Mi pollito amarillo, mi pollito de la infancia.
Me hiciste entender, que a las mascotas hay que cuidarlas.
Que aunque yo era muy tierno, tú a eso me ganabas.
Te cuide como se cuida a la cosa más preciada.
Pero me duraste poco, como dura la inocencia maltratada.
Aún recuerdo tu piar cuando me necesitabas.
Y ahora que soy mayor, ahora recuerdo lo que me enseñabas.
A cuidar de los débiles y a hacerme fuerte para el mañana.
Nadavepo.
Que recuerdos tan bonitos los de la niñez.Yo también tuve un pollito, solo que el mio fue rosa y se hizo muy grande. Me gusta tú escrito rememorando momentos dulces como los que relatas, a pesar de que ese pollito tuvo una vida corta, pero es verdad que si de pequeño tienes alguien a quien cuidar de mayor eso lo valoras.
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