Quebrado y desmadejado… como una marioneta que
por el odio contemplado se ha roto.
Niños que la observan y al verla carcajadas
sueltan… porque son parte del odio que en nuestro tiempo se genera.
Rota queda la marioneta por ver como desde la
infancia… la crueldad a los niños rodea, unos se salvan y otros de ella se
impregnan.
Mientras agoniza trata de digerir como el
salvaje al débil apaliza… con odio y saña, sin pensar en el daño irreparable
que a ese niño hace para toda la vida.
Tan fácil es romper un cristal… como quebrar
la voluntad de alguien que quizás haya nacido para dar un amor especial.
Y la marioneta piensa…
¿Romperme las piernas? Para que no haya niños
que sufran en nuestro planeta.
¿Partirme las manos? Para que dejen de
existir los malvados y crueles villanos.
¿Abrirme la cabeza? Para que la paz y el amor
proliferen sobre la tierra.
¿Pisotear mi corazón de madera? Con la
esperanza que el odio se desvanezca.
Yo me sacrificare como hace muchos siglos lo
hizo un profeta… con la convicción de que merecerá la pena, dando ejemplo a los
hombres de cromañón que todavía inundan nuestro planeta.
Alejandro
Maginot
Qué buena metáfora has hecho de la marioneta para darnos una idea de lo importante que es la infancia.
ResponderEliminarEn ella radica todo el futuro, no sabemos hasta qué punto somos los mayores, los adultos quien debemos guiarles por ese camino del amor de la amistad, y del respeto.
Hoy la sociedad en la que vivimos los valores parece que no tiene importancia y, estamos muy equivocados sin ellos la sociedad va al abismo más cruel.
Una buena reflexión y la imagen un buen reflejo de las leras.
Te dejo un abrazo, y tormentas en el horizonte.
Tu lo has dicho, nos dirigimos hacia el abismo más cruel, esto es como las fichas de domino, si no quitamos la ficha clave se caerán todas en cascada.
ResponderEliminarEspero que de entre tantos, haya padres que sepan actuar ante tan difícil situación enderezando los vástagos torcidos.
Gracias una vez más por tu gran aportación a estas reflexiones tan reducidas que sólo tratan de alertar, no de criticar.
Te deseo un precioso domingo cargado de sensatez, un bien tan preciado y que tanto escasea en nuestros días.
Abrazos cargados de cariño.