¿Cuál es el canon de la belleza?, no me lo
preguntéis a mí… yo la veo siempre bella, insoportablemente bella.
Me da igual al despertar, que después de una
dura jornada laboral… para mí siempre está bella, insufriblemente bella.
Como escudo su belleza, como espada su
fortaleza… esas son las armas, de la que yo me sirvo aquí en la tierra.
Mi locura, no la produce unos molinos de
viento… esa demencia se instala en mí, cuando contemplo sus pelirrojos rizos,
serenos con el paso del tiempo.
Quiero abrazar cada columna, que sostienen
los capiteles de su belleza… porque cuando
lo consigo, no sé si estoy bajo la bóveda de la Mezquita, sobre las aguas de
los Jardines del Generalife, o incrustado en el mismo pórtico del Partenón de
Atenas.
Besarla es tan sumamente indescriptible, que
cuando lo hago… no sé si estoy besando a una princesa nazarí, a una diosa
ateniense o a la más bella estrella del
universo.
Por eso abordo su ternura, con toda
delicadeza… pues no quiero estropear lo que sale de su corazón, que es belleza
a raudales mezclada con puro amor.
Nadavepo.
Una bonita manera de describir la belleza de una mujer, leer tú poema es a la vez contemplar un cuadro de cualquier venus , nos das ese punto para poder imaginar la bella que contienen tus letras, gracias por compartirlo un saludo Alejandro.
ResponderEliminarAgradecido una vez más con tus palabras, abrazo fuerte Campirela.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa misma belleza que se refleja en tus letras. Felicidades.
ResponderEliminarGracias por tus bonitos comentarios. un fuerte abrazo
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