¿Dime molino de viento?
¿Dónde
queda la honradez de los Quijotes de antaño?
¿Dónde
ha quedado la bondad de tantos Sanchos?
Que
pocos caminos de tierra quedan, que tristeza de sus vidas al ver tantas
blasfemias.
Rocambolesca
historia sin pecados, la que el señor hidalgo ha llevado.
Impertérrita
inteligencia la del noble Sancho, que se mueve como la rana de salto en salto.
Dulce
inocencia la de nuestros tiernos y maltrechos personajes, que desgarran sus
ropas intentando mejorar su mundo tan miserable.
Sus
cabalgaduras son el espejo de la fidelidad enconada, de un jamelgo famélico y
un asno siempre enfadado.
Como
estandarte el alma de un galgo demacrado, que vaticina cada capítulo en este
libro narrado.
A
su manera ambos luchan por salir airosos de cada aventura, y aunque el fracaso
está siempre presente, ellos avanzan sin detenerse.
A
uno lo motiva el olor a azahar de su amada y al otro una familia pobre pero
honrada.
Resumir
esta historia narrada entre castillos palacios y zonas encantadas, es tan
difícil como contar su largo viaje entre dehesas, montañas, valles y vaguadas.
Y
aun como hoy nos cuenta tan bella historia, que hay gente que se preocupa por
tu bienestar ante cualquier problema o adversidad.
Que
lastima que la locura por amor o por amar no solo a una persona también a la
humanidad, te pueda llevar a hundirte en el fondo de tu mar y mueras por no
poder respirar.
Nadavepo.
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