Allá en mis años mozos, cuando como una bellota crecía, note como de mi todo el mundo se reía.
Un día, a mi colegio
llegó la más hermosa de las niñas, mientras se matriculaba, observe como todos
los niños la miraban.
Yo, casi jorobado
como estaba, no sabía porque puerta la niña, al colegio entraba.
Un día en el recreo
la vi, y creí que se acercaba hacía mí, nada más lejos de mi imaginación, pues
yo era más feo que un flemón.
Cuando pasaba junto a
mí, me ponía como un huevo, cuando lo echan a freír.
Dulces sueños con
ella tenía, aunque sé que nunca se realizarían.
Un día que yo llevaba
un moco colgando, vi que venía hacia mí volando, tanto terror me entro, que se
me quedo la cara, como al mono de los documentales de la dos.
Ella me pregunto, que
a que clase asistía, jorobado y con una vela colgando, descubrí que todo lo
decía tartamudeando, estoy en cuaaarto le respondí y parecía una olla que
echaba a hervir.
Ella se sonrió, y me
dijo a esa iré yo, con el mástil doblado y la vela colgando, me quede como
cuasimodo tartamudeando.
No sé porque esa niña
se dirigió a mí, seguramente sería por la curiosidad, de con un mandril poder
hablar.
Anonadado me he
quedado, y tan feliz he sido que como un payaso me he reído.
Hacia casa corría,
para ver a mi madre lo que le parecía, tanto corrí que por un terraplén me caí.
Como un eccehomo he
quedado, y ni incluso Picasso de mí, sería capaz de sacar un retrato, al
mirarme al espejo sentí, que ni mi madre se apiadaría de mí.
Como un mono de Gabón
he quedado, justo cuando me había enamorado, las fuerzas me fallan, pero no
quiero tirar la toalla.
Cuando vuelva al
colegio le diré, que cuando la vi por primera vez, no había aprobado la nota en
inglés, seguro que ella me ayudara, y así la podre aprobar y a mi madre le
encantara.
En la clase de
música, la flauta no podré tocar, porque se me han puesto los labios como una
careta de carnaval, a la gimnasia no podré asistir, porque tengo los pies y las
manos como mazorca de maíz.
En el colegio, nadie
me respeta, pues me salieron mofletes y tetas, el apodo de marranote me
pusieron, aunque a mí eso me importaba un bledo.
No saben que aunque
feo y deforme, tengo una delicadeza y fragilidad, que a la mujer más bella
puedo enamorar.Fdo: Nadavepo.
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