martes, 6 de noviembre de 2018

El Corcel Blanco












  No encuentro fórmula, no encuentro ecuación, no encuentro teorema; que pueda darme un resultado, una forma de comprender ¿quién eres?, ¿quién te creó?, ¿de dónde llegaste?… quiero entender que eres terrenal, pero no me cuadra tu morfología, ni el balanceo de tu voz al deleitarme.

  Andas, cual ser vaporoso acariciando el suelo; aletean tus manos difuminando el aire, que tintinea ecualizando una preciosa melodía… que poco de ser humano, cuanto de ser etéreo se pronuncia en tu cuerpo, que parece desvanecerse entre mis manos.

  Aún recuerdo y no paro de recordar, cada momento pasado a tu lado; extasiado, rellenado de felicidad, mullido de tu amor, arrodillado ante tu resplandor… ¡cómo cortas el hielo para que no pase frio, cómo bates el sol para darme trocitos de calor!

  Tanto la primera vez, como la última de ayer; hacer el amor contigo es tan diferente en cada ocasión, que me rodean todas las frutas del amor, desde la piña hasta el melocotón… me acaricias desnudando mi piel, mientras yo tomo mil tonalidades de color, cuando tú y yo hacemos el amor.

  Dime como lo haces, cuando me dejas tocar tu cuerpo mágico ¡cuánta fuerza provocas en mí, que en un segundo paso de cero a mil!… lluvia en nuestro jardín, desplomada como el relente de la mañana, que queda enclavada en la rosa que de tus entrañas brota.

  Extraterrestre me siento, pues no necesito respirar cuando tu puerta de la vida, tapona mi nariz y boca; dejándome comunicarme por telepatía con tu sombra que es la mía… ¡cuánto orgullo, cuanta satisfacción, por tener un sexo que nadie probó, ni probarán! pues al hacer el amor nadie como nosotros podrá volar, como si fuésemos Campanilla y Peter Pan.

  Ajustado quedo a ti, como el corcel que acaricia tu cintura; enfundado quedo en ti, como la espada que cortó ese jazmín para adornar nuestro deseo; acoplado me veo a tu cuerpo, como se acoplan el mar con el océano. Picas mi curiosidad por ir más allá del placer que me das, pues dices que me harás  galopar en un corcel blanco, un corcel que nos elevará más allá… de donde el ser humano crea que hay un final.



Nadavepo.
 



2 comentarios:

  1. Sin duda tu texto de hoy está inspirado en algo que va más allá de una realidad terrenal , tus letras transmiten ese amor que pocas veces se da entre dos seres ...pero que cuando uno llega a sentirlo es difícil de expresar y creo que hoy en tus letras vi algo más que amor ..sentí que amar alguien es darle libertad , dar sin pedir y sobre todo creer sin necesidad de recibir .
    Muy bonito , además con tu permiso la imagen es ideal ..Un abrazo y feliz semana .

    ResponderEliminar
  2. Muy acertadas tus palabras querida Campirela, no puedo añadir ni un ápice más a tu comentario. No puedo más que darte las gracias y desearte una semana estupenda. Y si me lo permites te mando abrazos con todo mi cariño y un enorme beso... Muakkkkk

    ResponderEliminar

Brisa