Se
me va el tiempo entre las manos, se va el junco que se mecía al viento en
verano… se me va tu espíritu, mientras yo sueño con velarlo.
Se
me va tu esencia, mientras yo nado en el vacío del espacio… se me va la nota
del laúd, mientras en el torrente espoleo mi amargo llanto.
Dime
mi Dios, si los lirios son bonitos y las rosas tan olorosas… dime porque se me
va su belleza y el perfume que encierra entre sus labios.
Cuantas
veces me juraste, que yo sin su amor me moriría… ahora que te la has llevado,
yo no he muerto ¡tus palabras eran mentiras!
Yo
era feliz creyendo en ti, pensaba que tú me la cuidarías… ahora que ella no
está, ahora romperé los versos que le escribía.
Siempre
le mande flores, las cuales mi amor entre sus brazos cogería… ahora se apaga el
color de ese ramo, mientras se marchitan sobre esa losa de mármol tan fría.
Pobre
ramo de violetas, que culpa tuvo el… de que el frágil hilo que nos unía aquí en
la tierra, con un soplo de viento cegador se rompiera.
Nadavepo.
Muy bonito...
ResponderEliminarGracias Cristina. Un abrazo.
ResponderEliminar