Ronda el tiempo alrededor de la castaña,
buscando lo que hace siglos se perdió aquí en España.
Perdió los dientes de oro, hablando de una
esperanza, que ni aún pintada de verde llegaba.
Tiempo, que llevas siglos intentando encontrar
en esta tierra, una libertad jamás forjada, nunca del todo asentada y
cronológicamente muerta antes de que respirara.
Horizonte actual, pregunto aunque yo sigo
marcando igualmente, al mismo ritmo el compás.
¿Dónde
están esos castaños? Esos que hace siglos aire puro me permitían respirar,
¿dónde está la concordia? Esa que nos toleraba y como hermanos nos dejaba vivir
en paz.
Y
aunque yo nunca me retraso, ni dejo de cantar el tic tac. Noto como el
hidróxido de carbono, ennegrece mis conductos al avanzar.
Por eso, es ahora en la época actual, cuando
las horas las marco, pero no de detrás de un bello cristal, cuando reflexiono
preguntándome.
¿Cómo pararía la máquina, retroceder en el
tiempo y volver a empezar?
Nadavepo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario