viernes, 30 de octubre de 2015

Te envío una carta













  Te envío una carta, no quiero usar las nuevas tecnologías, para sentir lo que sentiré cuando la recibas…

  Cuando leas mi dirección en el sobre… abriré la puerta de casa y allí estarás tú, vestida de azul con zapatos negros, te veré con tus pecas al viento de la mañana en que me marché.

  Espero que al abrirla, toques mis huellas digitales… en ese momento notaré mis manos acariciadas por la yema de tus dedos, que se estiran en el tiempo, para acariciar todo mi cuerpo, envuelto de tu frenesí.

  Ahora noto, como sacas del sobre el folio, que te va impregnado de olor a mí… contamina mi aroma con un beso y haz que llegue a través del inmaculado aire, hasta mi boca sedienta de tí.

  Veo tu cara sonriendo, al leer mi pensamiento… plasmado en un papel blanco, tan blanco como lo es tu piel.

  ¡Estas feliz! lo sé porque lees mis letras bailarinas, que denotan la alegría que recorre todo mi ser… aunque si encuentras algunas torcidas, es porque te extraño tanto, que lo mismo bailan que se doblan a la vez.

  Ahora sé que has acabado de leer mi carta, pues he oído el eco de tus labios pronunciando mi nombre… y aunque tu voz se pierda en el horizonte…

  Quiero que sepas que te amo, como te amé ayer, y que mañana te amaré como te amo hoy.


Pd: Sopla al viento, que más allá de todo, estás tú mi “tesoro”




Nadavepo.





lunes, 26 de octubre de 2015

El Tren












  Majestuoso tren, que con su traqueteo adormece mis pensamientos, dejándome perdido en el tiempo… pensando en el recuentro, con la gente de mi pueblo y con los que me dieron mí ser.

  No dejes de salir humo incesante, de tu chimenea tan elegante… y ve dejando atrás, la línea tan distante que me alejo de mi niñez.

  Rueda máquina de vapor, no dejes de avanzar, pues mi corazón suena a tu compas… y si te paras se puede desbocar.

  Vagón centenario, que tras el cristal de tu ventana, atisbo la fuente del roble… árbol donde escribí tu nombre, mujer que me dio la esperanza y que luego como la tiza de una pizarra, fue y la borro.  

  Primer amor de juventud, te juro que aunque años han pasado yo no te he olvidado, vuelvo por tu pensamiento derrotado, con la ilusión solo de verte, aunque de tu corazón esté ausente todo el cariño que te di.

  Rodar ruedas de acero, por esas dos líneas paralelas… donde de pequeños poníamos las monedas, para que las estirases como los chicles de nuestra niñez.

  Ahora tu silbido me avisa, que pasamos bajo la muralla del castillo… donde tantas batallas libré con mis amigos y donde se forjó la espada de mi sino, sin saber que marcharía a otros lares para luego rendido volver.

  El chirriar de tus frenos indica, que llegamos al final del camino… a ese pueblo tan divino, que un día me vio nacer. Donde tantas historias he vivido, las cuales plasmé en un libro que otro día os leeré.




Nadavepo.






lunes, 19 de octubre de 2015

Filibusteros












  Caminando por los vericuetos de este mundo, me encontré con dos tipos de personas.

  Unos en los que puedes confiar, mientras que los otros creen conocerte sin saber nada de ti.

  Los mejores escuchan y hablan, pero respetando lo que yo en ellos respeto; los respeto cuidando sus palabras, mimándolas y guardándolas en el cajón de la amistad.

  Los que no son tan católicos, difaman, usurpan mis palabras distorsionándolas, también tratan con malas artes de saber lo que nunca sabrán.

  A unos me entrego en cuerpo y alma, desnudándome por dentro y por fuera; de las otras diré que las guardo en el baúl de la discreción.

  Los buenos, buenos son; los malos, no entienden que yo puedo volar por encima de sus cabezas, desde donde los observo sin ser salpicado por sus impurezas.

  Tampoco comprenden, que no hay palabras que ofendan si no personas que se arrastran, sometiéndose al sarcasmo de otros.

  A mis palabras me remito, que te puedes encontrar a cualquier filibustero en tu camino, personajes que hacen piña con otros como manada de lobos; creyendo poder despellejar al cordero manso pero precavido.

  Arriesgándose a que le salga el tiro por la culata, como trompeta mal soplada.

  Y como Cervantes, que acabo su magistral obra con la palabra “Vale”; yo, emulándolo con otro vale, quiero acabar esta historia…

  Pues muchas líneas le he dedicado ya, a los que no saben guardar la compostura y mucho menos respetar.




Nadavepo.





miércoles, 7 de octubre de 2015

Yacer












 Me agarrare a vuestra coleta, como me agarro a la crin de mi caballo… y galopare con vos hasta que llegue el ocaso.

 Difuminémonos en la oscuridad de la noche… y permitidme rozar la sal de vuestros labios.

 Busquemos la cabaña, del bosque encantado… donde encubríamos nuestros amores tempranos.

 Y si no encontramos nuestro refugio… dejadme yacer con vos, ya sea en la tierra el agua o el espacio.

 Pido a los druidas del monte… un filtro de amor que nos mantenga siempre enamorados.

 Para poder vivir con vos eternamente… como lo hace el coral en el hundido barco.





Nadavepo.




Brisa