miércoles, 30 de septiembre de 2015

Turbiedad













  Negra estructura, la que sostiene los pilares de mis pensamientos.

  Adoquinada de rojo sangre, tan roja como el fermento.

 Fuerzas de la naturaleza, dejad que trepen las neuronas hacia mi azotea… cargadas de buenos pensamientos.

 Y alejar de mi techumbre, odios, rencores y excrementos.

 Turbiedad que empaña el cristalino de mis pupilas,  y me deja por su amor casi ciego… deja que pueda limpiarme los ojos, pues necesito verla… como el viento necesita ver a su velero.

 Marineros de la posesión, dejadme navegar… pero por favor, no me dejéis naufragar en el océano de la inquina y los celos.

 Soy la mezcla de tres personas, arlequín, bufón y payaso, por eso quiero que el mundo sepa… que si no levanto cabeza por tu culpa, es porque solo fui un fracaso.





Nadavepo.






6 comentarios:

  1. Magnífico escrito Alejandro. Hay que alejar los malos pensamientos, pues no traen nada bueno y no dejan nunca avanzar. La inquina y los celos son malos consejeros y hacen naufragar hasta el mejor marinero.

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    1. Nunca nos debemos dejar arrastrar por celos, son malos consejeros. Besos Soraya.

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  2. Ese sentimiento nos hace actuar de muchas maneras hasta enloquecer pero jamás fracasar, aunque lo creamos. Qué los malos pensamientos se vayan y sólo queden los buenos! Besos!

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  3. Aveces esos pensamientos nos juegan malas pasadas hasta hacernos enloquecer!!Nadie debería sentir celos por nadie deberíamos alejar y disfrutar del momento.

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Brisa