Tras unos segundos de contemplación, decidió tocar la campana. De
soslayo, vio el rostro de una hermosa dama asomarse a un gran ventanal, acto
seguido, todo se tornó en un caos, Rodrigo oía carreras y movimientos extraños
tras la puerta, estos ruidos lo tenían absorto. Tuvo que esperar cinco largos
minutos, hasta que la puerta se abrió, y un señor totalmente uniformado le
dijo:
― Bienvenido señor, pase por
favor.
Cuando Rodrigo entró al rellano del palacio, comprendió el jaleo que
había oído tras la puerta. Se encontró en la inmensa instancia a unos dieciséis
sirvientes, firmes y totalmente ordenados en fila, la bella dama que había
visto por los cristales estaba posicionada delante de ellos, para recibirlo.
― ¡Buenas tardes señor!, espero
que su viaje no le haya resultado cansado.
― Buenos tardes señora, el viaje
se me ha hecho corto, observando los bellos paisajes que hay que recorrer hasta
llegar a Carmona.
― Mi nombre es Paula mi señor, mi
trabajo ha sido servir y gestionar todos los asuntos legales del señor Marqués.
Ahora, y si vos lo considera conveniente, me pondré a su servicio en cualquier
cuestión que usted necesite.
― Mi señora, considero que vos
conoceréis todos los entresijos de las propiedades que acabo de heredar, además
estará mucho más preparada que yo en cuestiones administrativas, por lo que no
veo ningún inconveniente, en que siga usted realizando la misma labor.
― Agradecida quedo mi señor,
ahora y si no está cansado del viaje, le puedo presentar al servicio y las
estancias de vuestro palacio.
Después de presentarle al servicio, ambos recorrieron la propiedad. El
caballero la seguía, mientras la dama le mostraba estancia tras estancia,
dándole explicaciones de todos los detalles. Pero Rodrigo se encontraba raro,
no estaba poniendo atención a nada de lo que la dama le explicaba, es como que
su corazón se había acelerado y no por el esfuerzo de subir escaleras, notaba
que su corazón había subido de pulsaciones tras entrar en su cuerpo un
sentimiento para él desconocido, que lo atraía fervientemente hacia la dama.
Pasaron los días, luego los meses… y Rodrigo y Paula, pasaban
prácticamente todo el día juntos, pues los asuntos a tratar les ocupaban la
mayor parte del día. Rodrigo se sentía feliz, por los nuevos sentimientos
encontrados, Paula como mujer, notaba que Rodrigo sentía algo por ella, sus
detalles y comportamiento lo delataban, aunque ambos no se atrevían a dar el
paso que los llevara a descubrir sus sentimientos.
Era por las noches, cuando el caballero echaba más de menos a la dama,
ya que, está acabado su trabajo, se dedicaba a sus quehaceres o se retiraba a
sus aposentos. Como cada noche, Rodrigo cenaba en una mesa enorme, sólo algunos
sirvientes lo atendían, pero él se sentía sólo, así que se armó de un valor muy
diferente al que usaba en sus duelos y mando llamar a Paula.
― ¡Buenas noches! ¿Qué desea mi
señor?
― Perdone que la moleste señora,
pero me preguntaba si querría cenar usted conmigo, cómo ve la mesa es demasiado
grande y aburrida.
La dama sonrió, luego dijo al caballero.
― Mi señor, yo ceno más temprano
que vos. Pero podría acompañarlo mientras usted cena.
― Sería un honor para mí que me
acompañase, tómese un jerez y hablemos.
El servicio se había retirado hace horas, era bien entrada la madrugada
y la pareja seguía charlando, prácticamente se habían contado toda su vida.
Estaban tan ensimismados que habían perdido la noción del tiempo, sólo quedaban
un par de candelabros a punto de agotar sus velas, cuando Paula dijo al señor:
― Que hermoso es estar en
penumbra, observando su rostro mi señor, me relaja observarlo y oír sus
extraordinarias historias, el tiempo es un suspiro junto a vos, perdóneme por
mi atrevimiento, pero tenía que decirlo.
