martes, 26 de noviembre de 2013

Pasado y presente.











  Nuestro carácter latino, nos ha llevado a través  de la historia a perder toda la credibilidad como seres humanos. Las luchas fratricidas entre miembros  del mismo árbol genealógico por el poder durante siglos, ha sido una constante en nuestro país desde tiempos inmemoriales. Pero esto se acentúa con la formación de una orden depuradora de almas “La Santa Inquisición”, grandes hombres, que mediante las torturas más aberrantes y la quema en el mejor de los casos implantan el terror, consiguiendo así cantidad de devotos creyentes, ya se sabe “a Dios rogando  con el mazo dando”.
 Pero no creamos que aquí se acaba nuestra maldad en la historia, recordemos a aquellos conquistadores gloriosos que sembraron en Sudamérica sus atractivas enfermedades, mermando de esta manera a los indígenas en tal cuantía que ni las epidemias en siglos posteriores en Europa consiguieron con nosotros, no solo fue esta causa la que deterioro a los indios, pues como los españoles somos generosos les regalamos mamporros por doquier, eso sí ayudados por nuestros queridos clérigos, que eran los encargados de repartir la cultura, no se nos olvide que “ la letra con sangre entra”.
 El amigo Lazarillo de Tormes fue el mejor aprendiz de nuestra picaresca, fenómeno indescriptible  que llega a nuestros días tremendamente engordado. Porque es ahora en la época en que me ha tocado vivir, cuando ha dado su fruto este caldo de cultivo de maldades sin límite, no hay nada más que asomarse a un diario de nuestros días para saber que somos los mismos, los de antaño, los que seguimos engañando, robando y asesinando, los que hipócritamente acudimos a los templos de aquellos que asesinaron en el nombre de Dios, para darnos golpes de pecho.






 Fdo: Nadavepo




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Brisa