jueves, 28 de noviembre de 2013

Girando.

                                     








• Primavera. La primavera la sangre altera, no sé si será verdad, pero en primavera puedo caminar, y a la vez de tanto andar a las palomas puedo visitar, no sé pero el mundo animal vuelve a resucitar, y si aquí estas la tierra llena de colores podrás visitar.
• Verano. El cielo azul veras, y toda la gente se divertirá, es cuando la sombra se buscara y los refrescos a mansalva se beberán, no podrás por la calor salir a caminar pero en la playa o en los pantanos te bañaras, la siesta dormirás y mañana otro día será.
• Otoño. En otoño triste te pondrás porque la caída de la hoja llegara, en tu manta te acurrucaras pues el frió empieza a llegar, sus días grises te llevaran a en tu casa quererte quedar, y como alivio buscaras una oca o un parchís para poder entretenidamente el tiempo pasar.
• Invierno. Del estado triste pasaran a un frio infernal, un montón de ropa tendrás que llevar si no te quieres congelar, solo en esta estación unos días alegres tendrás y eso será cunando llegue la navidad, donde a tu familia más querida podrás darle un millón de besos y abrazos más.


    

 Fdo: Nadavepo





martes, 26 de noviembre de 2013

Pasado y presente.











  Nuestro carácter latino, nos ha llevado a través  de la historia a perder toda la credibilidad como seres humanos. Las luchas fratricidas entre miembros  del mismo árbol genealógico por el poder durante siglos, ha sido una constante en nuestro país desde tiempos inmemoriales. Pero esto se acentúa con la formación de una orden depuradora de almas “La Santa Inquisición”, grandes hombres, que mediante las torturas más aberrantes y la quema en el mejor de los casos implantan el terror, consiguiendo así cantidad de devotos creyentes, ya se sabe “a Dios rogando  con el mazo dando”.
 Pero no creamos que aquí se acaba nuestra maldad en la historia, recordemos a aquellos conquistadores gloriosos que sembraron en Sudamérica sus atractivas enfermedades, mermando de esta manera a los indígenas en tal cuantía que ni las epidemias en siglos posteriores en Europa consiguieron con nosotros, no solo fue esta causa la que deterioro a los indios, pues como los españoles somos generosos les regalamos mamporros por doquier, eso sí ayudados por nuestros queridos clérigos, que eran los encargados de repartir la cultura, no se nos olvide que “ la letra con sangre entra”.
 El amigo Lazarillo de Tormes fue el mejor aprendiz de nuestra picaresca, fenómeno indescriptible  que llega a nuestros días tremendamente engordado. Porque es ahora en la época en que me ha tocado vivir, cuando ha dado su fruto este caldo de cultivo de maldades sin límite, no hay nada más que asomarse a un diario de nuestros días para saber que somos los mismos, los de antaño, los que seguimos engañando, robando y asesinando, los que hipócritamente acudimos a los templos de aquellos que asesinaron en el nombre de Dios, para darnos golpes de pecho.






 Fdo: Nadavepo




lunes, 25 de noviembre de 2013

Cuando el pueblo, ya no puede mas













  La revolución francesa, basa su origen en la opulencia desatada por los nobles, el alto clero y sobre todo por la corona en sí.
 Reinaba Luis XVI, ajeno a todo lo que le sucedía al pueblo, su única obligación era organizar grandes saraos y cuando no suntuosas cacerías, a las cuales acudían las clases sociales más altas.
  El pueblo desfallecía de hambre y miseria, el agotamiento y hastió de esas pobres gentes estaba desbordado, todo esto junto a una clase media cargada de impuestos y a unos literatos hartos de una censura desmedida y soez fue el detonante para la forja de la Revolución.
 El entramado de tal contienda, estuvo confuso desde sus comienzos, pues hubo disputas entre los mismos partidarios de la libertad, enfrentándose entre ellos ocasionando el caos entre la multitud. Pero una cosa estaba muy clara, la gente quería libertad, salir de aquel hoyo tan inmenso lleno de penurias y malos años de enfermedades y malnutriciones.
 No hay nada más poderoso que un pueblo unido por la desesperación. Rey y gremio intentan aunar en un alarde de poder, todas sus fuerzas más la ayuda de contingentes extranjeros, pero esto no es suficiente para detener a un pueblo entre la espada y la pared.
 Se agotan los días de pompa y boato de una minoría, que vivía lujuriosamente a costa de una mayoría esclava y analfabeta que no tenía medios para defenderse, solo la lucha diaria para poder sobrevivir.
  ¡Abajo el tirano, muerte al traidor!, son los ecos de unos gritos incesantes que se repiten, martilleando las sienes de aquel que no escucho, pero que ahora atiende perfectamente al clamor popular.
 Alguien le reprocha a su soberano, ¡tú no oíste el llanto de tu pueblo, pues ya no te dará tiempo, tus súbditos reclaman tu muerte, después de esto nada te hará falta!




