lunes, 16 de octubre de 2017

Sin piedad













   Que puedo decirte, que puedo escribirte, que puedo dibujarte. Indícame el camino para llevarte a la felicidad. Estas ausente, casi no me conoces, sólo te agarras a mi mano para que te ayude a caminar.

  Tus palabras son bucles, de donde yo no te puedo sacar. Te canto para hacerte recordar, y tú no recuerdas sólo sabes cantar. Acomódate en mi hombro, que yo ya lo hice en el tuyo ayer, quiero que me digas, lo único que sabes decirme una y otra vez…

   “Te quiero”.

  Si no lo puedes en tu memoria retener, olvídate de mi nombre, olvídate de mí ser, pero no dejes de usar nunca la palabra querer.

  Siempre has sido golondrina abierta, al raso del amanecer, cumbre anieblada al medio día, y bosque profundo al anochecer. Como se olvida la esencia, como te olvidas de tu propio ser.

  Pululante tu cuerpo, lleno de heridas provocadas por el no saber, porque tus neuronas te han abandonado, porque el rio se secó ayer. Diré tu nombre una y otra vez, por si llego hasta la oscuridad de tu cueva, poder dibujarlo en la pared.

  Que gris se queda mi alma, cuanto te veo apagada mirar por la ventana, sin saber lo que fuera ves. Con Dios quiero hablar, de esta sin piedad, y hacerle un último ruego por ti mamá.

  Clávame en tu cruz, rómpeme los huesos, tritúrame en cenizas… pero por favor, no dejes que se vaya sin una mirada con luz, sin esbozar una mágica sonrisa.





Nadavepo.




2 comentarios:

  1. De todos los escritos hasta la fecha este con diferencia es el más bonito , tierno y verdadero que te he leído ,decir se podrían decir mil cosas pero solo hay una y es querer al ser que te dio la vida por encima de todo y todas las circunstancias, en este poema dejas reflejado tantas cosas y todas llenas de amor , pero amor incondicional el que solo una MADRE sabe dar. Los bucles aunque los veas oscuros siempre hay un halo de luz y a eso es lo que hay que agarrarse y pintarle de colores para que no se pierda, ella lo seguirá y al menos en su recuerdo por un rato estará .
    Un abrazo .

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  2. Un commentaire précieux chére Dame. Gracias por tan frágiles palabras, llenas de la sabiduría de quien sabe acariciar la melancolía. Una vez más me prendo con tus palabras, que son el foco, que alumbra parte de la sensibilidad que aún le queda al ser humano. Permítame encantadora Dama, mandarle un abrazo que encierre la misma dulzura que sus palabras.

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Brisa