El cielo estaba de un azul profundo, el sol cegaba mis ojos, que por
última vez, intentaban mirar hacia las claras nubes que alborotadas
contemplaban la escena. Aunque mis sienes temblaban, porque mis ojos sólo
alcanzaban a ver, el brillo del acero ceñido sobre mi cuello.
Mi boca tenía un ligero sabor a sangre fresca,
un sabor metálico inundaba mi paladar. Desde mi posición, sólo podía ver al verdugo que sostenía en su mano
derecha, la cuerda de tan cruento aparato; a través de los agujeros de su negra
capucha, pude atisbar la frialdad que sus ojos reflejaban… yo ya pendiente del
último halo de vida estaba.
A lo lejos, oía al gentío dar gritos y
aplausos acaloradamente. ¡Qué ironía! en vez de estar festejando una coronación,
estaban celebrando una muerte ¡mi muerte!
Estando en el último hilo de vida, que sólo
se prolongaría lo que Dios quisiera permitirme, la nebulosa de mi mente no
estaba allí, estaba en otro lado, en un sitio aunque funesto en aquel momento, cargado
y lleno de un intenso color.
Me encontraba en los jardines de palacio,
donde dulce y tiernamente besaba los labios de un triste amor. Amor que por
última vez se reflejaba en la pupila de mis ojos, ya a punto de cerrarse para
siempre. Intensos recuerdos, que sumaron aliento… para poder visualizarlos por última vez.
Y ahora, cuando mi cabeza no está sobre mis
hombros, ahora es cuando me he dado cuenta de la realidad; después de acudir a
la justicia intentando hacer prevalecer el honor y la verdad, sólo he
conseguido lograr… que mi cabeza está en
un cesto de mimbre y no de cristal.
Alejandro
Maginot
Intenso,un relato que nos deja una sensación de desasosiego y desesperanza.
ResponderEliminarMil besitos.
Gracias Auroratris por tu comentario, te deseo un precioso comienzo de semana.
ResponderEliminarBesitos.
Hoy tu cambio de género ha dado un vuelco total, nos trasladas a la época de ejecuciones donde el protagonista esta apunto de ser ejecutado , nos narras su emociones y pensamientos , hasta el último halo , su mente le trasporta a ese encuentro con su amada y revivir el último beso ..
ResponderEliminarLos has guiado muy bien, al principio todo era cruel y lo sigue siendo pero ese intermedio entre la vida y la muerte nos has brindado el romance y el amor ..Me ha gustado este giro ..
Gracias por ofrecernos, tensión , dolor , angustia , dureza, tragedia , y amor ..todo en un texto ....Un fuerte abrazo y feliz semana.
Bueno, como bien reflejas en tu comentario, se asoman muchos matices negros en el relato, pero nos queda ese punto como tu también citas, donde y aún estando en el último aliento de su vida, su último pensamiento es para su amada. Yo me he parado a pensarlo, no te puedo asegurar que en ese momento de terror, muchas personas tuviesen un pensamiento para algún de sus seres queridos.
ResponderEliminarNuevamente te doy las gracias por tus comentario, siempre tan didáctico y alentador.
Te deseo un resto de semana encantador, aún en tiempos tan difíciles como los que corren, así que cuídate mucho.
Un abrazo con cariño.