Fdo: Nadavepo




domingo, 24 de noviembre de 2013

Inocencia, frescura y felicidad



Lo que nunca quise dejar de ser.









Recreando batallas








             


  Conocidos desde el siglo XVI, las colecciones de soldados de plomo son innumerables e interminables.
 Se utilizaron como puntos de referencia sobre mapas de batalla de guerra, e incluso como fichas en tableros de ajedrez.
 Sus formas y técnicas de construcción han variado a través de los tiempos, desde las formas muy poco estilizadas hasta el perfeccionamiento más ínfimo del acabado de los rasgos faciales, claro está conseguido con la tecnología punta de nuestros días.
 A las personas que se dedican a esto no se les puede llamar coleccionistas, solo se les puede llamar apasionados, porque es verdadera devoción lo que sienten por estas miniaturas. Yo diferencio entre el que los compra ya hechos, que solo los utiliza como meros objetos decorativos y el creador, o sea el que les da vida, porque nadie se puede imaginar lo que es montar, pintar y darle vida a estos liliputienses, enanos que cobran vida por la noche y se transportan a su época dando vida a sus interminables batallas, y que al amanecer vuelven quedando estáticos y perdiendo su mirada en el horizonte.
 Desde aquí animo a contemplar a una de estas figuras cada mañana, comprobaras que su postura es siempre diferente, ningún día las veras igual.





  Fdo: Nadavepo.






lunes, 18 de noviembre de 2013

Rojo y negro











  Cometiendo errores es la única manera de llegar a algo en la vida por uno mismo, sólo debes reconocerlos y memorizarlos.

         
           

 Fdo: Nadavepo.



miércoles, 13 de noviembre de 2013

Héroes anónimos






    EL VERDADERO TARZAN DE LOS MONOS



   Tod@s habéis oído hablar de mí o me habéis visto en alguna
película de la TV, soy Tarzan de los Monos. Bueno a decir verdad soy
el verdadero Tarzan de los Monos. Se han hecho muchas películas
sobre mi vida y mis aventuras, al principio me ilusionaba mucho ver
como grandes actores de Hollywood representaban mi personaje,
pero poco a poco perdí esa ilusión ya que las aventuras que narraban
en muchas películas no coincidían con mi vida real.

 Nací en África, este continente que hace muchos muchos años
era muy muy rico, hasta que llegaron unas personas de otros lugares
del mundo y nos quitaron todo. Cuando yo era muy pequeño mis
padres se murieron, de unas enfermedades por las cuales muere
mucha gente en África, la tuberculosis y pulmonía. Hay otras muchas
enfermedades por las cuales mueren muchos de mis amigos y de mis
vecinos, es curioso por que en las películas de tarzan todos los
habitantes estaban muy sanos, y eso en mi realidad no es así.

 En el cine mi historia era bien diferente, contaban que mis
padres se mataron en un accidente de avión….pobres nunca habían
visto una avión de cerca, solo las veían cuando sobrevolaban nuestra
pequeña aldea. Y algo que me da la risa, es que en alguna película
Tarzan pilotaba un avión…..para pilotar un avión hay que estudiar
mucho verdad? Pues yo por desgracia no pude estudiar, ya que tenía
que trabajar todo el día en el campo, sembrando y recogiendo el
maíz, y cuidando unas gallinas que tenia.

