Me
agarrare a vuestra coleta, como me agarro a la crin de mi caballo… y galopare
con vos hasta que llegue el ocaso.
Difuminémonos
en la oscuridad de la noche… y permitidme rozar la sal de vuestros labios.
Busquemos
la cabaña, del bosque encantado… donde encubríamos nuestros amores tempranos.
Y
si no encontramos nuestro refugio… dejadme yacer con vos, ya sea en la tierra
el agua o el espacio.
Pido
a los druidas del monte… un filtro de amor que nos mantenga siempre enamorados.
Para
poder vivir con vos eternamente… como lo hace el coral en el hundido barco.
Nadavepo.
Precioso poema Alejandro, donde el amor se puede vivir en todo su esplendor y facetas. Da igual donde se esté lo importante es sentirlo y vivirlo, esa conexión es magnífica. Enhorabuena!!! Besos
ResponderEliminarBesos Soraya, de acuerdo con tus palabras.
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