viernes, 27 de enero de 2023

El paseo más corto

 




 ¡Qué paseo más corto fue mi vida! No niego que la bebí sin respirar y a grandes sorbos ¡Pero que pronto vi el fondo!

 Anduve a veces encarrilado pero la mayoría descarrilado, pero he de jurar que fue cuando estuve fuera del buen camino cuando más disfrute.

 Aunque camine por el filo de la navaja la mayor parte del tiempo, y aún a sabiendas de que podía caer en el abismo, la adrenalina me hizo sentirme el rey del mundo.

 Gente abstracta y variopinta me rodeaba y cada aventura se tornaba más arriesgada, pero me sentía con el poder de romperle la cara a todo el matón que en mi camino se cruzaba.

 Sólo tenía de humano la apariencia, pues yo me sentía huracán y tormenta, casi inmortal y entre las personas algo sobrenatural… pues no había plaga ni arma que conmigo pudiera acabar.

 Cabellos largos como Sansón y un duro corazón, que sólo se ablandaba cuando una fémina me gustaba.

 Creedme que fui rompeolas y destructor, aunque el haber estado en tantas batallas dulcificó mi corazón, volviéndome de los débiles y vulnerables defensor.

 Odio la prepotencia y soy amable con la inocencia, pues aprendí a distinguir a quien merecía la pena seguir.

 Sin miedo al frio o al calor… hice locuras sobre la nieve y bajo el sol abrasador.

 Fue el cielo mi punto de salida y el fondo del mar mi meta… y ahora que todo lo he recorrido me siento poeta, porque puedo hablar con los árboles y las estrellas.

 Y de mis pasos aquí en la tierra que juzguen los que me conocieron, porque los que me odiaron ya lo hicieron, envidiosos de que yo ignorara no odiara a las personas que quisieron quemarme en la hoguera.

 Por eso cuando desaparezca, quiero hacerlo como lo hace el viento y la marea.

 

Alejandro Maginot.

 


martes, 10 de enero de 2023

Una flor marchitada

 


 Aunque mi historia acaba bien, he de decir que no siempre todo termina felizmente.

 No tenemos nada más que mirar cómo ha empezado el año, en diez días han muerto más mujeres que asesinos han entrado en la cárcel.

 Para mí, y es una opinión muy particular, sin el sexo femenino nuestro planeta tierra no tendría motor… por lo que cada mujer asesinada es una flor marchitada, un pulmón calcinado, un pájaro ahogado, un dolor sin consuelo, un trozo contaminado de cielo.

 Los criminales no saben, que con cada mujer que asesinan, matan un trocito de su madre, de sus hijas, de sus hermanas y enturbian el agua que quita la sed en el mundo.




Alejandro Maginot


Brisa