 El Tarzan de las películas era un joven apuesto y musculoso,
yo por desgracia estaba muy delgado y desnutrido. En las películas
Tarzan era muy amigo de los animales yo también lo soy, y gracias a
unas personas de VSF aprendí como los animales no se enfermaran.

 Aquí en África hay mucha gente con armas, por eso hay
muchas guerras, yo fui una victima de una guerra que ocurrió en mi
país, me tuve que ir muy muy lejos a empezar una vida nueva ya que
unos hombres quemaron mi casa y mi pequeña huerta de hortalizas.

 Yo soy un pobre campesino, que día a día lucho por llevarme
algo a la boca para comer, en mi país hay mucha pobreza, y todo es
debido a que unos hombres extranjeros nos obligan a trabajar para
ellos, y todo el beneficio de nuestro trabajo se lo llevan ellos a su
país. Hace unos años estos hombres construyeron una fabrica muy
grande en medio de nuestro bosque, después de unos meses, el río
donde pescábamos y donde lavábamos nuestra ropa estaba completamente rojo, eso hombres y su fabrica habían logrado que la
gente de nuestra aldea enfermara por beber esa agua. Muchos de
ellos murieron.

 Como veis mi historia es muy triste, triste pero verdadera, yo
soy el verdadero Tarzan de los monos y no ese que sale en la
televisión. Los campesinos africanos sufrimos mucho por esos
hombres que vienen de fuera.




LO QUE NO QUIERO PARA MI, TAMPOCO PARA LOS DEMÁS

   



domingo, 10 de noviembre de 2013

Efimeros





  
  Tres serán las mujeres a lo largo de mi vida, la primera me acompañara toda la vida hasta que la tercera se lo permita.
 La primera es la que me dio el don de la vida, la que me pego el empujón para tomar la inercia en esta vida tan peliaguda.
 La segunda es la que me  enseño el sentido de la vida, me dio madurez y sensatez, paz y tranquilidad, Dios permita que la tercera nos separe lo más tarde posible.
 De la tercera es de la que más hablare, pues esta nunca da y siempre quita.
 Quita días de esperanza, te los quita de golpe o aun peor a largo plazo.
 Esta es la que llena las casas de oscuridad y de un olor a rosa negra, que lo impregna todo.
 La tercera es la que elige como cuando y a qué hora se desposara contigo, es fría y calculadora, sigilosa y malvada.




  No respeta nada ni a nadie, a ella no se la llama secuestradora, por llevarte lejos de tu familia.
 Nadie la crítica por embaucar a mujeres hombres niños o ancianos, ella es la que toma la última palabra.
 Oscura lúgubre y tenebrosa, nadie repara en ella aunque el sueño a todos nos quita.
 Todos intentamos darle de lado, pero de sus garras es imposible escapar, cuando llega su momento nos da un abrazo gélido y oscuro que nos envuelve en las tinieblas del olvido.
 Perdí la memoria y los recuerdo del pasado, perdí el latir de mi corazón y mis sentimientos añorados, seguramente con mi tercera mujer ya me he  desposado, que oscuro esta ahora todo, creo que el tiempo se me ha pasado, ya no anda mi reloj, ya todo está parado.
 Fría muerte porque me has congelado, con lo que me queda por contar y no me has dejado, ni tan siquiera despedirme de los míos para decirles lo que los he amado.
 Cuento y no reparo en decir, cuánto daño has causado.
 Muerte indigna que de dolor y sufrimiento las paredes has pintado, creo que ni Dios ni nadie te han perdonado.







Fdo; Nadavepo.




