miércoles, 30 de septiembre de 2015

Turbiedad













  Negra estructura, la que sostiene los pilares de mis pensamientos.

  Adoquinada de rojo sangre, tan roja como el fermento.

 Fuerzas de la naturaleza, dejad que trepen las neuronas hacia mi azotea… cargadas de buenos pensamientos.

 Y alejar de mi techumbre, odios, rencores y excrementos.

 Turbiedad que empaña el cristalino de mis pupilas,  y me deja por su amor casi ciego… deja que pueda limpiarme los ojos, pues necesito verla… como el viento necesita ver a su velero.

 Marineros de la posesión, dejadme navegar… pero por favor, no me dejéis naufragar en el océano de la inquina y los celos.

 Soy la mezcla de tres personas, arlequín, bufón y payaso, por eso quiero que el mundo sepa… que si no levanto cabeza por tu culpa, es porque solo fui un fracaso.





Nadavepo.






martes, 15 de septiembre de 2015

Contraste de colores










  Nací entre margaritas blancas y verdes tallos en flor.

  Mi pelaje es negro brillante como el azabache, mis ojos negros mate como el picón.

 Mis astas color vainilla tan frágiles como el cristal… que coronan en puntas grisáceas para poder penetrar en la niebla de la alborada.

 Como techumbre, un cielo azul turquesa… que se torna brillante cuando aparecen las estrellas.

 Soy hermano de los caballos marrones de la dehesa… y tengo como amigos a la libélula dorada o la mariposa negra.

 Me encanta la música, que me brindan los mejores tenores de la naturaleza… un colorido coro de jilgueros y el ruiseñor que cantan entre la hierba buena.

 Pastar es la más peligrosas de mis empresas… que culpa tuve yo de nacer manso entre trigos amarillos y encinas polvorientas.

 Me sacaron de mi casa, camino al cadalso… haciendo paseíllo entre seres extraños que gritan y babean.

 Ahora me encuentro acosado… entre el acero de vuestras lanzas viejas.

 Ahora me derrumbo… sobre los terrones marrones de la vega.

 Que contraste de colores… el rojo de mi sangre, el plateado de vuestras puyas y el nácar de vuestras sonrisas esperpénticas.

 Muero con la esperanza, de que no se derrame más sangre tan festivamente… como se derrama en esta tierra que antaño se llamó “la península Ibérica”.





Nadavepo




jueves, 10 de septiembre de 2015

Sobreviviré











Ruego sobrevivir, aunque las olas del tiempo me quieran matar.

Suplico sobrevivir, aunque la niebla de la noche me quiera cegar.

Intento sobrevivir, a cariños vanos y corazones endemoniados.

Resistiré sobreviviendo, a estruendos y batallas.

Y si estas vicisitudes puedo superar, te juro que…

Sobreviviré, aunque  haya veneno en tus labios.

Sobreviviré, aunque me quieras arrancar el alma.

Sobreviviré, aunque con tu daga quieras atravesar mi coraza.

Sobreviviré, aunque pises mi dignidad con tu rabia.

Por eso, me pintare de verde esperanza… para poder mirar con claridad al mañana.

Y no tener miedo, a volver a amar…

¡Porque se me haya podrido una manzana!




Nadavepo.






martes, 8 de septiembre de 2015

Se me va













  Se me va el tiempo entre las manos, se va el junco que se mecía al viento en verano… se me va tu espíritu, mientras yo sueño con velarlo.

  Se me va tu esencia, mientras yo nado en el vacío del espacio… se me va la nota del laúd, mientras en el torrente espoleo mi amargo llanto.

  Dime mi Dios, si los lirios son bonitos y las rosas tan olorosas… dime porque se me va su belleza y el perfume que encierra entre sus labios.

  Cuantas veces me juraste, que yo sin su amor me moriría… ahora que te la has llevado, yo no he muerto ¡tus palabras eran mentiras!

  Yo era feliz creyendo en ti, pensaba que tú me la cuidarías… ahora que ella no está, ahora romperé los versos que le escribía.

  Siempre le mande flores, las cuales mi amor entre sus brazos cogería… ahora se apaga el color de ese ramo, mientras se marchitan sobre esa losa de mármol tan fría.

  Pobre ramo de violetas, que culpa tuvo el… de que el frágil hilo que nos unía aquí en la tierra, con un soplo de viento cegador se rompiera.




Nadavepo.





martes, 1 de septiembre de 2015

Recuerdos










  No quisiera contar, pero mi corazón me dicta que debo de narrar esta historia.

  Nací de tu vientre, amor de todas las cosas. Me criaste contra viento y marea… esperando mi regreso, aunque el sueño te venciera.

  Dulces sueños junto a ti, me traen las estampas de mi memoria… cuando me cogías de la mano, para enseñarme a regar las buganvillas del camino de tu gloria.

  Aún recuerdo la primera palabra,  que al verme asomar a la vida salió de tu boca “amor”… que palabra tan preciada para mí, y a la vez tan preciosa.

  Arrancaste todos los motores de mi cuerpo, hasta los músculos de mi boca… para poder amamantarme de ti y besar tu delicada piel tejida de auroras.

  Amarte ha sido tan gratificante, todo era tan fácil junto a ti… que volar sin alas, era lo más sencillo y hermoso de nuestras proezas.  

  Aunque pronto tuve que partir, por los derroteros de la vida… nuestro cordón umbilical, nos mantuvo en la distancia siempre unidos.

  Ahora vuelvo alegre y feliz, sé que de nuevo estaré junto a ti… pero paralizado y conmovido quede cuando te vi.

  Tu mirada estaba perdida en el horizonte ¡eras tú!… pero yo no te reconocí.
¿Dónde estás?

  Es tu cuerpo, pero no estas dentro del… maldita felicidad, porque me abandonas ahora que tanto te necesito.

  ¡Dios! desploma el cielo sobre mí, pero o me devuelves a mi madre… o nunca jamás creeré en ti.

  No me recuerda, no sabe que soy su hijo, el que junto a ella fue tan feliz… insistentemente le digo mi nombre, es inútil mi madre ya no está ahí.

  Me apoyo sobre su pecho, empiezo a llorar… ella no sabe lo que son las lágrimas y yo me hundo en el vacío.  

  Cruel vida que despojas a las personas de la memoria… yo te maldigo a golpes de taquicardias en mi corazón.

  Solo me queda besarla, mimarla, acariciarla… quiero creer que mi voz, llega al fondo de ese pozo tan oscuro.

  Arrancarle solo una mueca de sus labios… es ahora toda la lucha, que mantengo con este mundo tan injusto.

  No se puede perder la esperanza, aunque la lucha sea ardua y tortuosa… y si no es aquí, nos encontraremos tarde o temprano al otro lado de la gloria.



  Dedicado a las personas que pierden los recuerdos, pero no su corazón.




Nadavepo.





Brisa