Escríbeme…
aunque hacía mí persona, sea lo último que hagas.
Escríbeme,
por favor… bien sea por las noches en las que tú dormías, mientras yo te
velaba.
Oscuros
y grises, se han tornado los cristales de mi ventana… porque no te atreviste a
despedirte, aunque fuese con unas furtivas palabras.
Ni
unas letras, ni tan siquiera tan escuetas como se hace en un telegrama… para
decirme porque huiste, escudándote en la oscuridad de aquella fría madrugada.
Amortigua
mi dolor, te lo suplico… solo dime si te encuentras bien, con un simple “si”
saciarás mi desesperanza.
¡Que
te cuesta!
Sólo un “si” y desencriptarás mi corazón y mi alma.
Nadavepo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRealmente triste pero preciodoo!!
ResponderEliminarGracias Rous, muakk
ResponderEliminar