Y al final del camino perdí la virginidad,
también la referencia de cómo poder vivir sin tí, o dejarme morir entre tus
piernas. Dulces o amargos se pueden tornar los desencantos, observo como la
flor se deshoja sin pedir nada a cambio.
El esfuerzo que se necesita para la vanidad,
le produce al sol llanto sin parar. Odio que sin cortinas queda al descubierto,
hace que la flor se caiga del cerezo. Manzanas y pomelos hacen que recupere la
juventud lo viejo. ¿Como darte caza mariposa no alada, si yo sufro y tengo mis
dos piernas intactas?.
Todo acaba cuando algo empieza… por eso, si
todo tiene un final, ¿por qué no han dejado de
madurar las cerezas?. Rocío que la vaina de algodón desgrana, ¿cómo puedes
dejar diamantes entre sus ramas, para que unas manos ajadas expriman tu
belleza?.
Algo puede empezar y no tiene porque acabar,
pero aún así tendrá su final, como cuando se cierra el telón al término del
acto final. Alondra peregrina que en su vuelo busca el final, no dejes que tus
polluelos busquen su final antes de aprender a volar.
Aquí quiero acabar mi camino, pensando que
por mucho que nos vapulee el destino, nada tendrá sentido… si no creemos que
todo tiene un final, su final.
Nadavepo.
Mi querido Alex.
ResponderEliminarEste precioso poema es una realidad, pues por muy bonito que nuestra vida queramos pintar, sabemos que todo tiene fecha de caducidad y quizás aunque también cada relación tiene su final, debemos de aprovechar cada segundo y vivir intensamente al lado de esa persona que tanto nos importa sin pensar en el tiempo ni en el lugar. Como siempre consigues emocionarme y por eso te mando un beso muy grande, muakkkkkkkkkk
Mi querida Marta.
ResponderEliminarBien esta lo que bien acaba, aunque detrás venga un final. Pero mejor no pensar nunca en el final, porque este seguro que sin que lo llames llegara, por eso debemos disfrutar sin pensar nunca en ese final. De vuelta un beso tan grande como el tuyo... muakkkkkkkkkkk