sábado, 21 de mayo de 2016

Desperté












  Me desperté cuando jamás lo hubiera deseado, mi madre me apremia para ir al cole.

―Vamos Alejandro que llegas tarde.

―Madre hoy no me levanto, no quiero ir a la escuela.

―Que estás diciendo mi niño, a santo de qué te quejas.

―Ayer Pedro el del alcalde me llamo hijo de ramera.

  Mi madre queda pensando en desprecios y vergüenzas. En su interior oye una voz que le dice, “lo sabía que pasaría, lo sabía que puñetas”.

―Ven hijo mío, siéntate a mi lado, tengo que contarte una historia que paso hace unos años muy cerca.

―En un pueblo junto a éste vivía una hermosa doncella, que tenía quince años y una belleza muy fresca, se bañaba junto al rio en un rincón junto a la alberca. Pero un día tres mozos llegan para sin ser vistos verla. Se turban ante esa flor rebosante de pureza, y entre los tres a la fuerza destruyeron en la niña la más grande de sus prendas.

  Hizo una pausa mientras dos lágrimas brotaban de sus ojos, después continuo diciendo.

―Por eso hijo mío te ruego vayas a la escuela, con la cabeza bien alta y subidito a la acera.

  El amor propio salió de lo más profundo de mi corazón, y con voz profunda dije.

―Si madre, iré al colegio y si a Pedro se le ocurre le escupiré en la cara. Y muchas gracias madre por ser una madre entera.





Nadavepo.




7 comentarios:

  1. Eso es ser una gran mujer y una gran madre.

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  2. Eso es ser una gran mujer y una gran madre.

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  3. Hermoso, me he emocionado mucho, solo tu puedes contar algo tan horrible de una forma espectacular. Es una gran madre

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    1. Me siento bien con tan precioso comentario, gracias Rocio.

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  4. Precioso!! Así es una buena madre

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    1. Gracias Campanilla, totalmente de acuerdo contigo, besos.

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Brisa