Preciosa
mujer, de colores tibios y cálido corazón.
Eres
cereza sobre fresa… acaparas de todas las frutas, el dulce y el color.
Amarte
es fácil, quererte más aun… y desearte, un sueño a tras luz.
Gracias
amor mío… por ser como el mundo tan acogedor.
Bella
y tierna, como los pétalos de una flor… no hay cuadro en el mundo, que pueda
enmarcar nuestro amor.
Con
la fuerza de mi cariño, de polo norte a polo sur… te mando besos demoledores,
para todo tu ser.
Encuentro
en ti, palabras firmes de amor constante… por eso te ruego amor, que nunca
dejes de amarme.
Y
cuando llegue la noche y entremos en el reino de la fantasía… duras rocas en
su corazón, protegerán nuestra poesía hasta que amanezca el día.
Nadavepo.
Precioso, Alejandro! Bonita declaración de amor infinito! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias Hada, besos.
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ResponderEliminarBonita , sencilla y llena de mucho amor , no hace falta muchos renglones para describir los sentimientos y emociones que lleva al autor hacer poemas de tanta sensibilidad y que llegue al corazón de quien los leemos ..enhorabuena Alejandro .
ResponderEliminarAgradecido quedo con tus palabras Campirela.
EliminarMuy buena!!!!
ResponderEliminarGracias Buho.
EliminarPreciosa declaración de amor!! Enhorabuena Alejandro
ResponderEliminarGratitud Eva.
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