domingo, 24 de abril de 2016












  Sin pensarlo, sin buscarlo, sin tan siquiera soñarlo… no lo encontré, tropecé con él.

  Estaba escondido, detrás de unas preciosas letras… enconadas en una tintineante y aterciopelada voz.

  No necesite verlo, con sentirlo me basto… como vibraba al oírlo hablar, mi descompasado corazón.

  Ni hay cielo ni tierra, que nos pueda distanciar… es como un hilo de araña, imposible de romper.

  Me dio la mano, transportándome a mi niñez… recuerdos de cartas furtivas, que nunca supe esconder.

  Fue como volver a nacer, salir del pétalo de una flor… caída libre hacia un vacío de color, como el salto de un ángel de radiante esplendor.

  Seno que amamanta, silenciando mi voz… colchón de alpaca, donde mi alma se acomodó.

  Rotundo si, al ser tu descubridor… por eso te he bautizado, con el nombre de “amor”.

  Amor que tiene luz, como el radiante sol… porque reconforta mi cuerpo, con su exquisito calor.

  ¡Tú eres esa palabra, que todo el mundo llama amor!




Nadavepo.





  

jueves, 7 de abril de 2016

Frío en la cama












  Rudo se presta el invierno, que marchita mi corazón… dura es la noche, en la inmensa estepa helada de mi cama.

  Afronto como puedo tu ausencia… sobrevivo a duras penas, sin tu aliento reconfortador.

 Alárgame tu mano, aunque sea en sueños… dámela e infunde en mí, el valor que necesito para estar aquí.

  Sin tí.

  Abrocha el cuello de mi abrigo, tengo frío… mis venas son témpanos de hielo, por donde no circula el color rojo de la vida.

  Amolda mi desesperanza a tu distancia… pues no hay kilómetros recorridos que me puedan llevar hasta tí.

  Te amo, aún tan descalzo como me dejaste… tus pies desnudos andan sobre mi pecho, mis sienes arden de dolor.

  Vocablos tuyos, flotan por cada rincón de nuestra habitación… sabana con la que me cubro la cabeza, para poder tenerte más cerca.

  Cueva de lino, que yo imaginaba protectora… has de estar rota, pues se me escapa el alma de mi niña encantadora.

  Tan brava te conocí en vida y tan pequeñita te vi en la muerte, que me vuelvo loco por haber contemplado…  como una preciosa, esbelta y fuerte vela azul se transformó en una lánguida, débil y marchita vela gris.

  Esta noche te mandaré un importante mensaje, si he de vivir porque tú me lo mandas, viviré… pero te lo suplico, si me necesitas para apagar el frío que nos invade, reclámame, llámame.

  ¡Atráeme hacia tí con todas tus fuerzas!




Nadavepo.






domingo, 3 de abril de 2016

Más Vida











  Y tras el cristal estabas tú, párpados de plata pupilas de oro… y de fondo tu bello rostro.

  Pluma de terciopelo mecida por el viento, pósate en mis sienes… y calma toda la ansiedad que invade mi cuerpo.

  Brisa con sabor a canela, deleita mi alma… porque eres la flecha de amor, destinada a llegar a su destino, entre tu arco y mi cariño.

  Olor que de mi piel no desaparece, pues lo posó en mis carnes tus labios candentes… fundámonos en un eterno beso, tierno y dorado como el sol que nos ha cegado.

  Con las mismas manos  que te acaricié, estoy construyendo un nido de cristal… para que el mundo pueda ver, nuestra locura al amar.

  Sé que nunca podré dar más horas a tu vida, pero si daré más vida a tus horas… recuérdalo siempre, sumaremos vida.

  Por eso, yo siempre grité a los cuatro vientos… sentir es volar a tu lado, nadar de ti embrujado.

  Porque estoy vivo, gracias al sustento que recibo… al respirar tu aliento, que para mí es tan nutritivo.




Nadavepo.





Brisa