martes, 1 de septiembre de 2015

Recuerdos










  No quisiera contar, pero mi corazón me dicta que debo de narrar esta historia.

  Nací de tu vientre, amor de todas las cosas. Me criaste contra viento y marea… esperando mi regreso, aunque el sueño te venciera.

  Dulces sueños junto a ti, me traen las estampas de mi memoria… cuando me cogías de la mano, para enseñarme a regar las buganvillas del camino de tu gloria.

  Aún recuerdo la primera palabra,  que al verme asomar a la vida salió de tu boca “amor”… que palabra tan preciada para mí, y a la vez tan preciosa.

  Arrancaste todos los motores de mi cuerpo, hasta los músculos de mi boca… para poder amamantarme de ti y besar tu delicada piel tejida de auroras.

  Amarte ha sido tan gratificante, todo era tan fácil junto a ti… que volar sin alas, era lo más sencillo y hermoso de nuestras proezas.  

  Aunque pronto tuve que partir, por los derroteros de la vida… nuestro cordón umbilical, nos mantuvo en la distancia siempre unidos.

  Ahora vuelvo alegre y feliz, sé que de nuevo estaré junto a ti… pero paralizado y conmovido quede cuando te vi.

  Tu mirada estaba perdida en el horizonte ¡eras tú!… pero yo no te reconocí.
¿Dónde estás?

  Es tu cuerpo, pero no estas dentro del… maldita felicidad, porque me abandonas ahora que tanto te necesito.

  ¡Dios! desploma el cielo sobre mí, pero o me devuelves a mi madre… o nunca jamás creeré en ti.

  No me recuerda, no sabe que soy su hijo, el que junto a ella fue tan feliz… insistentemente le digo mi nombre, es inútil mi madre ya no está ahí.

  Me apoyo sobre su pecho, empiezo a llorar… ella no sabe lo que son las lágrimas y yo me hundo en el vacío.  

  Cruel vida que despojas a las personas de la memoria… yo te maldigo a golpes de taquicardias en mi corazón.

  Solo me queda besarla, mimarla, acariciarla… quiero creer que mi voz, llega al fondo de ese pozo tan oscuro.

  Arrancarle solo una mueca de sus labios… es ahora toda la lucha, que mantengo con este mundo tan injusto.

  No se puede perder la esperanza, aunque la lucha sea ardua y tortuosa… y si no es aquí, nos encontraremos tarde o temprano al otro lado de la gloria.



  Dedicado a las personas que pierden los recuerdos, pero no su corazón.




Nadavepo.





4 comentarios:

  1. Preciso relato has hecho referente a esta lacra de enfermedad que nos afecta en alguna manera a tod@s , pero siempre hay una halo de color y eso se llama fe , con ella puede que se aprenda a descubrir cual es su origen y poder corregirlo ..bravo Alex siempre haces que con tus palabras nos lleguen a las más intima fibra

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  2. Gratitud eterna por tus comentarios Campirela.

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  3. Precioso relato Alejandro. Pero muy triste ya que se olvidan de todo, de su nombre e incluso hasta de comer. Porque tu se lo dices sino ni lo harian. Sin memoria no somos nada tan solo unos niños que necesitamos de alguien para salir adelante. Al principio del estadío hasta ellos se dan cuenta y sufren. Se lo que es esta enfermedad que también ha afectado a parte de mi familia.

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    1. Mi solidaridad contigo Soraya. es una enfermedad muy triste. Besos

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Brisa