viernes, 8 de noviembre de 2013

Laberinto





  Podría volar y no tengo alas, podría volar por este mundo y por todos los mundos  imaginarios de mi mente, podría volar y no tengo alas.
 Podría volar pero no me atrevo, tengo vértigo a lo que pudiera ver en este o en los mundos fantásticos que se pasean por mi mente, no quisiera enfrentarme a mis miedos sobrevolando esos mundos, no sé cómo mi cuerpo ni mi mente reaccionarían, posiblemente sea un cobarde de los que pasan desapercibidos por la vida, sin pena ni gloria.
 En mi adolescencia volé, de ahí el miedo a caer en los abismos más profundos de mis sueños, pero hoy por hoy no tengo ni fuerzas ni vitalidad, ni tan siquiera juventud para volver a intentarlo. Aunque me encantaría por un momento volver a sentir esa sensación de fuerza y libertad donde tu mente desconecta de tu cuerpo y crees que este último es irrompible, inmortal, indestructible, donde la osadía del valor está siempre presente, aun a riesgo de perder tu propia vida.
 Pero ya vez ahora me siento viejo y débil y no podría acometer semejantes batallas de antaño, cuando yo luchaba contra todo y contra todos, quizá la sabiduría de la edad te haga cobarde y a la vez te quieras agarrar a la vida con todas tus fuerzas, aun sabiendo que la vida sin emociones no merece la pena vivirla, y ya de antemano  has tirado la toalla.
 Por eso si pudiera volver a nacer, me gustaría empezar por la madurez, para ir perdiendo todos los perjuicios con forme avanzo hacia la juventud, seguramente viviríamos con más intensidad, más fuerza y la inconsciencia de que la muerte llega pero tú no la temes ni la esperas.
 Arraigo estas letras a la forma de vida que lleve, tan poco aventurera que los años se me acortaron con la velocidad con la que se consume la mecha de la dinamita, pero ya no se puede rebobinar, por lo que no me queda ni el consuelo del más tonto, que es vivir por el mero hecho de haber nacido.





 Fdo: Nadavepo.





miércoles, 6 de noviembre de 2013

Futuro, presente y pasado





  Podría reírme del futuro, porque vivo en el pasado.
 Podría reírme del pasado, pues en el presente ya lo he superado.
Podría reírme del presente, pero con este tengo que tener cuidado.
 Pues sin el presente no tendría ni futuro ni tampoco pasado.
Que me obliga a respetar al presente y no al futuro ni al pasado, seguramente el poder soñar, soñar lo bueno que pueda hacer en el futuro, y lo que no hice en el pasado.
El más triste de los tres es el presente porque con el nunca sueño, solo sueño con el futuro y el pasa y con el futuro por la esperanza.
 Añoranza de los recuerdos de mi infancia, y de todas las personas que se quedaron atrás y que no pudieron viajar con migo hacia el futuro.
 Y esperanza de poder acompañar a otras personas hacia el futuro unidos mano con mano, hasta que logremos unir futuro, presente y pasado.
Qué bonito seria conjugar estos tres verbos a tu lado, para decirte te quise, te quiero, te querré y siempre estaré a tu lado.
Moriré por ti en el presente el futuro o el pasado, y moriría eternamente aunque no existiera, ni el presente ni el futuro ni tampoco el pasado.
 Te amé con el amor loco de la adolescencia, te amo con la calma de la madurez, y te amare con la ternura de la edad, que bonito es conjugar con la palabra amar.






 Fdo: Nadavepo.






