miércoles, 11 de diciembre de 2013

Llamémosla vida.











  Lo más preciado del ser humano, es la virtud de poder perdonar, de poder olvidar y de poder empezar de nuevo. También como las monedas tiene su lado opuesto, Hay personas que ni olvidan, ni perdonan, ni se esfuerzan por comenzar de nuevo.
 ¿A qué grupo de estas dos personas pertenezco yo?, es una pregunta que me hago muy a menudo. Pues después de muchos años, he ido descubriendo que para pertenecer al primer grupo tienes que estar toda tu vida aprendiendo, aprendiendo a no querer saber nunca más que los demás, ser humilde contigo mismo y así trasladarlo a los demás, contenerte siempre no dándole importancia a ninguna ofensa por muy dura que sea, y sobre todo volar por encima de los malos pensamientos y de las malas críticas que la gentes puedan hacer sobre tu persona.
 Pero además es muy importante, intentar ser mejor persona cada día, siendo solidario con las personas necesitadas que nos rodean.
 Yo llevo años en este aprendizaje, pero creo que moriré y no llegare a tenerlo todo aprendido, pero me voy conformando con el día a día, no haciendo daño a nadie que creo que es una de las asignaturas más importantes de esta escuela, llamémosla “vida”.






Fdo: Nadavepo.





1 comentario:

  1. Me encanta....la verdad es que dures, lo que dures, seguirás aprendiendo, de otras personas, de los errores que cometemos. La vida es un continuo aprendizaje.
    La humildad, una gran virtud, que me gusta mucho en las personas.
    Y por ultimo, para perdonar, hay que saber olvidar; si no puedes olvidar, el perdón no existe.
    Me encanta tu escrito.
    Un beso

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Brisa