martes, 29 de enero de 2019

La Carta













  Intento escribir una carta, pero sólo me salen dibujos, esos dibujos que tu dejaste impresos en el pasado. Que yo ahora trato de dilucidar, intentando descubrir lo que por tu corazón había pasado, al pintar todo un planeta para ponerlo en mis manos.

  Tú que me has protegido, tú que eres  el que más me ha amado, me educaste para ser fuerte y que no me temblara el pulso al acometer cualquier acto… pero hoy me tiemblan las manos, al intentar dibujar lo que tú me habías enseñado.

  Muchas veces al ver tus acuarelas, pensé que era tu corazón el que pintaba y no tus manos; y yo incapaz de dibujar tu rostro, ni tan siquiera tú cabello plateado… y eso que aún estando lejos yo te veo a mi lado.

  Cuánto amor sobre la tierra has dejado, fuiste el hombre más íntegro y humano que jamás en mi vida me haya encontrado… y aunque ya nadie pronuncia tu nombre, son sus corazones los que te recuerdan sin haberte olvidado.

  Maestro de lo natural, lo sencillo, lo justo, lo educado; de los animales decano, y de la floresta sabio. Por eso todo y todos querían estar a tu lado, mientras yo me sentía privilegiado porque tú me habías creado… como dibujo, como ser humano.



Nadavepo.


 

viernes, 11 de enero de 2019

Lagrimas












    Gotas de agua y sal, que se filtran por las fisuras de tus hermosas vidrieras; no porque hayan sido cegadas por el sol, ni fisuradas por las duras heladas de años pasados. Sólo tratas de amortiguar tu motor desengrasando su dolor, por esas ventanas que se tornan grises aunque las deslumbre el sol.

  Cuánto se padece por el amor, que aún siendo la energía que mueve el mundo es capaz de parar tu pequeño reloj; luchas por la gasolina que te pone en movimiento, pero miras a tu alrededor y no encuentras el pozo de donde mana la luz de ese sentimiento tan tierno y a la vez tan aterrador ¡lloras por amor!

  Cuánta bruma a tu alrededor, húmeda, fría y sin ilusión, quieres tener esa máquina del tiempo que te haga retroceder en el tiempo, para poder sentirte de nuevo dentro de su corazón ¡lloras por amor, no porque te haya cegado el sol!

  Cuánta paz dejas atrás, que turbulencias rodean tu voluntad de poder olvidar, para de nuevo intentar amar y que esas ventanas dejen de sangrar agua y sal ¡lloras por amor y no porque el hielo haya fisurado tu corazón!

  Que verdad encierras en tu mirada tan derrotada, que brilla con una leve mueca desorientada, buscando la aprobación de la vida, para que te recuerde que se puede salir de esa oscura habitación; para encontrarte de nuevo con el viento, la fragancia de una rosa, y el tacto del musgo frondoso y acogedor ¡lloras por dolor, porque al jugar a querer, te has quemado por amor!

  Qué más puedo decir, para que ese dolor se aleje de ti, dejándote respirar, dejándote vivir. Qué más puedo hacer, para que vuelva a ti el último atardecer, donde las lágrimas eran de risa… mezcla de amor y placer.

  Como puedo decirte que no llores más, que borrarás la tinta de ese frágil papel, donde ayer escribías poemas de amor, y que hoy escribes con agua y sal una historia de dolor… de donde te aseguro saldrás más fuerte, de alma y corazón.


Nadavepo



Brisa