No podemos permitir ni
un día más, este grado de terrorismo social. Y para eso hay que aislar a las
personas que supuran maldad, y entre otros me refiero a los que asesinan sin
piedad por creerse dueños de una propiedad.
Porque estos
depredadores tratan a las mujeres como si fuesen de su propiedad, no entienden que la mujer
es libre de querer o dejar de amar. No quiero que reflejen más a las mujeres con
nombres y apellidos en una estadística como si fuese un objeto de usar y
desechar.
Soy un hombre que ha
navegado mucho en la sociedad, y jamás he pensado que ninguna mujer de las que
conocí eran de mi propiedad, siempre respete su libertad y que repartieran su
cariño a su libre albedrio pues cada una tiene su forma de querer y amar.
Miro a esta maldita
sociedad y ni leyes ni políticos protegen a las indefensas féminas que solo
quieren vivir en paz, por eso como el sabio dijo… como tú te proteges nadie te
protegerá.
Por eso mujer, cuando
estés en peligro huye a toda velocidad que yo implorare al viento para que vele
por tu seguridad, haciendo que una roca se desprenda y aplaste a ese malnacido,
para que no vuelva a desangrar a ninguna mujer más.
Alejandro