Un Lobo se descojonaba de un ciervo, que no hacía nada más que cantar.
El lobo le pregunto,
¿porque cantas todo el día? a lo cual el ciervo le respondió, Tú no sabes que
cantando se van las penas y se desahoga alma.
El lobo no creyó nada
de lo que le dijo el ciervo, por lo que siguió haciendo su vida sin pena ni
gloria.
Los días pasaban y el
ciervo cantaba, y el lobo lo oía y se enojaba.
Hasta que un día
cabreado al ciervo le dijo, deja de cantar pues de nada te sirve loco animal,
el ciervo lo miro y le dijo, acompáñame incrédulo y rudo lobo feroz.
Y el lobo así lo
hizo, siguió al ciervo hasta que este se detuvo en un estanque.
Mírate en el agua y
veras como has envejecido y tu rostro se ha agriado, y mírame a mí no solo no
he envejecido como tú sino que además me acompaña una sonrisa permanente que me
hace muy feliz.
Cuando el lobo, miro
su reflejo en el agua y comprobó lo demacrado que estaba y lo que había
envejecido, pego un salto del susto y salió corriendo como alma que lleva el
diablo.
El lobo jamás volvió
a los parajes de ciervo, y este seguía cantando coreado por todos los
animalitos del bosque, que junto al ciervo pasaban los años en paz y armonía.
Cantando se van las
penas como le dijo el ciervo al lobo, y si al canto añades una sonrisa, te
darás cuenta cómo vas retardando el envejecimiento, por eso los animales del
bosque se mantienen eternamente jóvenes.
El lobo sin embargo,
por su mal carácter y no cantar y sonreír, envejeció rápidamente y abandono el
lugar para retirarse a una cueva donde ningún animal lo viera.
Moraleja, si ríes mas
tendrás menos caries en las orejas.
Fdo: Nadavepo.
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