jueves, 6 de marzo de 2014

Una segunda oportunidad.









  Quien no quisiera tener una segunda oportunidad, y no me refiero a una segunda oportunidad, de tener el mismo trabajo del que uno fue despedido,  o de jugar por segunda vez, el mismo partido que se perdió, o de recuperar aquella novia, que uno tanto quería y la cual te abandono.
 Me refiero a la mejor de las oportunidades, a volver a vivir tu vida por segunda vez, cuantas cosas podríamos corregir, yo personalmente tendría un diario lleno de correcciones.
 Empezando por mi infancia y llegando a la madurez,  hice tantas cosas absurdas, que me avergüenzo profundamente de muchos de los actos que realice.
 En mi infancia, pegue a los niños de mi edad, y hacia miles de travesuras, cuando llegue a mi juventud, mate a algunos animales, seres que tenían el mismo derecho a la vida que yo, tampoco seguí los consejos de mis padres, metiéndome así en miles de problemas, también hice otras muchas barbaries no dignas de recordar.
 Cuando llegue a la madurez, fui egoísta con las personas, hice mucho daño a mucha gente que me apreciaba y mucho más a los seres que me querían con locura, por eso cada vez que lo recuerdo, rezo un mea culpa.
 Por todas estas cosas, quien no quisiera tener una segunda oportunidad, pero como yo sé que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.
Si yo tuviera esa segunda oportunidad, quisiera volver en forma de ave, para adornar nuestro cielo tan bonito, o regresar como pez, para hacer turismo por las profundidades del mar y así ser complemento de tanta belleza, o porque no surgir como naranjo, para impregnar el aire de olor a azahar, y dejar un aroma agradable en las manos de los niños al pelar mis frutos.
Seguramente mi vida sería más gratificante, siendo contemplado para dar belleza que no contemplar para dar oscuridad.




Fdo: Nadavepo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Brisa