martes, 5 de noviembre de 2013

Añoranza





Mi colegio y la iglesia del pueblo, estaban en frente uno de la otra. Yo siempre llegaba unos minutos antes de la hora, los cuales los pasaba sentado en la escalera del colegio observando a las cigüeñas en el campanario de la iglesia.
 Que elegantes me parecían aquellas aves, daban la sensación de estar vistiendo un frac, tan altas y espigadas, de movimientos lentos y pausado y tan inteligentes. Como hacían sus nidos, eran obras de arquitectura, siempre pensé que las cigüeñas le podían haber dado una lección magistral a mi profesor de matemáticas.
 Porque esas aves tan majestuosas, hacían miles de kilómetros para anidar en nuestros campanarios, era una pregunta que siempre me hacía, yo pensaba que era por la atracción que ejercía nuestros pueblos tan blancos sobe ellas, aquí encontraban paz y tranquilidad y no se sentían amenazadas.
De repente cuando más absorto estaba en mis pensamientos, sonaba la campana de entrada a clase, y me sacaba de mi sueño, que era volar como las cigüeñas.
 La entrada a clase siempre era divertida pues bromeábamos los compañeros unos con otros, y así estábamos alborotados hasta que llegaba el profesor, entonces todo quedaba en silencio y solo con un gesto suyo, empezábamos a sacar el plumier, la carpeta y el libro de su asignatura.
 Cuando abría el plumier para sacar los lápices, quedaba extasiado, el olor a goma de borrar y a goma arábiga me transportaba a mundos fantásticos, era maravilloso los aromas que desprendía el material escolar.
 Recuerdo mi pupitre, como si estuviera ahora mismo sentado en el, levantabas la tapa y tenías un gran espacio para meter los libros, cerrabas la tapa y en la parte alta tenías dos huecos para meter tus lapiceros reglas y otras pequeñas cosas, lo más chulo era  la inclinación que tenía la mesa, quedaba mucho mejor que las de ahora, en las que el alumno se tiene que echar sobre la mesa.
Mi pupitre daba a una ventana, y que casualidad aquella mañana, tocaba lengua, tanto me aburría esa asignatura que mi única salvación, era la ventana, la cual me distraía dejándome ver a la gente pasar, pero que no te viese el profesor, si no reglazo en la mano y a joderte.
 Una de las mejores horas, era la del recreo, allí  comíamos el bocadillo que nuestra madre había preparado con tanto primor, luego juego sin descanso hasta el nuevo toque de campana para volver a clase, y ya la desesperación de que pasase rápido la mañana y llegase la hora de la comida.
 Sonaba la campana y saltábamos de los pupitres como Pedro Picapiedras, y salíamos por los pasillos hacia la calle como alma que lleva el diablo.
 En la calle te juntabas con un amigo que fuera en tu dirección a casa, y otra vez a liarla, risas cachondeo, y alguna broma que otra a los mayores.
 Llegaba a casa con la hora justa de comer y volver al colegio, lo mejor de la comida era el postre que solías comértelo en la puerta de casa o andando hacía el colegio, que recuerdos tan  gratos me traen aquellas manos de niño oliendo a granada o naranja, que felices éramos.
 A la llegada al colé siempre había algún colega sentado en los escalones, y nos ensalzábamos en alguna conversación, siempre destinada al juego o temas del colé, aunque también empezábamos ya a hablar de las niñas, aunque aún no tenían mucha relevancia en nuestras vidas, simplemente papelitos que decían, me gustas, eres bonita etc., ese era todo el lenguaje que conocíamos a cerca del amor.

Y cuando estábamos en lo mejor de la conversación a la cual ya se había unido un grupo de amiguetes muy nutrido, tocaba de nuevo la campana de entrar a clase, llegaban las peores horas las de la tarde, donde era un milagro resistir una perorata del profesor sin dormirte, se hacía eterno, contábamos los minutos para salir y más largo se nos hacía.
 Pero por fin salvados por la campana, salíamos a todo gas, corriendo cada uno para su casa a soltar los libros, tomar un bocata sobre la marcha y buscar a los colegas.
 Como eran otros tiempos, muchas de las calles del pueblo estaban sin asfaltar, lo que nos venía de maravilla para jugar a la lima, aunque luego para jugar a la tanga buscábamos las calles asfaltadas, éramos los amos del pueblo, cada rincón nos pertenecía, la plaza del ayuntamiento, los arriates de la iglesia, la ladera del ribazo eran algunos de nuestros dominios preferidos.
Así nos pasábamos toda la tarde hasta la hora de volver a casa, donde tu madre te recibía con una regañina, diciendo hay que ver como traes el pantalón, y las coderas del jersey despegadas y esa cara llena de mierda, eso duraba un media hora, hasta que te duchabas y cogías algún libro para disimular, luego la cena y a ver un poquito del cajón desastre que por aquella época eran solo dos cadenas en blanco y negro, en las cuales tenías poco surtido donde elegir.
Luego a la cama y a charlar con tu hermano mayor, de tus aventuras, hasta que el sueño te vencía y te quedabas dormido como no te quedas ahora ni aunque quieras, que sueños más bonitos se tiene con esa edad.
Bueno y eso era una jornada laboral para nosotros, todos los días la misma rutina pero con sueños diferentes, sueños que solo los niños tienen, y que con ellos se podría construir un mundo más solidario y más humano.
 Mi tristeza al escribir estas líneas es saber que yo tuve una infancia feliz, pero cuantos niños ni lo fueron ni tan siquiera ahora que se supone que el mundo ha progresado lo serán.






Fdo: Nadavepo.






Brisa