lunes, 9 de junio de 2014

Mi madre










  Cuando estuve tan dentro de ti, mi corazón con el tuyo al unísono solían danzar.
 Tanto danzaron juntos, que al tenernos que separar y aun estando a mucha distancia, ellos nunca perdieron el compás.
 Danzando y bailando, siempre bailando sin parar, y nuestros dos corazones, nunca perdían el ritmo al girar.
 Quizás el sincronismo, de nuestros corazones al amar, quizás ese fue  el que nos ayudó, a superar la muerte de papa.
 Por eso en la ventana y detrás de tu cristal, yo quiero protegerte madre, para que tu corazón no deje de soñar.
 Pues yo quiero que tengas siempre presente mama, que te queda un hijo que te quiere de verdad.





Fdo: Nadavepo.






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