miércoles, 10 de febrero de 2016

Mi Ángel














  Desde el primer instante, en que te posaste dentro de mí… ya oía en mis sienes, los latidos de tu corazón.

  Mientras mis pechos se preparaban, para ser la fuente de tu alimento… yo divagaba pensando, con qué nombre te gustaría que te llamásemos.

  Mi cuerpo se amoldaba para acogerte, como cofre aterciopelado acoge una joya… tú denotabas lo a gusto que estabas, con suaves y alegres movimientos.

  Sólo nos separaba unos centímetros de piel, para poder conocernos… y yo, ya disfrutaba pensando en todo el cariño que me faltaba por darte.

  Saldrías de mi caja de sorpresas, y serías lo que más ilusión me haría del mundo… pero nunca pude imaginar lo inimaginable, “cuanto te amaría”

  Pero por mucho que sentí, por mucho que especulé, por todos los sentimientos que noté cuando estabas dentro de mí… nada fue comparable al amor que desprendí, cuando te asomaste a la vida, abrazándote a mí.

  Y una vez más, gracias mi Dios por desplegar mi ser en otro ser… y permitirme estar junto a él.




Nadavepo.


 


6 comentarios:

  1. Bueno Alejandro impresionante lo que has hecho en este dulce , tierno y sentimental poema , ponerte en la piel de una mujer y hacernos sentir lo que ella sintió cuando en su cuerpo tuvo la cosa más preciada que puede sucederle a la mujer .... bravo .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por seguirme Campirela, y ante todo por tus bonitos comentarios.

      Eliminar
  2. Simplemente lindo y sutil, me encanta :)

    ResponderEliminar
  3. Transmites miles de sensaciones con lo que escribes, me encanta todo lo que escribes.

    ResponderEliminar
  4. Un honor escribir para amigas como tu. Besos

    ResponderEliminar

Brisa