Estabas detrás de la distancia, sin verte,
sin olerte, sin palparte… pero aún así me encadene a tí, porque sólo tú me
hacías sentir.
Me movía a base de impulsos por oscuras
chimeneas, hasta que un intenso cielo azul pusiste en mi vida… ahora camino a
plena luz adherido a tu plateado sedal, porque sólo tú me haces gozar.
Pulso acelerado que mis pupilas has dilatado,
para poder verte en la oscuridad… porque quiero adorarte cual luciérnaga de
cristal, que mágico es contigo poder soñar.
Te buscaré por mar y tierra, como gusano
busca su capullo de seda… pues en tu regazo quiero anidar, como lo hace la calandria en los acantilados, junto a las
olas del mar.
Soy un corredor de fondo, que veo cada vez
más cerca la meta… deseando llegar a tus brazos, para que bajes cuanto antes la
bandera.
Y por fin, abordaste mis oídos con un “te
quiero conocer”… pero yo sentí que llegabas tarde, yo ya te conocía ayer.
Nadavepo.
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Poema romántico , a la vez que con sus dosis de sensualidad y por qué no tan bien lleno de alegría al haber encontrado esa persona que te llena de toda su dimensión ... amar sin ver,pero sintiendo es algo que ocurre a veces en la vida. Enhorabuena Alejandro y gracias por compartir con tod@s tus poemas y escritos .
ResponderEliminarQue decir de tan precioso comentario, solo puedo ofrecerte un abrazo con mucho cariño. Gracias querida amiga.
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