Lo más preciado del ser humano, es la virtud de poder perdonar, de poder olvidar y de poder empezar de nuevo. También como las monedas tiene su lado opuesto, Hay personas que ni olvidan, ni perdonan, ni se esfuerzan por comenzar de nuevo.
¿A qué grupo de estas dos personas pertenezco
yo?, es una pregunta que me hago muy a menudo. Pues después de muchos años, he
ido descubriendo que para pertenecer al primer grupo tienes que estar toda tu
vida aprendiendo, aprendiendo a no querer saber nunca más que los demás, ser
humilde contigo mismo y así trasladarlo a los demás, contenerte siempre no
dándole importancia a ninguna ofensa por muy dura que sea, y sobre todo volar
por encima de los malos pensamientos y de las malas críticas que la gentes puedan
hacer sobre tu persona.
Pero además es muy importante, intentar ser
mejor persona cada día, siendo solidario con las personas necesitadas que nos
rodean.
Yo llevo años en este aprendizaje, pero creo
que moriré y no llegare a tenerlo todo aprendido, pero me voy conformando con
el día a día, no haciendo daño a nadie que creo que es una de las asignaturas
más importantes de esta escuela, llamémosla “vida”.
Fdo: Nadavepo.
Me encanta....la verdad es que dures, lo que dures, seguirás aprendiendo, de otras personas, de los errores que cometemos. La vida es un continuo aprendizaje.
ResponderEliminarLa humildad, una gran virtud, que me gusta mucho en las personas.
Y por ultimo, para perdonar, hay que saber olvidar; si no puedes olvidar, el perdón no existe.
Me encanta tu escrito.
Un beso