―Si alguien ha de pedir perdón
soy yo. Pues no he sabido llegar a usted, con la fuerza que mi corazón demanda,
con vos siento sensaciones jamás sentidas junto a ninguna dama. Quizás ha
llegado el momento de perder la razón en pos del corazón… y es justo lo que
siento en este momento, un amor tan inmenso por vos, que pienso haber perdido
todo tiempo del mundo, que ahora quiero recuperar en un segundo, declarándoos
todo mi amor. Amor que quizás llevaba por dentro, pero que no ha tenido ningún sentido
hasta que os he conocido, mi señora.
― Si vuestro amor es tan poderoso
hacía mí, podemos consolidarlo mi señor, pues no hace falta convivir una
eternidad, para saber en un segundo… que somos dos seres en uno. Y habiéndome
hablado de su soledad en estas noches tan largas, yo Paula, me presto a que vos
mi caballero, no pase ninguna noche más en soledad, pues mi compañía será
nuestro reflejo inmóvil en un espejo de cristal.
La pareja, viendo que tan sólo quedaba el final de una vela encendida, decidieron
marchar… esta vez para un sólo aposento, el del caballero Rodrigo. Quedaron
dormidos contemplándose, sin que hubiera más allá de unas caricias sobre sus
rostros, y una de sus manos entrelazada.
Cuando Rodrigo despertó, encontró a Paula mirándolo con una devoción
inusitada, él sonrió con dulzura alargando su mano hasta alcanzar el cuello de
la dama, tirando suavemente de ella hasta que sus labios se juntaron, fue todo
tan sutil y maravilloso, que ambos se derretían en el gozo del amor verdadero.
Alejandro Maginot
Continuará...
Bueno, bueno es pura novela romántica después del camino recorrido y pasado los inconvenientes de tener que abandonar su ciudad, el caballero Don Rodrigo parece haber encontrado la estabilidad emocional en el amor puro de Paula.
ResponderEliminarUn capítulo donde por fin él siente esas mariposas que le fue imposible sentir por la señorita María.
Este episodio en su nueva vida le cambiará o nos deparará alguna aventura más...
Un placer seguir las aventuras de este Hidalgo caballero.
Un abrazo y muy feliz tarde.
Es un honor querida Campirela, que hayas seguido todos los capítulos de las aventuras del caballero Rodrigo, que por fin después de tantas aventuras azarosas, esta encontrando su estabilidad, tanto personal como emocional. Veamos con que nos sorprende este espadachín en su último capitulo, esperemos que todo quede como en los cuentos de hadas.
EliminarTe deseo una maravillosa entrada, a esta nueva semana.
Abrazo con cariño.
Vaya cosa como bien te dije antes, se siente o no, lo mejor de todo es que en este caso el amor es correspondido, el hablar y ser así de romántico con la persona que quieres. Me adelante porque este todavía no está jjjjjjjj, sirvió de algo leer casi al final. Espero con ansias el conocer el desenlace de esta maravillosa historia Alejando, muy entretenida, me gusta mucho como el lenguaje que ocupas hace más fácil el leerte. Como siempre me dejas un gran sabor de boca y ya quiero leer más jajajjajajaja pero se debo esperar.
ResponderEliminarBesos y abrazos, gracias por regalarnos tu arte.
Gracias querida Rocio, por estar en la tesitura de saber como acaba esta pequeña aventura. Esperemos que como bien se dice en este capitulo, Paula sea su amor verdadero, ese por el que estas dispuesto a arriesgarlo todo, incluso tu propia vida. Yo espero que todo acabe de bonita manera para esta pareja, pero para saberlo tendremos que leer el último capitulo, que ya nos sacara de dudas. Un placer leerte una vez más.
EliminarTe deseo un bonito comienzo de semana.
Abrazo con cariño.