Una rosa blanca inmaculada es tu corazón.
Una rosa roja es el mio, que arde de pura pasión.
En tu jardín me plantaron, y tu blanco puro me inundo.
Con mis pétalos rojos te he abrazado, para protegerte de la fría noche al borde del acantilado.
Y ahora que me miras a los ojos, y ahora que vuelo a tu lado... ahora de tu jardín, una mano cruel me ha arrancado.
Que cruel fue aquel ser humano, que separo a dos rosas que se cogían de la mano.
Nadavepo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario