pudieron igualar.
Ahora sólo me conformo, con volver a nuestro
municipio para poder soñar… que me besan tus labios, cuando bebo agua de la
fuente, donde tú como Ángel solías libar.
Perdido por las calles deambulo, buscando a
alguien que me pueda informar, de cual es tu paradero, de donde puedes estar…
pero me toman por el loco, que todos los años vuelve al pueblo, para por un
fantasma preguntar. Dicen que no existes, que eres una fantasía en mi cabeza,
que soy un Quijote que choca con los molinos una y otra vez.
Pero mi locura es, buscarte detrás de las
estrellas, en cualquier cráter de la luna, en lo más profundo del mar… porque
tú vives, porque tú estás, porque seguro que te encontraré, aunque seas un
espíritu desvanecido en las profundidades de la eternidad.
Nadavepo.